La ilógica contraprogramación de las instituciones que rigen deporte español

Martes 27 de mayo, doce del mediodía: cita en la Gran Vía. ¿O era en la calle Diego de León? El Comité Olímpico Español y Telefónica tomaron la delantera y convocaron a los medios de comunicación para presentar el programa ‘Podium’ a través del que se beca a 80 menores de 23 años. Días después es el Consejo Superior de Deportes el que alza la voz para presentar ‘España Compite’ junto a la CEOE y a la Asociación de Deportistas; un programa con el que 25 empresas se suman a diferentes proyectos de mecenazgos.

A la convocatoria del CSD sólo se invitó a unos cuantos presidentes, no a todos y muy a última hora. De hecho, mientras a Alejandro Blanco le acompañaron una pléyade de presidentes de federaciones, a Miguel Cardenal y a Juan Rosell sólo se les unió el presidente de la Federación Española de Natación, Fernando Carpena. Éste se ha convertido en uno de los más íntimos de Cardenal a pesar del conflicto derivado del despido de Anna Tarrés, cuyo coste al ente federativo ha sido enjugado con un importante incremento en la partida de subvenciones para este año, donde es la segunda más beneficiada.

En relación con este tema, hay una federación que ultima una demanda de responsabilidad civil contra el CSD como consecuencia del despido de un técnico nacional. Se argumenta por ésta que la actuación puso en peligro el buen fin jurídico de las actuaciones seguidas por dicha federación a la que se le han reducido las subvenciones mientras se premia a Natación, sancionada jurídicamente en varias instancias. Esta complicidad, además, ha sentado mal en el seno del deporte catalán, donde a los pobres resultados del Mundial, se une que Tarrés fue nombrada Medalla de Oro al Mérito Deportivo de Barcelona, ciudad de la que es nativa y donde se juzga severamente la actuación de Carpena.

En un clima en el que el deporte se divide en dos bandos, aquellos que no eligen el “adecuado” sufren las consecuencias. El Consejo Superior de Deportes ha exigido, bajo advertencia de medidas interventoras, que el presidente de la Federación de Tiro con Arco, Lorenzo Miret, entregue las nóminas de hace diez años de su hija que trabajó temporalmente para la entidad federativa. Miret se ha negado en rotundo alegando que ya no trabaja en la federación. De hecho, ha contratado los servicios de un prestigioso bufete de abogados madrileño para confrontar jurídicamente con el CSD.

El Consejo Superior de Deportes, por su parte, ha convocado a inspección a todos los presidentes de las federaciones desde el 2 al 12 de junio próximos, antes del viaje a Brasil de los dirigentes del CSD. El otoño, en cualquier caso, será caliente. La práctica totalidad de representantes federativos se han unido al COE y la fotografía del acto de presentación de patrocinios de uno respecto al otro es muy elocuente. Lo son también las invitaciones de Cardenal, donde no se incluye a todos los presidentes. En este contexto inédito, es el deporte el que sale perdiendo.