¿Puede Marc Márquez pelear por el Mundial de MotoGP? Una utopía para soñar a lo grande

Marc Márquez volvió a saborear la victoria 1.042 días más tarde, sin duda, demasiado tiempo para un piloto que ha ganado el Mundial en ocho ocasiones. El de Cervera ha vivido tres años para olvidar, entre los que se suceden un cambio de equipo y numerosas lesiones que le habían impedido, hasta Aragón, pisar lo más alto del podio. Pero el español se resarció en Alcañiz, mostrando esa versión temible y dominadora a la que durante tanto tiempo nos tenía acostumbrados en MotoGP.

En ese periodo de incomparecencia del piloto español, ha surgido una nueva rivalidad en el Mundial, donde Pecco Bagnaia y Jorge Martín se han convertido en los máximos representantes de MotoGP. El italiano, campeón de los dos últimos Mundiales, logró superar a un ajustadísimo final al madrileño el año pasado y, de nuevo esta temporada, la rivalidad es máxima. Martinator domina el Mundial con 299 puntos y Pecco le sigue con 276... pero algo inesperado ha ocurrido entre medias.

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Y Marc Márquez volvió a sonreír: doblete en Alcañiz que le permite volver a soñar en MotoGP

Pablo de Villota. Alcañiz

Y es que el doble triunfo de Márquez en el Gran Premio de Aragón, llevándose la victoria en la carrera al esprint y en la prueba larga, con doblete de poles incluido, ha provocado que se ponga una pregunta sobre la mesa: ¿Está el catalán a tiempo de luchar por el Mundial? Todavía quedan ocho Grandes Premios por delante, con muchos puntos que repartir gracias a las carreras de los sábados y, aunque se antoja difícil, lo cierto es que se ha abierto una puerta que parecía cerrada.

Hay que tener en cuenta que Alcañiz es un circuito que Márquez domina a la perfección, lo que le ha permitido firmar una exhibición como hacía tiempo que no se le veía. Y, extrapolándolo desde otro punto de vista, habrá trazados que se ajusten menos a sus características y, por tanto, le hagan sufrir mucho más sobre su montura. Pero la energía extra lograda este fin de semana puede ser el punto de despegue para volver a soñar a lo grande, algo que no pasaba hace mucho tiempo.

Es cierto que, incluso haciendo cuentas con trazo gordo, los números no le salen al de Cervera. Márquez ahora mismo es tercero del Mundial de MotoGP, con 229 puntos. En caso de ganar todas las carreras con doblete de aquí a final de temporada y que Jorge Martín acabara segundo en todas, algo completamente utópico, no sería capaz de alcanzar en la clasificación al madrileño. Pero no es menos cierto que el tramo final de temporada puede ser su punto de despegue.

Evidentemente, Márquez necesita más de un milagro para ganar el Mundial. No solo por la distancia que tiene, sino porque se antoja complicado pensar que la GP23, la Ducati que lleva el equipo Gresini, pueda batir a la GP24 que lleva el equipo oficial y el semioficial Pramac. Es utópico pensar en ganar el título. Pero la posibilidad de que Márquez se cuele de manera habitual como un candidato a la victoria sería un empujón para devolverle al sitio que nunca debió de perder.

El piloto de Cervera ha vivido un empujón moral en Aragón que le permite volver a creer en sí mismo. No solo por la victoria, que ya es importante, sino por haber sido capaz de ofrecer esa versión dominadora de principio a fin durante todo el fin de semana. Márquez estuvo imperial y volvió a demostrar que, si su moto funciona y responde, es un piloto competitivo capaz de luchar por todo. La magia no ha desaparecido y, el mejor ejemplo, es lo sucedido en Motorland.

"El año pasado me decía: 'A ver si se me ha pasado el arroz'. Pero cuando probé la moto en la pretemporada, vi que poco a poco iba cogiendo confianza. Estaba tranquilo, no tenía prisa, sabiendo que tendríamos oportunidades. Esta vez ha tocado y toca trabajar en la constancia que te hace luchar por títulos", explicaba. Las carreras son caprichosas, quedan ocho pruebas en el Mundial y muchos puntos por repartir. Y, desde luego, es un punto de partida para Marc Márquez.