Carlos Sainz se retira del Dakar tras dar tres vueltas de campana sin casco

“Te vas jugando la vida en los tramos a toda velocidad y te ocurre esto…”, explicaba Carlos Sainz a El Confidencial tras su accidente, entre enfadado y aliviado. “Pudo haber sido mucho peor...”, confesaba. Tras diez días y miles de kilómetros bajo el reloj en el presente Dakar, el piloto español sufrió un singular accidente. Porque se produjo en un enlace, en medio de las dos etapas cronometradas que conformaban la jornada de ayer.

Al poco tiempo le llegaron a Sainz por Twitter los mensajes de apoyo de Fernando Alonso y Pedro Martínez de la Rosa. “Ánimo champion! Y gracias por las exhibiciones en las etapas que todo fue normal!! ‪#matador” , escribía el primero en su perfil personal. “Un mensaje de ánimo a nuestro Campeón ‪@CSainz_oficial ! Sigues yendo como un avión!”, le animaba De la Rosa.

El SMG Buggy de Sainz y Timo Gottschalk dio nada menos que tres vueltas de campana. ¿Cómo fue posible, si no estaba compitiendo en esos momentos? En el enlace entre los dos tramos cronometrados, Sainz tuvo que buscar una gasolinera al ir corto de combustible. El piloto explicaba que “tardamos en encontrarla, luego nos entretuvimos más de la cuenta con el responsable y salimos con prisas. Me estaba poniendo el cinturón de seguridad y no llevaba todavía casco. No podemos pasar de 120 km/h por el reglamento, estamos controlados por el GPS, así que puse el coche a unos 115 aproximadamente. Me ajustaba el cinturón cuando llegó un cambio de rasante; al mirar hacia arriba ya no pude hacer nada porque venía inmediatamente una curva. Al final nos salimos y dimos tres vueltas de campana. Pudo haber sido muy grave”. Sainz tenía solamente una parte del cinturón abrochada, por lo que recibió un golpe en la cabeza, otro en la pierna “y algunos cortes”.

El español dijo adios a un Dakar en el que fue el único capaz de plantar cara a la armada del equipo X Raid y sus Mini. El objetivo era intentar mantenerse en contacto con los favoritos hasta llegar a las jornadas en Chile, donde con la arena y las dunas el terreno era más favorable para las características del buggy. El piloto español superó todas las expectativas cuando con su victoria en la cuarta etapa, la más larga del rallie con 657 kilómetros cronometrados, se puso en cabeza por delante de todos los Mini oficiales.

Pero al día siguiente, camino de Tucumán, todo se torció en la jornada más dura del Dakar. Atrapado inicialmente en la arena, perdido con otros rivales buscando el ‘way point’ del 163, llegó una avería eléctrica que costó casi cincuenta minutos reparar. Tras seguir hacia la meta sin pasar por el punto de control, Sainz y su copiloto fueron penalizados con una hora. Sus opciones a la victoria se evaporaron, pero aún así, el español ganó otra etapa más, sumando un total de 27 en su historial dakariano desde 2006.

"En líneas generales me quedo con lo positivo”, declaraba ayer tras la carrera, porque “en primer lugar hemos tenido un accidente y no nos ha pasado nada serio. En cuanto a la carrera hemos demostrado el potencial del coche y hemos sido competitivos. Solo los problemas de juventud son los que nos han impedido pelear por la victoria. Todo el trabajo que hemos hecho ha ido bien encaminado y eso me satisface. Por otro lado, hemos ganado dos etapas y hemos sido los únicos que hemos podido plantar cara a los Mini". Sainz y Gottschalk eran octavos en el momento de su abandono.

El de ayer fue el tercer abandono en las siete participaciones dakarianas de Carlos Sainz, y el segundo por accidente. El primero de ellos se produjo en 2009, cuando tuvo que abandonar por una desafortunada circunstancia. Con seis victorias en las diez etapas disputadas, lideraba la categoría de coches con una ventaja de 27:31 minutos sobre el estadounidense Mark Miller, y tenía la victoria en la mano a falta de tres días para terminar la prueba. Un error en el libro de ruta hizo que Sainz se desviara del camino y cayera por un terraplén de casi cuatro metros de altura. Otros coches siguieron la estela de su Volkswagen Touareg, y solo el aviso a gritos del piloto español impidió que Nani Roma siguiera el mismo camino. Su copiloto, Michel Perin, se lesionó un hombro.

Fue en el tercer Dakar de Sainz, que había debutado en 2006, donde ganó tres de las cuatro primeras etapas, pero fue la inexperiencia en la arena y alguna avería mecánica lo que le relegó a la undécima posición de la general. En 2010 llegaría su primera y única victoria hasta el momento. "Carlos Sainz está increíblemente orientado hacia los objetivos, y trabaja de una forma increíblemente estructurada", declaraba tras la victoria Kris Nissen, director de Volkswagen Motorsport. Después de ganar, señaló, "todo el mundo en el equipo le respeta por su naturaleza y resultados, aunque no es fácil para los mecánicos y los ingenieros ser permanentemente empujados hasta el límite de su rendimiento". Porque la llegada de Sainz a Volkswagen había transformado la dinámica de trabajo del fabricante alemán.

Sainz fue tercero en 2011 y Volkswagen dijo adiós al Dakar. El piloto español siguió vinculado al fabricante alemán como asesor para su programa en el Mundial de Rallies, cuyo primer título de Pilotos y Constructores llegó este año, en su debut. Por dicha razón no ha podido competir desde entonces en el Dakar con ninguna montura vinculada a otro fabricante, por lo que tanto el pasado año como en 2014 ha acudido a la prueba a bordo de un buggy. Para la próxima edición son insistentes los rumores del retorno de Peugeot al Dakar, y parece que Carlos Sainz es uno de los candidatos para manejar uno de los volantes oficiales.