Aleix Espargaró, el éxito de no rendirse nunca

Echando un vistazo al palmarés de toda la parrilla de MotoGP, que cuenta con la más variada procedencia, solo había un dato que diferenciaba a Aleix Espargaró de los otros 23 pilotos: él nunca había ganado un Gran Premio. Pero hoy en Termas de Río Hondo, en Argentina, el mayor de los Espargaró se ha puesto al nivel de sus rivales, ya es un ganador en un Gran Premio. Y aún más, en la misma jornada ha alcanzado algo que muy pocos pilotos han logrado hasta la fecha: es líder del Mundial.

No cabe duda de que esta temporada está resultando fascinante porque el campeonato avanza. Sin embargo, nadie sabe hacia dónde; nadie está acertando con el pronóstico. Nadie imaginaba a Enea Bastianini imponiéndose en Qatar con la Ducati más antigua de la parrilla, ni ver triunfar a Miguel Oliveira y su KTM en el regreso a Indonesia. Y si alguien hubiera regresado del futuro para decirnos que Espargaró y Aprilia ganarían en Argentina y liderarían el Mundial de MotoGP, ¿acaso le habríamos creído?

Este éxito de Aprilia y de Espargaró es el resultado de no rendirse nunca. El fabricante italiano ha encontrado en Aleix a su piloto perfecto, su gran capitán, como lo denominó Massimo Rivola, el responsable deportivo de la marca, en el documental 'MotoGP Unlimited', que actualmente se puede ver en una plataforma televisiva. Ha sido un encuentro feliz entre ambos. Y frente al desafío más grande de su carrera, para el fabricante y también para el piloto, el resultado es impecable.

Concesiones del reglamento

Ha pasado mucho tiempo desde que Espargaró maravilló a todos al convertirse en el campeón de España más joven de la historia, al imponerse en 2004 en el CEV de 125 con solo 14 años. Su salto al Mundial fue inevitable, pero toda la precocidad de entonces no llegó a cuajar de inmediato, con numerosos cambios de equipo y cilindradas hasta que por fin, en 2012, aterrizó definitivamente en MotoGP. Desde 2017 trabaja para Aprilia. Ha sido un largo periplo, un duro bregar, pero la firme dedicación a su trabajo y una confianza en sí mismo inquebrantable ha terminado dando sus frutos. Si tenía que ser en algún momento, esa victoria ha llegado en el más adecuado.

Aprilia afrontó por primera vez el campeonato directamente bajo su propia gestión, ya que hasta el año pasado el equipo estuvo integrado en la escudería Gresini. Esa nueva situación supuso todo un desafío que, de momento, Aprilia ha abordado con éxito. Es el único fabricante que disfruta de concesiones en el reglamento, una serie de medidas que se aplican para ayudar a progresar a las marcas con peores resultados. Las concesiones de MotoGP permiten a Aprilia disponer de nueve motores por temporada en vez de siete; trabajar libremente en el desarrollo de los motores a lo largo de la temporada; hacer pruebas sin límite con sus pilotos del Mundial en cualquier circuito del campeonato; y presentar un piloto invitado hasta en seis ocasiones a lo largo de la temporada.

Aquellos fabricantes que entraron en el campeonato a partir de 2013, o que no cuenta con victorias en seco, pueden acogerse a las concesiones, que se administran a través de un sistema de puntos: victoria, 3 puntos; segundo, dos; tercero, un punto. Cuando se alcanzan seis puntos, se pierden las concesiones de cara a la siguiente campaña. Con la victoria de Espargaró y el tercer puesto conseguido el año pasado por el propio piloto, ya suma cuatro, con lo que mucho tendrían que cambiar las cosas para que Aprilia no logre perder las concesiones. Y en 2023 pelee en igualdad de condiciones con los demás fabricantes, como le sucedió el año pasado a KTM.

Un aspirante más

Será un duro peaje, pero tiene que llegar. Lo ocurrido en Argentina es una demostración de que MotoGP tiene un aspirante más. Los resultados de Espargaró lo confirman y el buen rendimiento alcanzado por Maverick Viñales en el país sudamericano lo reafirma. El piloto de Roses parece que, por fin, coge el ritmo a la competición después de que estuviera a punto de perderse para las carreras tras la catastrófica temporada 2021.

En la situación en la que se encuentra MotoGP en estos momentos es imposible plantearse ningún escenario. Necesitamos que el campeonato avance para establecer el auténtico escalafón de la categoría, porque por diversas circunstancias los grandes favoritos no están cumpliendo con los pronósticos. Después de tres carreras, ningún piloto ha repetido en el podio.

Desde 2020 hasta ahora, en MotoGP han ganado carreras seis fabricantes distintos, tres japoneses y tres europeos, algo que nunca había sucedido, demostrando que el campeonato goza de una riqueza extraordinaria. Con la retirada de Valentino Rossi y la incertidumbre sobre el futuro inmediato de Marc Márquez, MotoGP parecía sumido en un periodo de duda, en un dilema, quizá expectante a la búsqueda de una nueva referencia. Sinceramente, el campeonato no necesita nuevas referencias. Si lo que necesita que atraiga de un espectáculo, de una competición, es su variedad y su imprevisión, su capacidad para no dejar de sorprendernos, MotoGP reúne todos los ingredientes necesarios. Y los 24 hombres que plantan en la parrilla cada fin de semana son los mejores guionistas del mundo.