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Los Juegos de Río imitan al Mundial y ponen de los nervios al Comité Olímpico
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Los Juegos de Río imitan al Mundial y ponen de los nervios al Comité Olímpico

"Son los Juegos peor preparados que he conocido; la situación es crítica", ha manifestado John Coates, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional

Foto: Imagen aérea del Estádio Olímpico João Havelange de Río (Reuters)
Imagen aérea del Estádio Olímpico João Havelange de Río (Reuters)

El Mundial de Brasil está a la vuelta de la esquina. Dentro de unas semanas veremos si todo está a punto después de meses de incertidumbre, con retrasos en la construcción de estadios e infraestructuras. Las perspectivas no son halagüeñas y hasta los más optimistas creen que no todo estará o.k. cuando dé comienzo el torneo. Peores noticias llegan si hablamos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Con más de dos años de margen, las críticas arrecian a la organización. Otro problema para un país bajo sospecha que se juega mucho en cuanto a imagen se refiere con estos dos eventos.

Ya en agosto de 2012, Pelé reconoció que “para ser honesto tengo que decir que no está todo listo, ni para el Mundial ni para los Juegos de Río. Tenemos graves problemas de construcción, comunicación y transporte”. Veintiún meses después de aquellas manifestaciones de ‘O Rei’, la familia olímpica tiembla. Ha sido John Coates, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, el que ha encendido la luz de alarma al manifestar que “los de Río son los Juegos peor preparados que he conocido. Esta crisis es peor que la de los que se celebraron en Atenas", subrayando que "ya no hay opciones de buscar otra sede a estas alturas. Es lo peor que he visto en mi vida...".

El directivo australiano ya ha viajado hasta en seis oportunidades a Río de Janeiro, y la última ha sido definitiva para dar un veredicto demoledor. La construcción de diferentes infraestructuras suma un importante retraso, explicando Coates que “sobre el mismo terreno, la situación se puede calificar de crítica". La delegación que ha viajado recientemente, ha abandonado Brasil muy preocupada, indicando el vicepresidente del COI que “no están listos en muchos aspectos.Hay mucha burocracia, pero poca coordinación entre el gobierno federal, el estatal y el de Río de Janeiro, que finalmente es responsable de la construcción de las infraestructuras. El dinero gubernamentalno fluyecon la rapidez necesaria ypensamos que hay que hacer algo en este sentido”.

Lasmedidas de seguridad, como sucede con el Mundial,también están bajo sospecha pensando en los Juegos de 2016. El COI está tremendamente preocupado porque en este apartado, las explicaciones del Comité Organizador no convencen en modo alguno. No hay que olvidar que estamos hblando de una de las ciudades más con un mayor índice de criminalidad de toda Sudamérica. “Río de Janeiro tiene problemas sociales que deben ser abordados”, ha indicado Coates.

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El aspecto sanitario es otro de los que más preocupa al Comité Olímpico Internacional. El año pasado aparecieron 10 toneladas de peces muertos en un lago cercano al parque olímpico y esta cuestión sigue bajo sospecha. Las condiciones de salubridad no son las óptimas en estos momentos, y aunque las autoridades de Río tratan de minimizar los problemas y asegurar que todo estará a punto para el verano de 2016, la última delegación olímpica ha detectado importantes deficiencias en esta materia.

Las declaraciones deJohn Coates han caído como una auténtica bomba en el seno del Comité Organizador. Carlos Nuzman, su presidente, ha evitado valorar ante los medios de comunicación las duras críticas recibidas. Su equipo directivo trabaja a marchas forzadas, pero los resultados no están siendo los esperados a la vista del COI. Posiblemente, el Comité Organizador emita un comunicado en las próximas horas para dar réplica a Coates.

Como suele suceder en estos casos, desde el otro lado la visión es muy diferente. Así, hace días Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, subrayó que el plan previsto inicialmente está cumpliéndose a rajatabla en cuanto a plazos se refiere. Además, añadió que sólo están retrasadas las obras del estadio olímpico y otras instalaciones que albergarán diferentes especialidades deportivas. Esta reflexión choca frontalmente con la última evaluación realizada por el Comité Olímpico Internacional, que ha detectado muchos problemas en otras infraestructuras que están en fase de construcción.

Hay que recordar que para la cita olímpica están proyectadas una nueva línea de metro, varias líneas de tranvía, tres corredores exclusivos para autobuses, una renovación total de la zona portuaria y un sistema de alcantarillado totalmente remozado. Según el COI, todas estas obras sufren importantes retrasos, considerando que la situación real es caótica a pesar de que el alcalde de la ciudad piense todo lo contrario. Están presupuestados 11.000 millones de euros para la renovación de las infraestructuras, saliendo de las arcas públicas un 43% aproximadamente.

El Mundial de Brasil está a la vuelta de la esquina. Dentro de unas semanas veremos si todo está a punto después de meses de incertidumbre, con retrasos en la construcción de estadios e infraestructuras. Las perspectivas no son halagüeñas y hasta los más optimistas creen que no todo estará o.k. cuando dé comienzo el torneo. Peores noticias llegan si hablamos de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Con más de dos años de margen, las críticas arrecian a la organización. Otro problema para un país bajo sospecha que se juega mucho en cuanto a imagen se refiere con estos dos eventos.

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