La única biatleta española pensó en cambiar de nacionalidad para seguir compitiendo
Victoria Padial ha atendido a El Confidencial. Puede presumir de ser la única española que hace biatlón a nivel profesional y pelea para poder estar en Sochi
El próximo mes de febrero, Sochi (Rusia) se convertirá en el epicentro de los deportes de invierno. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y los miembros de la delegación español afinan sus puestas a punto para llenar el medallero nacional. Metida de lleno en la preparación, Victoria Padial (25) ha atendido a El Confidencial. Esta granadina puede presumir de ser la única española que compite en biatlón a nivel profesional y como tantos otros, pelea para poder estar en Rusia. Calidad le sobra, pero también toca luchar fuera de la pista. Sus recursos económicos no son los de países en los que este deporte goza de reconocimiento;las ayudas son escasas, y aunque se planteó cambiar de nacionalidad,estar dos años fuera de los circuitos era un escollo difícil de superar. De momento, el biatlón tiene Victoria para rato.
Una pregunta surge cuando alguien descubre a qué se dedica esta granadina. ¿Qué es el biatlón? Se trata de un deporte de invierno que combina el esquí de fondo y el tiro con rifle, y es olímpico desde los Juegos de 1960. Desconocido en España, cuenta con numerosos fans más allá de nuestras fronteras. ¿Cómo llega Victoria Padial a esquiar con un rifle colgado a la espalda?: “Mi tío hacia esquí de fondo y los fines de semana íbamos a Sierra Nevada a esquiar con la familia y los amigos. Al principio consistía en echar el rato, pero luego la Federación andaluza empezó a promocionarme. La clave llegó en 2007, en el Festival Olímpico de la Juventud que se celebró en Jaca. Ahí lo probé, me enganché y empecé a buscar la forma de practicarlo”. Victoria habla de su forma de vida, un deporte “muy duro, exigente, monótono, aburrido y en el que el progreso es lento… Eso sí, en la televisión es muy atractivo”.
Padial es la única deportista española que hace biatlón de forma profesional y no es fácil costearse una disciplina que necesita un presupuesto anual de 50.000 euros “tirando por lo bajo y ahí incluyo todos los desplazamientos, alojamientos, el material que necesito, el sueldo de mi entrenador…”. Por segundo año consecutivo ha puesto en marcha la venta de calendarios para poder estar en Sochi: “Vi que lo hacían otros deportistas. Es una idea factible y no es complicada. Además, este año tengo un patrocinador que me financia y hay más retorno. También hemos vendido lotería y sorteamos una cesta. Son ayuditas que nos alivian porque estamos ahogados”.
20.000 euros de deuda
A pesar de las trabas, Victoria desprende ilusión y optimismo. Junto a Alex Nappa, su entrenador, planificatodo y midecada uno de sus gastos para poder llegar. Reconoce que “para dos personas solas es muy difícil y cada carrera es empezar de cero” para competir con países cuyos presupuestos superan con creces al suyo, con equipos de 30 personas. Y aun así cada año daun pasito para consolidarse, mientras ríe al confesar que “Rusia, Noruega o Alemania nos miran con mala cara cuando quedamos por delante de ellos”. Por si reunir 50.000 euros no fuera suficiente, las ayudas de las instituciones no ayudan demasiado: “Tengo la beca de Andalucía Olímpica que son 900 euros para toda la temporada… Pero ese dinero es más o menos lo que se nos va en una competición”.
¿Y las Federaciones qué papel juegan? Victoria nos explica que “la Internacional de Biatlón me da 1.000 euros por cada Copa del Mundo que disputo, pero no me llegan a mí directamente, sino que se lo dan a la Federación Andaluza y ésta me lo tendría que ingresar a mí”. Habla en condicional porque la deuda de dicha institución con Padial llegó a ser de 20.000 euros: “He estado dos años sin recibir mi dinero;me tenían abandonada, pero ahora me lo están ingresando. Hemos mejorado la relación, ya sabes, hay que llevarse bien con todo el mundo, pensar todo bien, mantener muchas reuniones…”.
