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La preocupación de Jorge Lorenzo y el 'martillo' de Marc Márquez
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"Hay que estar decepcionado"

La preocupación de Jorge Lorenzo y el 'martillo' de Marc Márquez

El balear realizó una carrera nefasta en Jerez al mismo tiempo que su compañero se llevaba la victoria con solvencia. Su arranque de mundial con Honda, peor que con Ducati en 2017

Foto: Jorge Lorenzo, rodando solo durante la carrera de este domingo en Jerez. (Reuters)
Jorge Lorenzo, rodando solo durante la carrera de este domingo en Jerez. (Reuters)

"Soy un campeón y lo voy a conseguir". Son palabras de Jorge Lorenzo, pero no de su temporada anterior en Ducati, cuando tuvo que salir al paso de las críticas para marcar territorio, tampoco de su estreno con Honda en marzo. No, la frase del balear corresponde a este pasado domingo, tras un nuevo gran premio decepcionante. Esta vez, en Jerez, su casa, su circuito talismán. El mal resultado escuece el doble porque aquí consiguió su primer podio con la firma italiana en 2017 y esperaba, al menos, volver a ser competitivo este año. Estuvo lejos de conseguirlo. Lorenzo reaccionará, eso parece claro, pero tras la decepción en el trazado andaluz debería hacérselo mirar. Sus palabras, de momento, no calan en el aficionado.

Entre lesiones, fallos mecánicos y problemas de adaptación, el mallorquín aterrizó en España con ganas de resarcirse. La alegría que le supuso su segunda posición tras el FP1 se fue diluyendo como un azucarillo. El fin de semana avanzaba y, poco a poco, se iba poniendo de manifiesto que está a años luz de su mejor versión. El piloto no volvió a ser competitivo, se cayó durante la Q2 y acabó la carrera el 12º ( a 18 segundos de la cabeza), sin ritmo y favorecido por circunstancias ajenas, mientras contemplaba por las pantallas la celebración de su compañero, Marc Márquez, que sumó una nueva victoria con una moto idéntica.

El triunfo del de Cervera escenifica su fortaleza mental. Es uno de sus secretos. Tras irse al suelo en Austin no era fácil volver a subirse a una MotoGP y salir airoso. Marc lo hizo y, además, con autoridad. Ganó a base de 'martillo', ese que Lorenzo soñaba (y sueña) con sacar lo antes posible según comentó en entrevistas. Fue ponerse el semáforo en verde y el catalán desapareció de la vista de todos sus contrincantes. Voló hacia la victoria desde la primera curva, sin miedo. Se puso primero y nadie osó devolverle el adelantamiento.

placeholder Lorenzo charla preocupado con sus mecánicos en el garaje de Honda. (EFE)
Lorenzo charla preocupado con sus mecánicos en el garaje de Honda. (EFE)

Es otro nivel. Llegó al parque cerrado llevándose los dedos índices de sus manos a la cabeza, en un gesto que representaba la concentración de la que había hecho gala. Mientras, al otro lado del garaje a Lorenzo le comen las dudas. "Una carrera muy dura psicológicamente porque tenía muchas esperanzas puestas aquí. Una posición difícil de aceptar y un resultado muy malo. Hay que estar decepcionado y preocupado. La situación es muy dura pero solo queda seguir trabajando", comentó.

La anarquía es Honda

Pese a todo, no pierde la calma. Su situación en la pista resulta desesperante para el gran público y hasta para él, pero entiende que en adelante solo queda mejorar. Jorge no se cansa de recordar que ha tenido una pretemporada nefasta y que solo lleva cuatro carreras. Aboga por el trabajo común de todo el equipo en aras de salir de esta comprometida situación. Seguramente, y después de abandonar Borno Panigale, ni él se esperaba esto. La anarquía era Ducati, en Honda le esperaba una montura más amable, sin ser tampoco fina como su querida Yamaha. "No estoy cómodo con la moto, especialmente en frenada. Para mi estilo de pilotaje aún hace que pierda mucho entrando en curva. Ahora no entro, lo hago demasiado derecho. Hay algo que se nos pasa por alto", explicó.

El mallorquín deseaba que el reasfaltado de Jerez, con mejor agarre, le ayudara, pero ni con esas. La esencia de su estilo, en la nevera. Dispone de la mejor moto del campeonato, pero para Jorge es un problema de adaptación, de sentirse cómodo en el manejo de la RC213V. En cuanto coja confianza, podrá ir rápido. Parece fácil, pero no lo es y no todas las soluciones le corresponden a él. Ahora mismo lo ideal seria que encontrara una correcta puesta a punto para frenar la moto con anticipación, lo que le permitiría soltar frenos antes y hacer un paso por curva más ágil. Su comienzo con Honda está siendo peor que con Ducati. No solo lo dicen los puntos, también las sensaciones. "Estoy preocupado pero sé que el resultado llegará. No solo tengo tres o cuatro carreras, quedan todas las de este año y las del que viene ", afirmó esperanzado. Su contrato expira en 2020.

Lorenzo tiene este lunes tiempo para seguir afianzando su relación con Honda. Hay test en Jerez hasta las 18:00h. Dentro de dos semanas toca Le Mans, un circuito donde ha ganado en cinco de sus seis visitas al podio.

"Soy un campeón y lo voy a conseguir". Son palabras de Jorge Lorenzo, pero no de su temporada anterior en Ducati, cuando tuvo que salir al paso de las críticas para marcar territorio, tampoco de su estreno con Honda en marzo. No, la frase del balear corresponde a este pasado domingo, tras un nuevo gran premio decepcionante. Esta vez, en Jerez, su casa, su circuito talismán. El mal resultado escuece el doble porque aquí consiguió su primer podio con la firma italiana en 2017 y esperaba, al menos, volver a ser competitivo este año. Estuvo lejos de conseguirlo. Lorenzo reaccionará, eso parece claro, pero tras la decepción en el trazado andaluz debería hacérselo mirar. Sus palabras, de momento, no calan en el aficionado.

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