El duro castigo a Bezzecchi: dos 'long lap' cuando ni Márquez lo ha culpado de su accidente
El italiano fue culpable, de manera fortuita, de la caída de Marc en el Gran Premio de Indonesia. El catalán no se lo ha recriminado, pero la organización ha sido severa
Bezzecchi tiene más castigo del esperado. (Reuters/Willy Kurniawan)
El Mundial de MotoGP vivió otra jornada de controversia tras la sanción impuesta a Marco Bezzecchi por el accidente con Marc Márquez durante el Gran Premio de Indonesia. Un incidente que ha dejado secuelas e incógnitas sobre los límites de la agresividad en pista.
Fue apenas en la primera vuelta, en la curva ocho, cuando Bezzecchi, rodando muy cerca de Márquez, tocó con su rueda trasera la parte trasera de la Ducati del español. El impacto derivó en una caída múltiple: ambos se fueron al suelo. Marc sufrió la peor parte, con lesión en el hombro, lo que le obligó a operarse, mientras que Bezzecchi terminó —por fortuna para él— sin fracturas serias, aunque con molestias considerables.
La Dirección de Carrera de MotoGP, tras revisar las imágenes y haber escuchado las versiones de los implicados —aunque con cierto retraso porque Bezzecchi no pudo declarar inmediatamente tras la carrera al ser trasladado al hospital— decidió imponer al piloto italiano una sanción de doble long lap para el Gran Premio de Australia. Se trata de una pena importante: no sólo por el tiempo que implica, también por el simbolismo al ser la segunda infracción de este tipo en la temporada para él.
Bezzecchi no esquivó sus responsabilidades y admitió su error. "Iba muy rápido en ese punto y no esperaba acercarme tanto a Marc de repente", reconoció. También explicó que trató de evitar el contacto por todos los medios, aunque sin éxito, y lamentó especialmente el agravamiento de las lesiones de Márquez por el diseño del circuito.
Márquez, por su parte, inicia ahora una recuperación que le obligará a ausentarse de varias carreras. La fractura del hombro y la afectación de ligamentos le pondrán fuera de acción al menos para Australia y posiblemente para otros Grandes Premios siguientes, dependiendo de su evolución médica.
La reacción en el paddock no se hizo esperar: pilotos, seguidores y medios debaten si la sanción es suficiente, si los comisarios están aplicando criterios de forma equitativa y qué margen de agresividad debería permitirse sin comprometer la integridad física de los competidores. Hay quienes defienden que MotoGP es un deporte de riesgo extremo, donde empujarse al límite forma parte de la esencia; otros, en cambio, reclaman mayor contundencia sancionadora para que errores como este no se repitan.
Bezzecchi, consciente de la necesidad de recuperar no solo puntos, sino credibilidad, ha repetido en varias ocasiones que no quería arruinar la carrera de nadie; que lamenta lo ocurrido con Márquez. Ha hablado con él en dos ocasiones tras el accidente para expresarle sus disculpas. El catalán, de hecho, no lo ha culpado en absoluto de la caída y ha aceptado sus palabras.
El episodio arroja también luz sobre otro asunto menos visible: el diseño de los circuitos, las escapatorias de grava, los escalones y desniveles que pueden amplificar las consecuencias de un error que, en otro trazado, quizá quedaría solo en un susto. Es un recordatorio de que la seguridad en MotoGP no solo depende del piloto, sino también de las características de los trazados.
Finalmente, la sanción de doble long lap inculca una dosis de autorregulación interna en el campeonato: advertencia para Bezzecchi, sí, pero para todos los pilotos que puedan verse tentados de jugar al filo del error. Porque en MotoGP, más allá del alineamiento perfecto, quien se despista un instante lo paga caro.
El Mundial de MotoGP vivió otra jornada de controversia tras la sanción impuesta a Marco Bezzecchi por el accidente con Marc Márquez durante el Gran Premio de Indonesia. Un incidente que ha dejado secuelas e incógnitas sobre los límites de la agresividad en pista.