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El serpenteante camino de Marc Márquez y la montaña que le queda por subir
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sus problemas en el hombro

El serpenteante camino de Marc Márquez y la montaña que le queda por subir

El piloto explicó este jueves cómo ha sido su complicada recuperación tras operarse del hombro. A una semana del arranque del mundial, aún está lejos de estar al 100%

Foto: Marc Márquez tiene todavía trabajo físico por delante. (Reuters)
Marc Márquez tiene todavía trabajo físico por delante. (Reuters)

Otro invierno entre algodones. Tras proclamarse campeón del mundo y por segunda temporada consecutiva, Marc Márquez pasó por el quirófano para tratarse de su zona más frágil: el hombro. Esta vez no era el izquierdo, sino el que en teoría tenía sano, el derecho, que en noviembre, tras una dura caída en Jerez, le amargó por completo las vacaciones. De nuevo, adiós a los planes de ocio. Comenzaba un nuevo proceso de rehabilitación con el objetivo de llegar preparado a la primera carrera del 2020, la que se disputará el próximo 8 de marzo en Qatar.

Sin embargo, Márquez está aún lejos de verse recuperado. Su situación, de hecho, preocupa a poco más de una semana para el inicio del campeonato. Su hombro derecho sigue maltrecho y la puesta a punto se ha complicado desde que el pasado 27 de noviembre se sometiera a intervención en el Hospital Universitari Dexeus de Barcelona. Al principio, todo transcurría como debía junto a su fisio, Carlos García, pero muy pronto se evidenciaron los primeros problemas.

"El año pasado empecé la recuperación y fui mejorando, pero este año arranqué y el primer mes fui a peor. No entendí el porqué. Costó mucho mover el hombro de forma activa. Haciendo pruebas vimos que había un nervio dañado y por mucho que lo ejercitaba no conseguía nada porque la corriente no llegaba al músculo. Cada vez costaba más mover el brazo. A dos semanas de empezar la rehabilitación lo movía más que al mes y medio siguiente", confesó Marc en una nutrida rueda de prensa celebrada este jueves en la sede corporativa de Repsol junto a su hermano y ahora también compañero de 'box', Álex Márquez.

Foto: Marc Márquez, durante el test de pretemporada en el Cicuito de Losail (Qatar). (Foto: Repsol Honda)

Ese nervio al que se refiere el mayor de los Márquez afecta al deltoides, que favorece la estabilidad y los movimientos de la articulación. Durante la operación se dañó, pero pasó por alto, y fue ya en plena faena, durante largas sesiones de hasta cuatro horas diarias, cuando se evidenció que algo no iba bien. Tras diez semanas de ejercicio, Marc había progresado menos de lo esperado, sobre todo comparándolo con el curso anterior. Apenas podía levantar objetos poco voluminosos. En los primeros test oficiales, los de Malasia, sufrió muchísimo, y en estos últimos de Qatar, a últimos de febrero, se tuvo que bajar de su nueva Honda, que él mismo asegura que es menos física que la del 2019, por precaución. Estaba cargando demasiado la zona.

"Ahora mismo el deltoides lo tengo a un 40% de sus posibilidades. El brazo me da un 60 o 70%. Estamos reforzando otros músculos para poder ir relativamente cómodo en la moto. Habrá que ver a veinte vueltas cómo estoy, pero el objetivo pasa por intentar rascar todos los puntos que pueda en las primeras carreras", explicó Marc, cuyo camino este año hasta el título será más serpenteante que nunca no solo por la lesión, sino también por el avance de las marcas rivales.

placeholder Marc Márquez (i) y Álex Márquez, durante el acto de jueves en Madrid. (EFE)
Marc Márquez (i) y Álex Márquez, durante el acto de jueves en Madrid. (EFE)

"Honestamente, me gustaría comenzar la temporada mejor, pero la situación es esta. Somos conscientes de que este primer tramo del curso se alargará un poco. No está tan mal, al menos he podido rodar. No llegamos tan mal como pensábamos inicialmente. Tengo ganas de empezar, pero sé en el punto en el que estoy", indicó. Pese a que Honda y el mismo piloto intentan quitarle hierro al asunto vendiendo luz entre tanta incógnita, la realidad es que nadie en este momento se atreve a descartar al 100% una nueva intervención para solventar el asunto en caso de que Marc continúe con dificultades, lo que podría descabalgarle del campeonato demasiado pronto. Pese a que puede defenderse encima de su RC213V, su meta no es otra que revalidar el cetro, por lo que si no se ve luchando por los puestos de cabeza podría poner pie a tierra para finiquitar la dolencia, algo razonable, y despejarse el camino de cara a 2021.

Márquez no está dispuesto a arrastrar dolor durante todo el año a cualquier precio. Otro invierno en el dique seco sería demasiado. Si no tiene ritmo para victorias, lo más probable es que se replantee el tema a mitad de temporada. Eso sí, agotará todas las vías posibles para no tener que visitar la sala de operaciones. Todas las partes son optimistas y aseguran que la recuperación del de Cervera avanza según los plazos marcados. "Honda es una moto exigente y si no le exiges, la moto no responde", comentó el '93'. Es evidente que ahora mismo Marc no puede exprimir su montura —que ya de por sí está generando numerosos dolores de cabeza— como le gustaría porque su cuerpo le limita más que en el pasado. En 2019, renqueante, debutó con un segundo puesto en Losail, por detrás de Andrea Dovizioso, pero esta temporada es otro cantar. El tiempo determinará hasta qué punto puede recuperar el deltoides de forma natural.

Otro invierno entre algodones. Tras proclamarse campeón del mundo y por segunda temporada consecutiva, Marc Márquez pasó por el quirófano para tratarse de su zona más frágil: el hombro. Esta vez no era el izquierdo, sino el que en teoría tenía sano, el derecho, que en noviembre, tras una dura caída en Jerez, le amargó por completo las vacaciones. De nuevo, adiós a los planes de ocio. Comenzaba un nuevo proceso de rehabilitación con el objetivo de llegar preparado a la primera carrera del 2020, la que se disputará el próximo 8 de marzo en Qatar.

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