Un arma que mata y esquís como neumáticos de F1
Una vez conocida la situación de la única biatleta profesional de España, la curiosidad nos lleva a saber cómo entrena teniendo en cuenta que su deporte se desarrolla sobre la nieve: “No tenemos presupuesto para irnos a países con nieve como Argentina, así que en verano nos vamos a Francia porque allí podemos hacer ‘roller ski’ en los circuitos de invierno que están asfaltados y tienen campos de tiro; es la mejor manera de reproducir las condiciones del biatlón. En España sólo Candanchú tiene campo de tiro, pero no está asfaltado”.
Victoria cuenta que no sigue la misma rutina todos los días, pues depende de la época del año: “De marzo a abril trabajamos la técnica, de mayo a noviembre se supone que tengo vacaciones, pero en realidad sigues entrenando; y a partir de noviembre es un machaque continuo. Trabajamos tanto la parte psicológica como la física. Entreno seis días a la semana: tiro, físico, precisión, hago multideporte… Primero son muchas horas, luego sube la intensidad”.
Esquiar con un rifle en la espalda no es algo que se haga todos los días. Victoria confiesa que da respeto y que “todo está muy controlado. Tuve que hacer el examen de licencia de tiro y si sigues las normas y las respetas, es difícil que pase algo… Aunque al fin y al cabo es un C22 y mata, las balas son de verdad”. Todos los cuidados son pocos y hace poco su arma se perdió en el aeropuerto. Recuerda que“fue algo enorme. Ocurrió en la escala que hicimos en Zúrich; estuvimos dos días en el aeropuerto y nadie sabía dónde estaba. Al estar en tránsito yo era la responsable y no podía irme, no es como cuando te pierden una maleta. Fue complicado y nos generó bastante estrés porque llegamos dos días tarde a la Copa del Mundo”.
Además de manejar un arma, Victoria ha tenido que probar varios tipos de balas para encontrar la que mejor se adapta a su cañón. Algo que influye a la hora de competir, donde los esquís también juegan un papel esencial: “Son como los neumáticos de la Fórmula 1. Hay muchísimos productos para el deslice y van en función de la nieve, la humedad, la temperatura…”.
Cambiar de nacionalidad
Es inevitable hablar de Sochi. Dentro de las especialidades, sprint, persecución, individual, relevos y salida en masa, Victoria aspira a entrar en esta última: “Participan los 30 mejores de 100 o 120 competidores. Ser la 30 no es un mal puesto porque en biatlón el nivel está muy igualado, un día puedes hacer podio y al siguiente acabar la 40 o la 50”. Al mismo tiempo asegura que no le gusta marcarse objetivos porque cree que “las cosas van saliendo, vivo el presente y lo doy todo”. Esta granadina se ha colado cinco veces entre las mejores de persecución y lamenta que no se valore: “Ser la 30 en una Copa del Mundo es un éxito aunque suene a nada”.
Y es que Victoria Padial es mucho más famosa en Alemania, por ejemplo, que en España: “Aquí gustan mucho las medallas y los campeones. Alonso gana en Fórmula 1 y a todos les gusta ese deporte… En Alemania conocen el deporte desde dentro, se fijan, hay movimiento y por eso me siguen y me valoran”. Incluso, se planteó la posibilidad de defender los colores de otro país en el que el biatlón estuviera mejor valorado: “Lo valoré, pero suponía estar dos años sin competir y no sabía si volvería a estar al mismo nivel, igual no salía bien”. Tras pasar unos días en Granada, en casapara desconectar, la aventura de Victoria Padial sigue adelante invirtiendo todo su esfuerzo e ilusión en busca de una merecida recompensa. Quién sabe si llegará en Sochi.
El próximo mes de febrero, Sochi (Rusia) se convertirá en el epicentro de los deportes de invierno. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y los miembros de la delegación español afinan sus puestas a punto para llenar el medallero nacional. Metida de lleno en la preparación, Victoria Padial (25) ha atendido a El Confidencial. Esta granadina puede presumir de ser la única española que compite en biatlón a nivel profesional y como tantos otros, pelea para poder estar en Rusia. Calidad le sobra, pero también toca luchar fuera de la pista. Sus recursos económicos no son los de países en los que este deporte goza de reconocimiento;las ayudas son escasas, y aunque se planteó cambiar de nacionalidad,estar dos años fuera de los circuitos era un escollo difícil de superar. De momento, el biatlón tiene Victoria para rato.