El estilo arriesgado de Márquez marca la diferencia: lanzado sobre el filo de la navaja

Motorland Aragón es el circuito talismán de Marc Márquez, una pista cercana a su casa, en Cervera, donde se siente a gusto y es el trazado que, junto con COTA, el circuito de Austin, mejor se adapta al estilo de pilotaje de Márquez. Éste era el sitio donde Marc se podía permitir el lujo de arriesgar, y así lo ha hecho, corriendo y ganando una carrera nada fácil, lanzado sobre el filo de la navaja, apurando al máximo sin red, jugándosela como sólo lo hace él, con ese estilo indiscutible, como si se acabara el mundo en cada apurada, en cada curva… Siempre sin miedo. Y así lleva ganando un año tras otro, y ya van sesenta victorias, que se dice pronto.

“En todas las carreras tomo riesgos, y hoy he tomado muchos más riesgos porque no estaba a gusto. He estado peleando con la moto toda la carrera, y eso a nivel físico es muy exigente. En las curvas de izquierda me he sentido bien, pero en las de derechas he tenido muchos problemas”, reconocía Márquez, que desde el inicio de carrera no se ha sentido cómodo. “En esta carrera el espíritu de mi pilotaje ha hecho la diferencia”, añadió.

Y así ha sido, porque en Motorland le hemos vuelto a ver caer dos veces, y ya van 22, precisamente la segunda en la curva 12, donde más se ha expuesto durante la carrera, yéndose largo, tanteando a sus rivales, y es allí donde ha realizado el adelantamiento con el que ha alcanzado la primera posición en la 16ª vuelta. “Esta temporada me caigo pero es porque estoy apretando; si fuera fácil no me caería tanto”. De todos modos, también es evidente que la evolución experimentada por la Honda, que ha mejorado de forma notable tras el primer tercio del campeonato –ha estado siempre en el podio desde Cataluña, salvo la avería mecánica sufrida en Silverstone-, también genera la suficiente confianza como para dar ese paso adelante cuando las circunstancias lo requieren.

Márquez no se ha arriesgado por casualidad. Sabía que era un momento clave, porque sabía que éste era un circuito en el que Andrea Dovizioso podría tener problemas, “porque en 2016 ya los tuvo”, dijo Marc. Y así fue. Al contrario, Jorge Lorenzo hizo su mejor carrera del año, liderando durante quince vueltas y terminando más cerca que nunca de la primera posición, a sólo dos segundos de Márquez.

Interpretar la carrera

En Motorland lo más complicado fue saber interpretar la carrera. La subida de temperatura con respecto a los días precedentes marcó una importante diferencia, y eso generó dudas en muchos pilotos al inicio de la prueba a la hora de elegir el neumático. Pasar de un compuesto a otro tenía más trascendencia que en anteriores ocasiones, porque en las últimas carreras las diferencias entre los compuestos blando, medio y duro no era muy grande, y optar por uno u otro no suponía un cambio demasiado brusco.

Pero en Motorland los compuestos eran muy diferentes y había que afinar, y una vez en carrera, había que encontrar el ritmo. Lorenzo, con el trasero blando, arrancó con fuerza de inmediato; Pedrosa, con el medio, se sintió más cómodo: “Podía haber usado el neumático duro, pero era más difícil de gestionar y he tenido que tener calma con el gas”, admitió tras la carrera. Y Márquez se las apañó derrochando valor.

Y a Viñales, la opción elegida detrás, el compuesto duro, claramente se le atragantó. Llegó a rodar sexto, acosado por Aleix Espargaró, que ha estado brillante en Motorland, pero a mitad de carrera reaccionó y comenzó a remontar entrando en el ritmo del grupo delantero. Era demasiado tarde.

Viñales, la otra cara de la moneda

En el otro lado de la balanza está Maverick Viñales, que ha sido, sin lugar a dudas, la gran decepción del fin de semana. Viñales hizo la 'pole', dominó la clasificatoria, y mostró un excelente ritmo durante las sesiones de entrenamientos, pero en carrera no fue ni sombra de lo que vimos el sábado. Es preocupante la falta de seguridad que transmite Viñales, que tan pronto va deprisa como desaparece –el viernes, en mojado, estaba a casi dos segundos de Dani Pedrosa-, y en carrera ha pagado caro sus dudas con los neumáticos.

Originariamente había optado por un compuesto medio para el neumático trasero, pero la subida de la temperatura le hizo dudar y terminó montando el compuesto duro –la opción elegida por Rossi desde el primer momento- que no había llegado a probar en todo el fin de semana. En una carrera en la que la gestión de los neumáticos ha sido importante, Viñales no ha estado acertado.

Terminar cuarto después de tener la 'pole' es una gran decepción. Son los mismos 13 puntos que sumó en Misano, pero entonces, en agua, ofreció una sensación bien distinta. Ahora la distancia que le separa de Márquez es de 28 puntos, no es insalvable, pero después de la carrera de Alcañiz es una pared tan grande como el muro de escollera que se alza al pie de la curva 12, donde Márquez, con su arrojo, ha cimentado esta victoria.

Clasificación de MotoGP (14 de 18)