Márquez gana en Aragón y Lorenzo le culpa de su caída: "Que no me lo vuelva a hacer"

Marc Márquez no corre con la calculadora. No lo ha hecho nunca y no parece que vaya a hacerlo. En su situación, con más de dos carreras de ventaja en la clasificación del Mundial y apenas un tercio del campeonato por disputarse, podría limitarse a seguir la rueda de su principal rival, Andrea Dovizioso. En cambio, prefiere arriesgarse y medirse en el cuerpo a cuerpo con el italiano. Lo hizo en el Gran Premio de Aragón, donde ambos volvieron a protagonizar un gran duelo que terminó con victoria del español, que cada vez tiene más cerca su quinto título en la máxima categoría.

Quedan cinco carreras para el final y Márquez aventaja en 72 puntos a Dovizioso. Jorge Lorenzo, que hace unas carreras estaba a la par que su compañero en Ducati, ya está a más de 100 puntos de la cabeza, después de dos caídas seguidas que le han dejado sin puntuar. En Motorland salió desde la pole, pero se fue al suelo en la primera curva. Eso convirtió la habitual lucha a tres bandas entre las dos Ducati y la Honda en un duelo.

"Se ve que ha sido mi culpa y no es así"

En la caída, Lorenzo se luxo un dedo del pie y sufrió la rotura del metatarso de otro. El de Ducati culpó de forma directa a Márquez, con quien compartirá equipo el próximo año en Honda. "Me ha hecho no entrar en la curva y me he tenido que ir muy largo. Para que no me pasaran cuatro o cinco pilotos inclinado he abierto gas y se me ha ido de atrás (...) De fuera se ve que ha sido mi culpa y no es así", explicó Lorenzo, que acusó a Márquez de maniobras similares en otras carreras.

"Que no me lo haga más, si no tendré que pilotar de una manera que no me gusta", advirtió Lorenzo, que espera que el líder de Mundial se disculpe. El de Honda calificó el incidente como un lance de carrera. "En este circuito cuando vas a la zona sucia patina mucho (...) Cuando vas a esa zona, con la adenalina de la carrera, tienes que tener la sangre fría de no abrir gas a tope", dijo.

Márquez planeó una carrera de menos a más. "He pilotado muy bien, de manera muy suave al principio. He seguido a Andrea de manera adecuada", explicó tras la carrera. Rodó 13 vueltas detrás del italiano, sin intentar adelantarlo. Pero a diez vueltas del final comenzaron las hostilidades, que ya no pararon hasta el final. "Ha habido una gran lucha. Iba completamente al límite", reconoció el piloto español. En la lucha se metió Andrea Iannone, que terminó tercero.

El piloto de Honda explicó que tomó riesgos incluso antes del comienzo de la carrera, al montar un neumático blando trasero en vez del duro. "Quería sentir el límite del neumático. Y con el duro no lo sentía. Ha sido la clave para estar con Dovi y al final jugársela", explicó a Movistar MotoGP. "Ya llevaba unas carreras arriesgando, pero no llegaba. Y en esta he dicho: me la juego. Quería ganar. Esto nos permitirá arriesgar o conservar más".