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Marc Márquez roza una gesta de auténtico escándalo en el día de Fabio Quartararo
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El de Cervera sufre una fractura del húmero

Marc Márquez roza una gesta de auténtico escándalo en el día de Fabio Quartararo

El francés venció en el estreno de MotoGP tras el parón. Tras una salvada, Márquez empezó a obrar una remontada que no terminó. Se fue al suelo y sufre una lesión que le complica el Mundial

Foto: Marc Márquez, instantes antes de irse recto y obligarse a una remontada que no pudo completar. (Reuters)
Marc Márquez, instantes antes de irse recto y obligarse a una remontada que no pudo completar. (Reuters)

Por tiempos, también por sensaciones, el primer fin de semana de carreras en Jerez pintaba bueno para Marc Márquez. El de Cervera partía tercero, por detrás de las Yamaha de Fabio Quartararo, el 'poleman' por excelencia de la categoria, y Maverick Viñales, pero sabía que en carrera tenía las de ganar. Su estrategia, abandonar la idea del cuerpo a cuerpo salvo que fuera estrictamente necesario y escaparse a las primeras de cambio. En esas estaba el de Honda cuando a falta de 21 giros para el final, en la curva cuatro, perdió la adherencia de su tren delantero y, desequilibrado, se fue largo, a la grava. Cuaquier otro piloto hubiera besado el suelo, pero él no. Salvada de auténtico escándalo para mantenerse vivo. Empezaba una remontada que no fue porque a falta de pocos giros, esta vez sí, Marc cayó con virulencia y dijo adiós.

Antes, con confianza y sin dudar lo más mínimo pese al tremendo susto, fue adelantando con una facilidad pasmosa a su hermano, con cara de Jorge Lorenzo en la RC213V, Zarco, Lecuona, Petrucci, Binder, Oliveira... a todos. Una locura. Rossi le vio venir como un cohete por detrás y directamente le dejó pasar. No estaba en condiciones de hacerle frente. Marc siguió escalando posiciones a la velocidad de la luz, con actitud de cánibal, beneficiándose de pugnas que otros pilotos tenían por delante. Mientras, a Fabio Quartararo le había dado tiempo a calentar el neumático, dejar atrás su empanada inicial, superar a Jack Miller y aprovecharse de una colada de Maverick para ponerse primero. Ya no salió de ahí. El curso pasado el de Cervera le cerró la puerta en varias ocasiones, pero esta vez el '93' no era problema. Primer triunfo para él y para Francia en la era MotoGP. Lo hizo solo, sin nadie más alrededor. 'El Diablo' no se esconde. Un satélite es líder del Mundial.

placeholder Quartararo celebra la primera victoria de su vida en MotoGP. (EFE)
Quartararo celebra la primera victoria de su vida en MotoGP. (EFE)

La voracidad del campeón

Pero toda la atención de las cámaras recayó sobre Marc, dispuesto a entrar en los libros de historia como nunca antes. Pol Espargaró, Morbidelli, Miller... lo que estaba consiguiendo recordó, en buena parte, a Estoril 2010, cuando el catalán competía en 125cc. Sobre el trazado luso abandonó el último puesto para subirse, contra pronóstico, a lo más alto del podio, haciendo llorar como un niño pequeño a Emilio Alzamora. En esta ocasión el primer cajón estaba prohibido, pero no el segundo. Tras superar a Dovizioso, su principal rival los últimos años, Marc exprimió su Honda hasta llevarla de nuevo a la altura de Maverick Viñales, increible, al que el neumático blando le estaba dando un dolor de cabeza insoportable. El campeonísimo se puso a su rebufo dispuesto a quitarle las pegatinas sin saludar, pero cuando quiso enderezar la moto esta le escupió definitivamente. Marc chocó contra el asfalto y dio varias vueltas de campana. Fin a su espectacular cabalgada, que se recordará igualmente. Qué voracidad.

Con él fuera, Viñales pudo conservar el botín pese a la insistencia de Dovizioso, otro de los protagonistas, recientemente operado de la clavícula izquierda y sin contrato aún la temporada que viene. Gran carrera la suya. Quartararo cruzó la bandera a cuadros exultante al mismo tiempo que Márquez entraba en la clínica del circuito para revisión. El español se hizo mucho daño, también porque la moto le dio en el brazo, y tras las primeras sospechas los médicos confirmaron una fractura del tercio medio del húmero derecho que le obligará a pasar por el quirófano este lunes en Barcelona. Márquez no estará la semana que viene de nuevo en Jerez y es posible que se pierda el resto del Mundial, sobre todo si el nervio de la zona está afectado. El pesimismo en el box de los del ala dorada es total. El noveno cetro se complica.

La realidad es que, más allá del podio de Viñales, esta primera semana en Andalucía no ha sido demasiado positiva para los españoles de la categoría reina. Álex Rins, que prometía lucha, no pudo ser de la partida hoy por caída el sábado y su compañero de equipo, Joan Mir, siguió su misma suerte en carrera. También Aleix Espargaró y Márquez. Por su parte, Iker Lecuona se retiró. El Mundial está muy abierto y ya se sabe que, con citas tan comprimidas, no hay margen para el error.

Por tiempos, también por sensaciones, el primer fin de semana de carreras en Jerez pintaba bueno para Marc Márquez. El de Cervera partía tercero, por detrás de las Yamaha de Fabio Quartararo, el 'poleman' por excelencia de la categoria, y Maverick Viñales, pero sabía que en carrera tenía las de ganar. Su estrategia, abandonar la idea del cuerpo a cuerpo salvo que fuera estrictamente necesario y escaparse a las primeras de cambio. En esas estaba el de Honda cuando a falta de 21 giros para el final, en la curva cuatro, perdió la adherencia de su tren delantero y, desequilibrado, se fue largo, a la grava. Cuaquier otro piloto hubiera besado el suelo, pero él no. Salvada de auténtico escándalo para mantenerse vivo. Empezaba una remontada que no fue porque a falta de pocos giros, esta vez sí, Marc cayó con virulencia y dijo adiós.

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