Mike Tyson: "A veces fantaseo con volar la cabeza a alguien para ir a la cárcel"

Genio y figura. Mike Tyson (47) no deja indiferente a nadie y la autobiografía que verá la luz en los próximos días tampoco lo hará. El que fuera una de las estrellas mundiales del boxeo mundial en los años 80 no ha tenido problemas en desvelar aquellos capítulos de su vida que aún no se conocían. El libro titulado ‘Undisputed Truth’ (‘La verdad indiscutible’) está escrito por Larry Sloman, pero es Tyson el que habla en primera persona en un lenguaje tan vulgar y soez que se ha visto obligado a explicar en un anexo algunas de las palabras que utiliza. El exboxeador subió tanto que su caída ha sido de las más duras que ha visto el mundo del deporte. ‘Undisputed Truth’ descubre a un hombre atormentado por una serie de problemas con el alcohol, las drogas y las mujeres que no logra resolver. No en vano, el pasado mes de agosto volvió a recaer.

Hubo un tiempo en el que Mike Tyson sabía cómo amedrentar al boxeador que estuviese en frente. Dentro del ring no tenía rival. Fuera, las cosas cambiaban. Gestionar la fama es complicado y, evidentemente, el neoyorkino no supo digerir el éxito de una carrera deportiva que tocó a su fin hace ocho años cuando perdió con Kevin McBride. Colgó los guantes y pensó que era el momento de “pasarlo realmente bien”. Un plan que no le salió como planeó ya que estaba en bancarrota… después de haber amasado una fortuna de 300 millones de dólares. No es difícil acabar en la ruina cuando ingresas 65 millones en un año y te gastas más de 60.

Los problemas económicos no son los únicos que ahogan a Mike Tyson. Sus constantes coqueteos con las drogas y el alcohol han llevado al boxeador a pasar por varios procesos de rehabilitación. Y aunque parece que remonta, la sensación que desprende su imagen es que en cualquier momento se volverá a romper. Curiosa imagen de fragilidad para alguien que fue uno de los boxeadores más temidos. El propio protagonista confiesa en uno de los fragmentos que ya se han filtrado que “toda su vida ha sido una broma”. Lo dice una persona que perdió un maletín con un millón de dólares en efectivo porque “había tenido un día bastante loco en la ciudad” y que a veces fantasea con “volarle la cabeza a alguien para ir prisión el resto de mi vida”.

No es de extrañar. Tyson asegura en su autobiografía que “tenía tantas relaciones sexuales en la cárcel que estaba demasiado cansado incluso para ir al gimnasio. Me quedaba todo el día en mi celda”. No piensen mal. El exboxeador mantuvo dichas relaciones con las personas que le visitaban primero y con la terapeuta que dirigía su rehabilitación entre rejas y a la que Tyson le mandó 10.000 dólares para que arreglase el techo de su casa. Las mujeres ocupan muchas páginas de su autobiografía. Desiree Washington acusó al exboxeador de violarla en Indianápolis pero él se defiende preguntando: “¿Cómo puedes violar a alguien que viene a tu habitación de hotel a las dos de la mañana?”. No resultó muy convincente ya que estuvo tres años en prisión.