Por qué Fabio Quartararo ya es uno de los mejores 'rookies' de la era MotoGP

Mientras Marc Márquez estallaba de júbilo con su sexto cetro de MotoGP tras cruzar la línea de meta del GP de Tailandia, Fabio Quartararo maldecía su suerte bajo el casco. El joven galo del Yamaha Petronas lo había tenido cerca, pero de nuevo volvió a quedarse con la miel en los labios tras el duelo por la victoria con el '93'. Ya le había sucedido en Misano, pero en Chang lo tuvo aún más al alcance. Se le resiste la victoria, pero a la temporada del 'rookie' no se le pueden pedir más cosas.

Quartararo ha impresionado a propios y extraños y ya se posiciona como uno de los más firmes candidados a la lucha por el Mundial el año que viene. Sus rivales así lo sienten, en especial Marc, y fábricas como Ducati fantasean por incorporarlo a sus filas. Está completando un segundo tramo de temporada fantástico y desde principios de mes ha encontrado el respaldo de la marca que tanto necesitaba: ya conduce la misma moto que Viñales y Rossi, pues hasta el momento disponía de un motor con 500 revoluciones menos. Este sábado, además, ha vuelto a quedarse cerca de la pole en Motegi (saldrá tercero), la que hubiera sido la quinta de la temporada. Su curso está superando todas las expectativas. Ya no es un proyecto de futuro, sino de presente. "Si Yamaha no se queda con él en 2021 sería una locura", apuntó Rossi, consciente de su talento.

Asiduo al podio

A Quartararo le quedan cuatro carreras por delante para tratar de conseguir la primera victoria para una Yamaha satélite en la máxima categoría y unirse a ese selecto club de debutantes que han subido a lo más alto del cajón en la era MotoGP. De todas las maneras, los méritos del galo son más que suficientes para centrarnos en lo que ha hecho y no en lo que aún le queda por hacer. Su primera pole en Jerez era un aviso para navegantes porque después de Catalunya se ha convertido en un asiduo al podio: cinco acumula en la actualidad. El joven pecó de inexperiencia en el estreno del campeonato en Qatar (se le caló la moto en la salida), pero a partir de ahí su crecimento ha sido constante y boyante. Tan solo tres retiradas, una de ellas por avería mecánica, ensucian tímidamente su temporadón.

Como decíamos, en estas últimas nueve carreras desde Montmeló su evolución ha sido tremenda. En este tiempo solo dos pilotos han sumado más puntos al casillero: Márquez y Viñales. Está séptimo en el Mundial, pero tiene opciones de acabar entre los tres primeros porque Álex Rins tan solo le saca 24 puntos y no pasa precisamente por una buena racha con la Suzuki. Tampoco Petrucci y Rossi. Quedan 100 puntos en juego y Quartararo goza de una confianza importante. No obstante, y pase lo que pase, ya puede presumir de haberse convertido en uno de los mejores 'rookies' de la era MotoGP en los últimos diez cursos. Solo Márquez (334), Lorenzo (190), Spies (176) y Zarco (174) lograron mejores cifras en su primer año y, por increible que parezca, Fabio tiene posibilidad de superar a los tres últimos (147).

La esperanza francesa

Su hoja de servicios es intachable. Solo tiene 20 años y mucho margen para mejorar en términos de solidez y regularidad, únicos puntos negativos a resaltar. Joan Mir, Pecco Bagnaia y Miguel Oliveira, los otros 'rookies', llegaron a la categoría reina con mejor palmarés que él y ahora le ven a kilómetros de distancia. Quartararo ha demostrado tener velocidad, inteligencia y gran capacidad de adaptación. Apenas se cae y dada su envergadura el paso a motos más pesadas le ha venido de perlas. Durante las 'qualys' es uno de los hombres a seguir, ha marcado dos veces la vuelta rápida en carrera y también ha liderado los GP en 66 giros a lo largo del curso, solo por detrás de Marc. "Para mí esto es un divertimiento, no un trabajo", comentó en una entrevista reciente para 'Motorsport'. Una mejor selección de los neumáticos y una gestión más eficiente de los mismos durante la jornada dominguera podrían ser las fronteras que le separan del éxito total.

Quartararo ha dejado atrás los nervios, los malos consejos y la negativa atmosfera que le rodeó durante una breve etapa en Moto2 y se ha convertido en la esperanza francesa para conquistar, de una vez por todas, el campeonato de MotoGP. Parecía que Johann Zarco sería el escogido para acabar con el maleficio, pero las tornas han virado y ahora todos los focos recaen sobre este joven, al que llaman 'El Diablo', que aún no ha llegado a su límite.