La pelea Rossi-Márquez: fuera de pista, de toda lógica y sin hacer nada por frenarlo
La pelea que mantienen Rossi y Márquez ha terminado por desvirtuarse. Tanto que, como ya ha solicitado Ángel Nieto, el motociclismo echa en falta un gesto de los protagonistas que ponga freno
El Mundial de Motociclismo dejó de ser el más bello y espectacular de los últimos años en la séptima vuelta del GP de Malasia y, más concretamente, en la curva número catorce de Sepang. En ese momento, Valentino Rossi y Marc Márquez peleaban cuerpo a cuerpo por la tercera plaza de la clasificación. En ese instante, tal y como reconoció a Dirección de Carrera y de ahí la sanción, el italiano trató de sacar al español de la pista. Llegó la patada, la caída de Márquez, los tres puntos de castigo para el piloto de Yamaha, las declaraciones de uno y otro, las palabras del resto de la parrilla, la opinión de propios y ajenos al Mundial… que ha terminado por desvirtuarse. La pelea que mantienen Rossi y Márquez está fuera de toda lógica y, sobre todo, fuera de pista. Tanto que, como ya ha solicitado Ángel Nieto, el motociclismo echa en falta un gesto de los protagonistas que eche el freno de mano.
Malasia fue la gota que colmó un vaso que empezó a llenarse en el mes de abril. Fue entonces cuando el Mundial aterrizó en Argentina y el trazado de Termas de Río Hondo fue testigo del primer roce entre Márquez y Rossi. Éste último se llevó la victoria después de tocar al piloto de Honda, que acabó por los suelos firmando el primer cero de su gris temporada. Antes de que el Mundial se tomase un paréntesis, las grietas se multiplicaron en Assen. Valentino volvió a subirse a lo más alto del podido cuando, en plena lucha con Marc, se saltó la curva de entrada a meta. Con un evidente distanciamiento entre ambos, el campeonato voló para llevar a cabo la gira asiática con paradas en Japón, Australia y Malasia. Fue en este último país en el que el vaso terminó de desbordarse: Valentino encendió el fuego con las declaraciones del jueves en las que acusó a Márquez de no pilotar limpio y de querer ayudar a Lorenzo y lo convirtió en una hoguera con su patada en carrera.
Sea como sea, todas estas acciones tuvieron lugar dentro de los circuitos. A partir de ahí, se han sucedido una serie de situaciones que nada tienen que ver con el motociclismo y la deportividad intrínseca del mismo. Sin salir de Sepang, el trazado malayo fue testigo de desagradables imágenes como la que protagonizó Maurizio Vitali, responsable de los los cascos AGV del italiano, cuando se dirigió al box de Honda. El incidente acababa de tener lugar y se encaró primero con Álex, hermano de Marc, y después con Emilio Alzamora, tal y como recogieron las imágenes de 'Movistar TV'. El mismo canal, reprodujo los tensos instantes que se vivieron en el paddock cuando Flavio Fratesi y Rino Salucci (presidente del club de fans de Valentino y padre de Uccio, uno de los amigos de la infancia de Rossi) increparon a Livio Suppo, director del Repsol Honda, y Shuhei Nakamoto, vicepresidente de HRC, cuando iban camino de Dirección de Carrera.
Si alguien pensó que las dos semanas que separan Malasia de Valencia iban a ayudar a calmar los ánimos, se equivocó de principio a fin. Desde el incidente de Sepang no ha habido un día en el que alguien con proyección pública se haya pronunciado acerca del tema: desde políticos hasta todo tipo de deportistas pasando por los aficionados. Una de las primeras consecuencias llegó a través de la plataforma Change.org; los hubo que pidieron la descalificación de Rossi, otros exigían que retirasen la estrella que posee en el Paseo de la Fama de Jerez y, en el otro lado de la moneda, más 500.000 personas solicitaban que retirasen la sanción con la que fue castigado el italiano. Las muestras de apoyo a uno y otro piloto han llegado de todas partes… incluso desde San paolo. El estadio del Nápoles exhibió una pancarta que rezaba: “Valentino, a Valencia sin reglas. Tibia y peroné”.
