La 'todoterreno' Mireia lidera al equipo español en los Mundiales de Natación

Vuelven los Mundiales de Natación a Barcelona. La Ciudad Condal se convertirá desde el 19 de julio hasta el 4 de agosto en el foco de atención de los deportes acuáticos. La delegación española, compuesta por 69 deportistas, volverá a estar liderada por Mireia Belmonte. La catalana se atreve en esta ocasión con seis pruebas. “Me inspiro en Londres 2012”, afirmó en la presentación del equipo español. Además de los 200 mariposa y los 800 libres, donde consiguió la medalla de plata en los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012, la nadadora competirá también en los 200 y 400 estilos, y en los 400 y 1500 libres. Otra de las opciones de medalla de la delegación española residirá en el waterpolo femenino. Las ‘guerreras’ de Miki Oca, tras debutar en unos JJOO con una presea de plata, buscan afianzar su jerarquía en el waterpolo. Las renovadas sirenas de Esther Jaumá, aún con el run run de Anna Tarrés, buscarán volver a ser la alternativa a las rusas, inalcanzables a día de hoy.

La progresión de Mireia Belmonte alcanzó su cenit en los pasados Juegos de Londres. La de Badalona, señalada como la gran esperanza de la natación española en 2003, desterró los miedos que la atenazaban. En sus primeros Juegos (Pekin 2008) padeció el miedo escénico de los grandes campeonatos. Unas sensaciones que se sucedieron en años sucesivos. Tras sacudirse los temores del día inicial en la cita olímpica de Londres, finalizaba Londres 2012 con dos preseas de plata. De esta manera, se convertía en el primer nadador español en conseguir dos medallas en una misma cita olímpica. “Ha sido una liberación”, declaraba tras conseguir su primera medalla. La ayuda a visualizar el ‘terror’ del primer día, que condicionaban sus participaciones, con la ayuda de un psicólogo y su entrenador, Fred Vergnoux, ha permitido que la nadadora explotara el potencial que en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat visionaron los responsables de la federación de natación allá por 2003. Interiorizado el sentimiento de poder ganarlo todo, Mireia afronta en casa los Mundiales que la asienten en el olimpo de la natación.

‘Las guerreras’ quieren hacer ruido de nuevo

Rompedoras en su debut en los Juegos de Londres, donde se convirtieron en la sensación de la expedición española, las chicas del waterpolo femenino se presentan en la cita de Barcelona con las aspiraciones de volver a pelear por las medallas. Difuminado el eco de su éxito en la cita londinense, aspiran a volver a ser el centro de las miradas. Aunque su éxito no ha logrado que la liga de waterpolo tenga un mayor escaparate mediático, aluden las jugadoras a que su éxito ha servido para que aumente la afición por este deporte. Ya son entre 5000 y 6000 las chicas que practican el waterpolo en España, una cifra que se dobla en el caso de los chicos. Con una media de 21 años, y pese a los recortes del Consejo Superior de Deportes en un 30%, las chicas de Miki Oca quieren volver a hacerse notar. Alcanzada la cima en Londres, buscan mantenerse con las poderosas.

La sincronizada busca poner los focos en la piscina

La otra gran atracción de los Mundiales de Natación de Barcelona 2013 será ver el rendimiento del combinado de natación sincronizada. Iniciada la era post Tarrés, con Esther Jaumá en la dirección y Marga Crespí como acompañante de Ona Carbonell en el dúo, esperan repetir los éxitos recientes. Las sirenas españolas insisten en que el trabajo con Jaumá sigue siendo igual de intenso que con la anterior seleccionadora, espantando las voces que insinúen una relajación tras la llegada del nuevo equipo técnico. Son conscientes no obstante que la sombre de Anna Tarrés es alargada. Los grandes éxitos de la sincronizada bajo su mando han puesto el listón muy alto. Aupadas junto a las rusas entre las favoritas desde hace años, quieren en Barcelona, en casa, que los focos vuelvan a estar en la piscina. Dónde siempre han brillado.