Lorenzo desafía a Márquez y Honda: Ducati peleará por ganar en todas las pistas
En las recientes pruebas realizadas en Misano, Jorge Lorenzo fulminó a su compañero de equipo a Andrea Dovizioso y le endosó más de un segundo a Cal Crutchlow
Quedan ocho carreras por disputarse en el Mundial de MotoGP. Mucha tele por cortar, y este fin de semana el campeonato se detiene en Silverstone para disputar el Gran Premio de Gran Bretaña. El liderazgo de Marc Márquez en el campeonato del mundo es sólido, nada menos que 59 puntos sobre Valentino Rossi y 71 por delante de Jorge Lorenzo. O lo que es lo mismo: casi tres carreras de ventaja sobre su futuro compañero, el todavía piloto de Ducati.
Lorenzo llega a Silverstone en un extraordinario estado de forma. A su reciente victoria en el Gran Premio de Austria hay sumar los buenos registros conseguidos la semana pasada en unos entrenamientos privados en Misano, donde Lorenzo endosó a su compañero Andrea Dovizioso seis décimas y dejó a Cal Crutchlow a más de un segundo de distancia. Podemos decir que Lorenzo se encuentra en estado de gracia: vuelve a pilotar con confianza y agresividad.
Tan satisfecho y a gusto se muestra el piloto mallorquín que no ha dudado al decir que con la Ducati se puede optar a ganar en cualquier carrera del campeonato. Y el ultrarrápido circuito de Silverstone se muestra como un escenario más que propicio para que volvamos a ver tanto Lorenzo como Dovizioso —que nadie lo pierda de vista— peleando por la victoria.
El asfalto de Silverstone
La siempre caprichosa climatología de la campiña inglesa será un factor a tener en cuenta. Pero hay un elemento más determinante: el asfalto. A comienzos de julio se disputó el Gran Premio de Fórmula 1, en el que se hizo evidente el mal estado de la pista, a pesar de que había sido reasfaltada este mismo año después de las quejas recibidas en anteriores ediciones. Silverstone había sido alfaltado en 1996 y tuvieron que pasar 22 años, hasta el pasado mes de febrero, para implantar una nueva capa asfáltica. Pero a la vista de las condiciones del firme, no ha sido un trabajo muy efectivo. Los pilotos de MotoGP van a sufrir las consecuencias: por si no hubiera sido suficiente con el paso de los F1, el pasado fin de semana se disputaron las 6 Horas de Silverstone del WEC y las 4 Horas de GT, con lo que el asfalto inglés se ha llevado un buen tute.
Dadas las circunstancias, Michelin ha tomado medidas y en Silverstone presentará cuatro opciones de neumáticos tanto delante como detrás. El reglamento solo autoriza un máximo de tres compuestos, pero se ha autorizado a realizar esta salvedad.
El hecho de tener un compuesto más es un intento del fabricante francés de que los pilotos tengan más posibilidades de adaptarse a la situación excepcional de Silverstone. En la práctica, las sesiones de entrenamiento se van a convertir en una pesadilla para los pilotos de MotoGP, que en ocasiones tienen dificultades para poder trabajar sobradamente con todos los compuestos. Y en esta ocasión, con uno más, la tarea no va a ser nada sencilla. Por eso, más que nunca, el trabajo durante los entrenamientos será fundamental y esclarecedor.
Yamaha busca soluciones
Si Yamaha no gana en Silverstone, igualará el periodo más largo sin victorias en la máxima categoría de toda su historia. Debutó oficialmente en 500 en 1973, y desde entonces siempre se ha mantenido con regularidad entre los ganadores, pero entre el triunfo de Loris Capirossi en Australia 1996 y el de Simon Crafar en Gran Bretaña 1998 pasaron 22 carreras. Desde el último triunfo de Valentino Rossi (Holanda 2017), la última victoria de Yamaha en MotoGP, han pasado ya 21 carreras sin que uno de sus pilotos suba al peldaño más alto del podio.
Como Ducati, Aprilia y el equipo Honda-LCR, la escudería japonesa estuvo rodando en Misano la semana pasada, aunque no coincidieron en pista. La gran novedad no era técnica, sino humana. El equipo ha incorporado al ingeniero electrónico Michele Gadda, un especialista procedente del Mundial de SBK. Allí comenzó trabajando con Yamaha y posteriormente siguió en BMW y Ducati, antes de reincorporarse a Yamaha esta temporada. Casualidad o no, su trabajo ha coincidido con el regreso de la marca a la senda de la victoria en SBK, tanto con Alex Lowes como con Michael van der Mark.
"Puede ser un final de temporada muy frustrante si no somos capaces de mejorar", dijo Rossi
En Misano, Yamaha trabajó en una serie de actualizaciones, evoluciones que no aportan nada nuevo, pero que intentan sentar nuevas bases de trabajo de cara al futuro. Rossi, como de costumbre, habló claro sobre el futuro. "Puede ser un final de temporada muy frustrante si no somos capaces de mejorar. Para mí es importante saber hasta qué punto Yamaha quiere volver a ganar", dijo. Lo dice el segundo de la tabla, con ocho grandes premios por delante y dos años más de contrato con la marca.
Tarde o temprano, Yamaha saldrá del bache. No será, ni de largo, el peor periodo de una fábrica en MotoGP. Lo de Ducati fue aún peor: 101 carreras sin ganar entre Australia 2010 y Austria 2016. El último de la era Preziosi y el primero de la etapa Dall’Igna. Y Suzuki… 167 carreras entre aquel triunfo sobre mojado de Chris Vermeulen en Le Mans 2007 y el conseguido por Maverick Viñales, precisamente en Silverstone 2016.
Quedan ocho carreras por disputarse en el Mundial de MotoGP. Mucha tele por cortar, y este fin de semana el campeonato se detiene en Silverstone para disputar el Gran Premio de Gran Bretaña. El liderazgo de Marc Márquez en el campeonato del mundo es sólido, nada menos que 59 puntos sobre Valentino Rossi y 71 por delante de Jorge Lorenzo. O lo que es lo mismo: casi tres carreras de ventaja sobre su futuro compañero, el todavía piloto de Ducati.
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