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La rebelión de Maverick Viñales en Yamaha y su 'disparo' al jefe
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La rebelión de Maverick Viñales en Yamaha y su 'disparo' al jefe

Maverick Viñales se quejó en la televisión italiana de la falta de atención por parte de su equipo, un mensaje directo para los responsables de la escudería

Foto: Maverick Viñales, con la Yamaha (EFE)
Maverick Viñales, con la Yamaha (EFE)

Maverick Viñales es un piloto discreto, poco amigo de grandes declaraciones, con un perfil menos comunicativo que otros pilotos de MotoGP. Por eso cualquier declaración suya en un tono diferente al habitual -por lo general planas y concordadas con el equipo-, siempre sorprende. Primero sorprendió que en medio del caos en el que vive Yamaha dijera después del Gran Premio de Aragón tenía “cero expectativas”, pero en Tailandia fue más allá, y en declaraciones al canal Sky italiano se quejó por no recibir la atención que él consideraba adecuada por parte de la escudería Yamaha: “Me he sentido un olvidado, apartado. Me gustaría haber recibido en algún momento un abrazo. Es importante sentir que somos un equipo, y a mí eso me ha faltado”, dijo Viñales.

No fue una queja, un lamento de desesperación. Fue un serio toque de atención de un piloto que habitualmente sonríe y calla, que huye de la polémica. No fue casual que su queja la realizara en la televisión italiana en vez de hacerla en los medios españoles, porque el destinatario del mensaje no eran los medios de comunicación, ni los aficionados. El receptor estaba en Italia, en Gerno di Lesmo, la sede del equipo Yamaha Motor Racing.

Foto: Marc Márquez, tras su victoria en Tailandia. (EFE)
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Ahí es donde tienen que hacer acuse de recibo y enmendar los errores cometidos. No en vano, no se trata sólo de uno de sus dos pilotos actualmente en nómina. Viñales es su piloto de futuro, es su porvenir. Está obligado a seguir en Yamaha en virtud de su contrato, pero aunque quedara liberado y el equipo tuviera que buscar un sustituto, en la actualidad seguramente no habría muchos pilotos en MotoGP dispuestos a apostar su futuro inmediato por Yamaha. No en estos momentos.

Se puede pensar que las quejas de Viñales eran un desahogo. Tal vez. Pero su comportamiento durante el fin de semana en Tailandia reveló que no fue casual esa declaración a Sky, en italiano. Ni tampoco resultó casual su determinación para alcanzar el podio por delante de Rossi, que lleva toda la temporada superándole. Se habla mucho de que este fin de semana, en el que el Mundial hace parada en Japón, el país donde se encuentran las sedes de algunos fabricantes de MotoGP, de Honda, Yamaha y Suzuki, los pilotos de estas marcas tienen ante si una especial determinación. Es cierto, pero subirse al podio en Tailandia es un mensaje con mucho más peso y repercusión que hacerlo en Motegi.

Tailandia e Indonesia son los mercados más importantes para los fabricantes japoneses. Prueba de ello es que en Buriram estuvo, entre otros, el presidente de Yamaha Motor Company, Yoshihiro Hidaka, y fue a él a quien primero se dirigió Viñales tras la carrera en el “corralito”, el espacio del pit lane donde los pilotos aparcan sus motos y reciben el calor de su equipo. Allí mantuvo una breve pero elocuente conversación, y fue Viñales y no otro el que logró colocar en el podio una Yamaha en el MotoGP después de meses sin conseguirlo. Segundo mensaje.

placeholder Rossi y Viñales. (EFE)
Rossi y Viñales. (EFE)

Ser el mejor de Yamaha

Lo que ha hecho Viñales es rebelarse. Las revoluciones, para que triunfen, hay que hacerlas desde dentro. Y Viñales se rebela no para ser el mejor de MotoGP –que también-, sino porque quiere ser, de momento, el mejor de Yamaha, algo que en estos momentos tiene que ser su punto de partida. Pero para ello necesita jugar con las mismas cartas, poder elegir su propio camino, algo que parece que el equipo le negaba, según se desprende de sus declaraciones.

Esta mañana en Motegi, la actitud de Viñales era la habitual de todos los jueves en víspera de los primeros entrenamientos del fin de semana, era esperanzadora, positiva. Dice que ha conseguido evolucionar porque han tomado las decisiones adecuadas: “Nos fue bien en Tailandia más por el cambio que hicimos en el reparto de pesos de la moto que por los neumáticos”, dijo, haciendo referencia a la carcasa emplea en Buriram, la misma que se usó en Austria, y que es diferente en el resto de las carreras.

Parece ser que la moto es más estable delante, se apoya más en el tren delantero y tracciona mejor. En Motegi, un circuito de fuertes aceleraciones, estrenarán nueva aerodinámica. Otros equipos también lo harán. La carrera de Japón debe ratificar la mejora. Y Viñales tiene confirmar que había causa para su revuelta.

Foto: Valentino Rossi no gana una carrera de MotoGP desde junio de 2017. (EFE)

Pero en el garaje de Yamaha sigue habiendo multitud de dudas, lo cual es lógico: MotoGP es un campeonato tan elevado y complejo que nada se soluciona de la noche a la mañana. Nadie encuentra argumentos para explicar por qué hubo tres Yamaha entre las cinco primeras posiciones en Tailandia. A veces, la explicación más cabal es la más sencilla, y por lo general es Valentino Rossi el que siempre aporta un análisis más claro: “Hicimos pocas modificaciones respecto a Aragón –dijo Rossi-, la moto era muy similar, y quizás simplemente se trató de un buen maridaje entre los neumáticos, la M1 y esa pista”.

Sólo cabe recordar a los que habitualmente recurren a la teoría de la conspiración para explicar todo, que la elección de neumáticos, no sólo compuestos sino también carcasas, es una cuestión cerrada y consensuada entre Michelin y los equipos desde antes de que comenzara el Mundial.

Maverick Viñales es un piloto discreto, poco amigo de grandes declaraciones, con un perfil menos comunicativo que otros pilotos de MotoGP. Por eso cualquier declaración suya en un tono diferente al habitual -por lo general planas y concordadas con el equipo-, siempre sorprende. Primero sorprendió que en medio del caos en el que vive Yamaha dijera después del Gran Premio de Aragón tenía “cero expectativas”, pero en Tailandia fue más allá, y en declaraciones al canal Sky italiano se quejó por no recibir la atención que él consideraba adecuada por parte de la escudería Yamaha: “Me he sentido un olvidado, apartado. Me gustaría haber recibido en algún momento un abrazo. Es importante sentir que somos un equipo, y a mí eso me ha faltado”, dijo Viñales.

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