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El calvario de Fonsi Nieto con el pie para pasar 14 veces por el quirófano
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EL RIESGO DE QUE SE INFECTE

El calvario de Fonsi Nieto con el pie para pasar 14 veces por el quirófano

Fonsi Nieto vive un drama desde 2010 cuando sufrió un accidente en los entrenamientos del Gran Premio de Indianapolis. Lleva ya 14 intervenciones en el pie izquierdo

Foto: Fonsi Nieto en la cama del hospital. (foto vía fonsi nieto instagram)
Fonsi Nieto en la cama del hospital. (foto vía fonsi nieto instagram)

El ex piloto de motociclismo Fonsi Nieto lleva nueve años sufriendo un calvario con su pie izquierdo que le obliga a pasar por el quirófano con frecuencia para vigilar una herida que tiene riesgo de infección y no acaban de encontrar la solución a todos los dolores. Un drama que empezó en 2010 cuando sufrió un accidente en los entrenamientos del Gran Premio de Indianapolis, cuando era piloto de Moto2 (Moriwaki) y tuvo una caída que le provocó múltiples fracturas de los huesos astrágalo y calcáneo del pie izquierdo. La gravedad del accidente provocó que fuera intervenido en una clínica de la ciudad estadounidense y operado con urgencia. Una intervención que no fue un éxito, como se ha ido comprobando a lo largo de todos estos años, por las diferentes secuelas que le imposibilitan llevar una vida normal.

Los cirujanos estadounidenses colocaron una placa metálica y tornillos para después cerrar la herida. Las primeras señales de alerta fueron unos fortísimos dolores en el pie provocados por la presión de los nervios y los vasos sanguíneos. Regresó a Madrid para ser atendido y supervisaron la herida y cómo se desarrolló la primera operación. Desde entonces se ha puesto en observación con el doctor Ángel Villamor en la clínica San José. El cirujano del que Fonsi Nieto habla maravillas y dice que es como un ángel de la guarda. La persona que cuida y vigila una herida que se ha infectado en diferentes ocasiones y le da problemas de artritis y artrosis. Dolores insufribles.

"Creía que me tenían que amputar"

“Nada más caer me di cuenta de que me había reventado el pie. Creía que me tenían que amputar la pierna porque no aguantaba el dolor”, reconoció Fonsi Nieto días después de un grave accidente que está suponiendo un castigo y que lleva con paciencia y cada vez con mejor humor gracias al apoyo de su mujer, Marta Castro. Unos problemas que se agravaron en el hospital estadounidense después de que se le encharcaran los pulmones y le provocara un edema pulmonar la anestesia.

Habitualmente el ex piloto aparece en las redes sociales para mostrar cómo se encuentra de ánimo, tiene que pasar por el quirófano y mantener informado de su estado de salud. En uno de sus últimos mensajes reconoce que ya lleva catorce intervenciones: “Chicos, aquí seguimos, una piedra más en el camino, y ya van 14, pero con muchísimas ganas de estar pronto como nuevo. Para los que me preguntáis todos los días y os preocupáis por mí solo tengo palabras de agradecimiento porque no os imagináis la fuerza que me da. Os prometo que será la última... Bueno o penúltima. Estoy bien y solo puedo agradecer a mi médico y amigo el doctor Villamor, a su equipo y a Sanitas por cuidarme tan bien desde el principio de mi carrera deportiva hasta hoy. Espero pronto estar a tope, y seguir dando guerra como siempre”.

El ex piloto de motociclismo Fonsi Nieto lleva nueve años sufriendo un calvario con su pie izquierdo que le obliga a pasar por el quirófano con frecuencia para vigilar una herida que tiene riesgo de infección y no acaban de encontrar la solución a todos los dolores. Un drama que empezó en 2010 cuando sufrió un accidente en los entrenamientos del Gran Premio de Indianapolis, cuando era piloto de Moto2 (Moriwaki) y tuvo una caída que le provocó múltiples fracturas de los huesos astrágalo y calcáneo del pie izquierdo. La gravedad del accidente provocó que fuera intervenido en una clínica de la ciudad estadounidense y operado con urgencia. Una intervención que no fue un éxito, como se ha ido comprobando a lo largo de todos estos años, por las diferentes secuelas que le imposibilitan llevar una vida normal.

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