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Valentino Rossi tenía razón: el nuevo chasis le lleva a la victoria en Assen
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PREDIJO LOS MALES DE SU YAMAHA DE 2017

Valentino Rossi tenía razón: el nuevo chasis le lleva a la victoria en Assen

Hace una semana Rossi ofrecía su diagnóstico: “La moto 2017 estresa la goma trasera, perdemos paso por curva y velocidad de entrada en curva”. En Assen empleó nuevo chasis y ganó

Foto: Valentino Rossi sobre su Yamaha. (EFE)
Valentino Rossi sobre su Yamaha. (EFE)

La carrera de Assen puede marcar un nuevo tiempo dentro del box de Yamaha. En estos meses se ha desarrollado una lucha silente, sin estridencias ni salidas de tono, entre Valentino Rossi y Maverick Viñales, que afloró definitivamente después del Gran Premio de Cataluña. Entonces, frente a las quejas de Viñales, incapaz de explicarse el por qué de sus repentinos altibajos, de los que el piloto hace responsable principalmente a los neumáticos Michelin, emergió la voz de Rossi, que sonó clara y contundente. Rossi dijo que la culpa de los problemas era de la moto, y que él ya vio descubrió esas pegas en noviembre, la primera vez que se subió al prototipo 2017.

No fue una explicación nueva para Yamaha, era algo sabido desde tiempo atrás, y por eso al día siguiente puso en pista dos nuevos chasis para que los pilotos los probaran en los entrenamientos conjuntos programados en Montmeló. Uno de los bastidores recibió la bendición de ambos, y ha sido utilizado en el Gran Premio de Holanda. Los dos corrieron con esta nueva evolución de chasis: Rossi ha ganado con ella, reafirmando sus teorías sobre el subviraje y el desgaste de neumáticos, pero Viñales se ha caído a mitad de la prueba, cuando rodaba en quinta posición tras un mal inicio de carrera.

Foto: Valentino Rossi saldrá desde la cuarta posición de la parrilla de salida en Assen. (EFE)

Viñales ha cometido un error que deja en evidencia sus flaquezas. Le ha faltado calma, precisamente él, que si por algo había destacado hasta el momento era por su sangre fría y su serenidad, y en Assen le ha tocado aprender una dura lección. Rodaba al mismo ritmo que Rossi, recuperándose décima a décima del mal inicio de carrera. Ha hipotecado su carrera en el primer tramo de la primera vuelta: ahí ha perdido dos segundos, y luego se ha dejado algunas décimas durante los adelantamientos, cinco posiciones que ha tardado once vueltas en recuperar, pero su ritmo era similar al de Rossi, Zarco, Petrucci y Márquez en la primera mitad de carrera. Luego llegó el error de la chicane. Sin ese fallo, habría entrado en la pelea por el podio, con Márquez y Dovizioso, como hizo Crutchlow, y la historia habría sido bien diferente. Pero las carreras son así.

Los puntos débiles de Viñales

Este nuevo cero en su casillero revela sus puntos débiles. Rossi ya los ha descubierto, y ahora la pregunta es si Viñales será capaz de sobreponerse a las adversidades: “Es difícil para todos, incluso para aquellos con un talento sin límites como Maverick. Él es increíblemente rápido, pero la carrera es una historia diferente. Por suerte él tiene debilidades”, dijo. Un comentario que suena a severa crítica, a reafirmación de su posición dentro en las filas de Yamaha.

Pero más grave que el error de la carrera ha sido el mal rendimiento de Viñales en la sesión clasificatoria. Al nivel al que se encuentra MotoGP, no se puede perdonar ni una posición en la parrilla, y Viñales arrancó desde cuarta fila en Assen. “Fue una carrera para aprender y saber que en la clasificación lo mínimo que puedes hacer es sexto o quinto. El error fue ayer, no hoy”, dijo Viñales. No puedo estar de acuerdo con él: los problemas del domingo tienen su origen en su mal rendimiento en la clasificatoria, pero con más calma podría haber enmendado el error. Estaba haciendo una carrera de podio, pero no supo darse cuenta. Ahora, Viñales se va a tener que enfrentar a la prueba más difícil: no sólo tendrá que luchar en la pista, también dentro del garaje de Yamaha.

Rossi estaba exultante tras este triunfo, el 115º de su carrera deportiva. Ha vuelto a tomar la iniciativa en el garaje después de meses contemplando a un arrollador Viñales convertido en una especie de rey Midas. Rossi se mostraba en Assen contento y satisfecho, pero para nada confiado: “No puedo pensar más que carrera a carrera, sesión a sesión. El próximo fin de semana estaremos en Sachsenring. Será un Gran Premio importante para comprender si el nuevo chasis funciona también en las pistas que nos resultan complicadas. No quiero que nos suceda como en Le Mans, donde creíamos haber resuelto todo y en cambio…”, dijo, con su habitual franqueza.

Eterno ganador

“Cuando estás aquí, el pasado cuenta poco, cuenta el presente”, dijo Rossi. Un aforismo que lo conecta estrechamente con uno de los grandes mitos de las carreras, Mike Hailwood, quien un día dijo: “Sólo vales lo que vale tu última carrera”. Sabias palabras.

Rossi pelea día a día para ganar. Ya no es el piloto arrollador del pasado, de la época Honda o de la primera etapa en Yamaha. Ahora sabe que la complejidad de la actual competición, la más exigente en toda la historia del campeonato, le obliga a medir sus fuerzas y evitar excesos. Ya no solo gana el más rápido; el Mundial de MotoGP se ha convertido definitivamente en un campeonato de regularidad por encima de cualquier otro concepto, y Rossi es muy consciente de ello: “Habrá que ganar o conseguir muchos puntos en las pistas favorables y limitar los daños en los circuitos contrarios”, explicó en Assen.

El caso es que ahí sigue Rossi, dando muestras de una longevidad extraordinaria. Desde su primera y lejana victoria en 125 han pasado 20 años y 314 días. Las estadísticas oficiales lo consideran como el periodo más amplio entre primera y última victoria de un piloto en la historia del campeonato. Lamentablemente, las estadísticas del campeonato ignoran la categoría de sidecares, que formó parte del calendario de los Grandes Premios desde 1949 a 1996. Allí corría Rolf Biland, siete veces campeón del mundo y ganador de 81 Grandes Premios, el auténtico ganador más longevo del Mundial: 21 años y 99 días separan su primer triunfo, Gran Premio de Alemania en 1975, del último, conseguido en la República Checa en 1996, el mismo día que Rossi logró su primera victoria.

La carrera de Assen puede marcar un nuevo tiempo dentro del box de Yamaha. En estos meses se ha desarrollado una lucha silente, sin estridencias ni salidas de tono, entre Valentino Rossi y Maverick Viñales, que afloró definitivamente después del Gran Premio de Cataluña. Entonces, frente a las quejas de Viñales, incapaz de explicarse el por qué de sus repentinos altibajos, de los que el piloto hace responsable principalmente a los neumáticos Michelin, emergió la voz de Rossi, que sonó clara y contundente. Rossi dijo que la culpa de los problemas era de la moto, y que él ya vio descubrió esas pegas en noviembre, la primera vez que se subió al prototipo 2017.

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