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El agotamiento de Rossi frente al liderazgo en la pista de Maverick Viñales
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EL ESPAÑOL HA SIDO EL MEJOR DE LA PRETEMPORADA

El agotamiento de Rossi frente al liderazgo en la pista de Maverick Viñales

El catalán ha sido el más rápido en todos y cada uno de los entrenamientos de pretemporada, y parece estar más en forma que cualquiera de sus rivales

Foto: Nadie ha conseguido superar a Maverick Viñales durante toda la pretemporada. (EFE)
Nadie ha conseguido superar a Maverick Viñales durante toda la pretemporada. (EFE)

“Si la carrera fuera ahora, estaríamos listos”, aseguraba sin la menor duda Maverick Viñales hace un par de días tras completar en Losail (Qatar) una pretemporada impecable. Habría que rebuscar mucho para encontrar un rendimiento invernal semejante: Viñales ha sido el más rápido en todas las pruebas que ha realizado. En noviembre en Cheste y en Sepang, más tarde durante unas pruebas privadas de Yamaha y ahora en febrero y marzo en Sepang, Phillip Island y Losail. Han sido pistas muy distintas y situaciones diferentes, pero Viñales siempre ha estado ahí. Lejos de esa situación se encuentra su compañero, el agotado Valentino Rossi.

Ya no caben excusas. Cuando fue el más rápido en Valencia se dijo que aprovechó la ventaja de rodar con una moto 2016, con una puesta a punto definida –Lorenzo acababa de ganar el último gran premio del año–, y que Valentino Rossi cargaba con la responsabilidad de probar el prototipo de 2017 y encontrar el camino a seguir. Después, cuando volvió a liderar la tabla de tiempos en Sepang, hablamos de la ventaja extra que disfrutaba por haber rodado en noviembre con los demás pilotos de Yamaha, y ese mismo argumento se empleó para justificar el buen rendimiento de Jonas Folger, uno de los debutantes que llegan desde Moto2.

Pero después de Phillip Island y estas últimas pruebas en Losail no hay más explicaciones: Viñales es el piloto más en forma de MotoGP. Porque ya no se trata de que sea rápido con neumáticos blandos o durante en un determinado número de vueltas. Ahora ha demostrado que tiene ritmo, porque sus registros en los simulacros de Losail no estuvieron al alcance de nadie más.

Los pilotos suelen ser muy cautos a la hora de hablar de objetivos y aspiraciones, y Viñales no es precisamente un charlatán. Habla lo justo, sus declaraciones son precisas, como cuando da una indicación a sus técnicos. No se enreda, así que cuando dice algo de forma categórica, no hay lugar para dudas. “Me veo fuerte, me veo con opciones de ganar y eso me motiva y me hace trabajar más”, dijo tras las pruebas de Losail. Oído de su boca, es más que una declaración de intenciones.

“La moto funciona muy bien y el equipo, también. Espero que continuemos así. Yamaha ha sido muy rápida en lo que el equipo y yo hemos pedido. Han trabajado muy bien durante todo este invierno y esperamos que durante la temporada podamos trabajar de la misma manera”, decía Viñales como balance de una pretemporada impecable.

El gran duelo Viñales - Márquez

Ahora llega el momento más difícil: batir a la competencia en carrera. Y no será sencillo. Viñales logró su primera victoria y sus primeros podios el año pasado, y ahora tiene que superar una barrera invisible, la que diferencia a un recién llegado de un aspirante a la corona de MotoGP. No basta con ser rápido, también tiene que aprender a gestionar el desarrollo de las carreras, y es ahí donde los demás todavía tienen ventaja, porque de momento Viñales todavía no ha tenido oportunidad de batirse en un mano a mano por la victoria en MotoGP en una de esas carreras que sirven para doctorarse en la categoría.

Analizando lo que ha dado de sí la pretemporada, dejando a un lado a Viñales, comprobamos que ningún otro piloto ha sido capaz de desarrollar una trayectoria constante a lo largo de los entrenamientos. No, al menos, entre el grupo de favoritos. Marc Márquez ha luchado duro para encontrar el camino, con unos días mejores y otros peores, pero la sensación con la que cierra en Losail, con cinco caídas en tres días, es desconcertante. Él asegura encontrarse seguro y hasta llega a conclusiones positivas tras las pruebas de Qatar, a pesar de las caídas. Confiesa verse mejor que en 2016.

Por tanto, Márquez parece ser el único capaz de poner freno a Viñales. Los dos se vigilan, llevan esperándose desde hace años para resolver la pugna que sostuvieron en su pasado, cuando eran niños, en las categorías inferiores. No cabe duda de que el suyo será el mayor duelo del año. O por lo menos el más esperado, aunque quizás Losail no será el escenario de esa primera y esperada pugna.

¿Conseguirá alguien inmiscuirse en la disputa? Visto lo sucedido en Losail, parece que Jorge Lorenzo ha ganado crédito. Su rendimiento bajo los focos de la pista catarí ha sido muy positivo, el más competitivo de toda la pretemporada. En los simulacros marcó un buen ritmo, pero no tanto como Viñales; nadie está, de momento, al nivel del piloto de Yamaha en ese sentido. Y quizás el que menos, de todos los favoritos, sea Valentino. “Necesito un milagro”, se lamentaba Rossi en Losail. A Valentino se le ve inseguro y lleno de dudas con la moto 2017.

El agotamiento de Rossi

Sobre el papel, el nuevo bastidor de la Yamaha ayudaba a ganar agarre trasero, pero no le da la suficiente confianza. Por el contrario, Viñales se ve seguro. A Rossi quizás le esté pasando factura una pretemporada poco habitual para él. La marcha de Lorenzo ha traído consigo un incremento en su agenda de compromisos de relaciones públicas con Yamaha, y eso también se acusa. Antes, Rossi lograba zafarse de estos eventos que recaían mayoritariamente sobre Lorenzo. Ahora no. Ahora la cabeza visible de Yamaha en MotoGP es Valentino, mientras que Viñales, de momento, sigue a su sombra.

Parecerá algo insignificante, pero cuando te vas a la otra punta del mundo para someterte a un esfuerzo intenso en tres duras jornadas de trabajo, lo último que deseas es ir saltando de país en país, de ciudad en ciudad, por medio continente. Eso desgasta mucho y pasa factura, y Rossi, no lo olvidemos, tiene 38 años, una edad a la que hemos visto competir a muchos pilotos, especialmente en el pasado, pero nunca al nivel al que se tiene que competir actualmente en MotoGP.

“Si la carrera fuera ahora, estaríamos listos”, aseguraba sin la menor duda Maverick Viñales hace un par de días tras completar en Losail (Qatar) una pretemporada impecable. Habría que rebuscar mucho para encontrar un rendimiento invernal semejante: Viñales ha sido el más rápido en todas las pruebas que ha realizado. En noviembre en Cheste y en Sepang, más tarde durante unas pruebas privadas de Yamaha y ahora en febrero y marzo en Sepang, Phillip Island y Losail. Han sido pistas muy distintas y situaciones diferentes, pero Viñales siempre ha estado ahí. Lejos de esa situación se encuentra su compañero, el agotado Valentino Rossi.

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