Resultado de MotoGP: Maverick Viñales avisa a Quartararo y vence a golpe de rodillo

Los dos pilotos más precoces a la hora de hacer poles y luchar por carreras ya están frente a frente: Marc Márquez y Fabio Quartararo, una de las grandes rivalidades que se vienen, si no la mayor en MotoGP durante los próximos años. En Assen, circuito especial para los aficionados, el 'rookie' dio un paso más y, desde su primera plaza en la parrilla, se midió durante buena parte de la carrera contra el de Cervera como no se había visto nunca antes en lo que llevamos de campeonato. No ganó, lo hizo su compañero en Yamaha, Maverick Viñales, otro de los elegidos venido a menos por los 'vaivenes' de su fábrica y su falta de regularidad, que no piensa ceder su asiento oficial a nadie, por si alguien lo dudaba. Su victoria es sin duda un toque de atención. "Si quieres mi sitio, tendrás que pelearlo", pareció decirle a la sensación del curso en la categoría.

Y es que Maverick Viñales podría haber enlazado perctamente tres citas muy positivas si no fuera por el 'strike' de Jorge Lorenzo que le hizo perder todas las opciones de podio hace dos fines de semana en Barcelona. Es la primera victoria para él, y por ende para su marca, desde octubre del año pasado en Phillip Island (Australia). Segundo podio de la temporada tras Jerez. "Es una victoria muy especial, quiero dar las gracias a todo el equipo. Assen siempre es especial. Es un día feliz", comentó Maverick. El catalán quiere recuperar parte del crédito pérdido y este mediodía dio una clase magistral de pilotaje ante un Márquez que, viendo lo que le sucedió a Rins, que se fue al suelo muy temprano, no presentó demasiada oposición y abrió más distancia en el Mundial.

Maverick fue el tercero en discordia durante la primera parte de la carrera. Desde atrás, muy pegadito, disfrutó del duelo entre Marc y Quartararo. Cuando no se iba largo el francés, lo hacía el '93'. El viento en algunas zonas del trazado jugo malas pasadas a ambos pilotos, en especial a Quartararo, recién operado del síndrome compartimental. Cada vez que las fuertes rachas de aire golpeaban su moto, esta se tambaleaba como si se fuera a desmontar. Márquez lo supo aprovechar para ponerse varias veces por delante, pero a trece vueltas para el final Viñales tomó la iniciativa mientras las Ducati -Dovizioso y Petrucci- se rebasaban una y otra vez por detrás y Rossi mordía el polvo junto a Nakagami. El gerundense se sabía superior.

El ataque de Viñales

Viñales, campeón de Moto3 en 2013, pasó primero a Quartararo, que decidió desistir y mantener su tercera plaza al resultarle imposible combatir en condiciones por su falta de estabilidad y grip, y luego a Márquez. No volvió a soltar el liderato. Con mucha finura, fue abriendo poco a poco hueco sobre el de Cervera. Perseguir la estela azul, díficil. Márquez se quedó rezagado y, como Fabio, puso el piloto automático. Para rodillo desatado ya estaba Viñales. El '93', por su parte, no estaba dispuesto a cometer un error que metiera de nuevo a su principal rival, Dovizioso, en la lucha por el cetro de MotoGP. Entró a casi cuatro segundos de su compatriota y Fabio, a ocho. "He cogido mucha experiencia, lideré la carrera durante algunas vueltas, pero había bastante viento y me resultó imposible seguir a estos cracks", explicó el joven francés, que cerró un podio insultantemente joven.

Viñales entró eufórico en meta, como no podía ser de otra manera. Su victoria tiene mucho significado tanto para él, pues le ayuda en su confianza, y para la fábrica de los diapasiones, ansiosa de éxitos. Además, por fin pudo disfrutar de un duelo contra Márquez dos años y medio después de su puesta en escena en la máxima cilindrada. Sachsenring, en Alemania, próxima prueba.