Mientras el debate seguía retroalimentándose, el capítulo más lamentable tuvo lugar en Cervera. Dos periodistas italianos -Stefano Corti y Alessandro Onnis- que trabajan en el programa satírico 'Le Iene' (Las Hienas), un espacio parecido al 'Caiga quien caiga' español y presentado por la mujer de Totti, se trasladaron hasta la casa de Marc Márquez para entregarle la 'Copa di Minchia' (Copa de la Mierda). Según la versión del piloto, cuando este llegó de practicar dirt-track en Rufea, los periodistas entraron al garaje de su domicilio. Tanto el piloto como su familia les instaron a abandonar su domicilio y ante la resistencia de los reporteros, llegó el enfrentamiento en el que Márquez resultó herido levemente. El piloto de HRC emitió un comunicado en el que declaró que “profirieron insultos y acciones humillantes y ridículas hacia el piloto llegando a empujar y agredir a sus familiares”.
La visión de los periodistas es completamente diferente: según ellos, fueron agredidos y tanto Marc como su familia les rompieron las cámaras y se llevaron las tarjetas de memoria. El cruce de denuncias no se hizo esperar y acabó con los periodistas detenidos por los Mossos d'Esquadra. Al hilo de este incidente, Cervera decidió volcarse con su vecino más ilustre: organizó una concentración de apoyo para pedir respeto hacia el piloto. Durante el acto, que tuvo lugar en la Plaza Mayor y al que asistieron alrededor de 500 vecinos de la localidad, también se leyó un manifiesto de apoyo hacia Márquez.
El necesario gesto de dos campeones
¿Y los protagonistas? Hasta el momento tanto Valentino como Marc se han pronunciado a través de sus perfiles de las redes sociales. Ambos han querido agradecer el apoyo que han recibido después de lo vivido en Malasia. Al margen de estas manifestaciones, Márquez declaró a los medios que le esperaron en casa de sus abuelos que sólo hablará en Valencia mientras Rossi presentó el viernes un recurso de urgencia ante al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) para tratar que se le retire la sanción o, al menos, le conceda la cautelar. Lo cierto es que viendo el cariz que ha tomado la situación y los acontecimientos que están teniendo lugar constantemente, se echa en falta un gesto de ambos pilotos que zanje la polémica. Uno y otro defienden su postura sin dar su brazo a torcer, pero el motociclismo necesita un gesto como el que ha pedido Ángel Nieto.
Uno de los mejores pilotos de la historia ha roto una lanza a favor de un deporte en el que la rivalidad siempre había quedado dentro de la pista y en el que la deportividad tiene más peso porque, al fin y al cabo, se juegan la vida sobre sus motos. Así el ganador de 12-1 Mundiales, a través de 'Eurosport', desea una “muestra de señorío” de cara a la carrera de Valencia. Nieto pide la vuelta de la concordia y el respeto que se profesaban hasta Malasia y va más allá pidiendo un gesto de deportividad (darse la mano) antes de que los motores rujan en el Ricardo Tormo. Parece que sólo así el motociclismo recuperará la lógica perdida y, simplemente, se volverá a hablar del Mundial más vibrante de los últimos tiempos. Los aficionados y el deporte se lo merecen.
El Mundial de Motociclismo dejó de ser el más bello y espectacular de los últimos años en la séptima vuelta del GP de Malasia y, más concretamente, en la curva número catorce de Sepang. En ese momento, Valentino Rossi y Marc Márquez peleaban cuerpo a cuerpo por la tercera plaza de la clasificación. En ese instante, tal y como reconoció a Dirección de Carrera y de ahí la sanción, el italiano trató de sacar al español de la pista. Llegó la patada, la caída de Márquez, los tres puntos de castigo para el piloto de Yamaha, las declaraciones de uno y otro, las palabras del resto de la parrilla, la opinión de propios y ajenos al Mundial… que ha terminado por desvirtuarse. La pelea que mantienen Rossi y Márquez está fuera de toda lógica y, sobre todo, fuera de pista. Tanto que, como ya ha solicitado Ángel Nieto, el motociclismo echa en falta un gesto de los protagonistas que eche el freno de mano.