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Pedrosa y Bautista: la generación del 'baby boom' a punto de desaparecer de MotoGP
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uno se retira y el otro correrá en sbk

Pedrosa y Bautista: la generación del 'baby boom' a punto de desaparecer de MotoGP

A partir de 2019, Jorge Lorenzo será el único representante en el Mundial de aquella generación de pilotos que comenzó a despuntar hace dos décadas

Foto: El podio de GP de Motegi 2012: Dani Pedrosa (1º), Jorge Lorenzo (2º) y Álvaro Bautista (3º). Solo Lorenzo seguirá en la categoría en 2019. (Imago)
El podio de GP de Motegi 2012: Dani Pedrosa (1º), Jorge Lorenzo (2º) y Álvaro Bautista (3º). Solo Lorenzo seguirá en la categoría en 2019. (Imago)

Hace 20 temporadas, el motociclismo español vivía momentos de cambio. Mientras Álex Crivillé luchaba por el título mundial de 500, la última asignatura pendiente de los pilotos españoles, de puertas para adentro se gestaba en nuestro país la gran transformación que sentaría las bases del actual dominio en MotoGP. Al calor del nuevo Campeonato de España de Velocidad (CEV) creado por Dorna, el promotor del campeonato del mundo, y los campeonatos de promoción como la Copa Aprilia y la Movistar Activa Joven Cup –también obra de Dorna–, un aluvión de aspirantes a piloto tomaba las pistas españolas dispuesto a cambiar el curso de la historia.

Aquella generación de chavales, todos jovencísimos, supuso un verdadero 'baby boom' para el motociclismo español. De la Copa Aprilia salió Jorge Lorenzo, y en la primera promoción de la Movistar estaban Dani Pedrosa y Álvaro Bautista. Solo unos pocos años más tarde, los tres se convirtieron en campeones del mundo.

Foto: Una moto en el paddock de Silverstone, tapada por un plástico por la lluvia. (EFE)

En los albores del nuevo siglo todos coincidieron en el Mundial, y con ellos otros muchachos a los que conocían desde niños, con los que crecieron jugando a carreras en los campeonatos de minimotos hasta hacerse mayores en los circuitos de velocidad. Esa generación, que llegó a los grandes premios cargada de ilusiones y sueños, fue labrándose su camino poco a poco, y ha ido desapareciendo de escena en función de su suerte. Al finalizar la presente temporada, Pedrosa y Bautista dejarán el campeonato. El primero abandona la competición; Bautista iniciará una nueva etapa en el Mundial de SBK.

De la generación del 'baby boom' sólo permanecerá en el Mundial Jorge Lorenzo, aunque otros pilotos contemporáneos de él también seguirán compitiendo. Al caso de Bautista hay que sumar el de Toni Elías, que disputa el campeonato norteamericano, y el de Ángel Rodríguez, todo un Guadiana del motociclismo español, que aparece y desaparece, y que estará en el Mundial de Resistencia en la campaña 2018-2019.

placeholder A final de temporada, Dani Pedrosa dejará el motociclismo. (EFE)
A final de temporada, Dani Pedrosa dejará el motociclismo. (EFE)

Un adiós diferente

El futuro de Pedrosa tuvo en vilo a los aficionados e incendió las redes sociales durante semanas. El anuncio de su retirada le quitó un gran peso de encima, pero también puso sobre la mesa su evidente desmotivación, que queda de manifiesto carrera tras carrera, porque no encuentra su ritmo y los resultados no son los que se esperan de él. El colmo llegó en Silverstone, donde acabó disputando la primera clasificatoria (Q1) tras acabar muy retrasado (16º) en las sesiones libres. No era la primera vez que pasaba por la Q1, pero en este caso lo sorprendente es que tanto Morbidelli como Nakagami, con dos Honda RC213V estándar, le endosaron una escandalosa diferencia: medio segundo y más de tres décimas, respectivamente.

Pedrosa necesita recuperar la motivación para tener una despedida digna, acorde a lo que ha representado para el campeonato y para el motociclismo español, pero todo depende de él mismo, de que encuentre su confianza y su momento, de que recupere las ganas. Cada fin de semana tendría que ser una fiesta de despedida. Los aficionados de cada pista, desde hoy y hasta el 18 de noviembre en el Circuit Ricardo Tormo, tendrían que levantarse a su paso para decirle adiós como se merece, pero si Pedrosa no encuentra esa motivación necesaria e imprescindible, verá pasar las próximas siete carreras sin pena ni gloria. Y no se lo merece, pero depende de él.

La salida de Bautista es bien diferente: el de Talavera tiene ganas más que de sobra y está realizando una positiva temporada a lomos de su Ducati satélite, pero se ha quedado sin sitio. A partir de 2019 volverá a disponer de una moto oficial, pero en este caso en SBK, el campeonato del mundo para motos derivadas de serie. Allí se proclamó campeón Carlos Checa en 2011 tres años después de dejar MotoGP.

placeholder Álvaro Bautista correrá en el Mundial SBK en 2019. (EFE)
Álvaro Bautista correrá en el Mundial SBK en 2019. (EFE)

Un nuevo tiempo

El nuevo tiempo que rige en MotoGP se precipita sobre la realidad. La urgencia se impone a todo, y mucho antes de que la temporada 2018 tomara forma, antes de que comenzáramos a separar el grano de la paja, ya se habían definido los equipos para las dos próximas temporadas. Hay una máxima en las carreras que parece olvidada: lo importante no es cómo empieza, sino cómo termina. Y ahora poco importa el final, al parecer.

Hay múltiples casos. Por ejemplo, la situación del nuevo equipo SIC, al que tuvo opción de ir Pedrosa, que tendrá como pilotos a dos jovencísimos valores. Uno, Franco Morbidelli, campeón de Moto2 en 2017 y debutante en MotoGP esta temporada, que con una moto claramente inferior no ha tenido capacidad de demostrar su verdadero nivel. El otro, Fabio Quartararo, años atrás la gran promesa del motociclismo dada su juventud. Tras cuatro temporadas en cuatro equipos diferentes, dos en Moto3 y otras tantas en Moto2, una victoria y un podio han servido para promoverlo a MotoGP con SIC. Resulta difícil de entender.

No es el único caso. Sin menospreciar a nadie, vemos que Suzuki prescinde de Andrea Iannone, cuando ha sido sistemáticamente más rápido en entrenamientos y carrera que su compañero Álex Rins, y apuesta por el prometedor Joan Mir, campeón de Moto3 la pasada temporada y que este año no ha terminado de asentarse entre los mejores de Moto2. Y qué decir de Ducati: le enseñaron la puerta de salida a Jorge Lorenzo para decantarse por Danilo Petrucci.

Al final, el Mundial de MotoGP no es más que un reflejo de la atropellada vida que vivimos, donde la urgencia, la inmediatez y la prisa lo dominan todo.

Hace 20 temporadas, el motociclismo español vivía momentos de cambio. Mientras Álex Crivillé luchaba por el título mundial de 500, la última asignatura pendiente de los pilotos españoles, de puertas para adentro se gestaba en nuestro país la gran transformación que sentaría las bases del actual dominio en MotoGP. Al calor del nuevo Campeonato de España de Velocidad (CEV) creado por Dorna, el promotor del campeonato del mundo, y los campeonatos de promoción como la Copa Aprilia y la Movistar Activa Joven Cup –también obra de Dorna–, un aluvión de aspirantes a piloto tomaba las pistas españolas dispuesto a cambiar el curso de la historia.

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