Lorenzo pierde rueda y queda en manos de Rossi para ganar el Mundial

Jorge Lorenzo miraba a sus neumáticos cuando llegó al 'pitlane' y colocó la moto en el lugar que corresponde a los que acaban terceros. Así terminó el Gran Premio de Japón, en el podio pero insatisfecho. El gesto entre cabreado, decepcionado y resignado. Ya es consciente de que el campeonato del mundo de MotoGP está ahora un poco más complicado. En Motegi, ganó Dani Pedrosa, pero Valentino Rossi fue segundo y la diferencia de puntos con su compañero de Yamaha aumentó hasta los 18. A falta de tres carreras y con 75 puntos en juego, el mallorquín ya no depende de sí mismo para ganar el campeonato. El papel de 'Il Dottore' en Australia, Malasia y Valencia será determinante.

“Es una pena porque si la pista no se hubiese secado probablemente hubiese ganado. Quizás ir tan fuerte al principio me ha pasado factura y mi neumático delantero se ha degradado más que el de Dani y Valentino. Así que cuando la trazada se ha secado no les he podido seguir porque ellos eran más rápidos”, explicaba Lorenzo tras la carrera. El piloto español vio como una carrera que parecía tener ganada y en la que había salido primero, se le escapó. Primero vio como era Pedrosa el que le pasaba y un par de vueltas más tarde lo hacía Rossi, después de que el mallorquín cometiese un error de pilotaje que casi le hizo salirse de la pista.

Lorenzo se quedó con esa sensación de haber podido hacer más, de que el triunfo habría sido posible si la lluvia no hubiese sido el factor determinante. Si todavía quiere seguir aspirando al título y marcando de cerca a Rossi, no se puede permitir ni un sólo fallo más. Phillip Island ya espera y el próximo fin de semana se disputará el Gran Premio de Australia. No hay descanso. Lorenzo lo tiene claro: “El único objetivo es ganar las tres carreras que quedan, vamos a ver si puedo lograrlo”, aseguraba tras cruzar la línea de meta en Japón.

Tirando de matemáticas, el mallorquín no tiene asegurado el campeonato ni ganando las tres carreras que quedan porque si Rossi es segundo, le bastaría para ganar el título mundial. Lorenzo depende directamente de lo que haga el italiano. Pero además de seguir de cerca a su compañero de box, también tendrá que mirar al resto de rivales, en especial a los dos pilotos de Honda. Ninguno de los dos se juega ya nada, sólo terminar lo mejor posible la temporada, pero Pedrosa ya demostró en Motegi que no va renunciar a ganar. En las dos últimas carreras ha terminado segundo y primero, logrando además su primera victoria del año y mostrando su mejor versión. Por su parte, Márquez, que acabó cuarto en Motegi, buscará terminar lo mejor posible una mala temporada. Ambos pueden ser sus mejores aliados, pero también sus mayores enemigos.

De Angelis, la mala noticia en Motegi

La mala noticia en Motegi la puso Alex de Angelis que hizo saltar todas las alarmas cuando tuvo que ser evacuado en helicóptero al sufrir una caída en los entrenamientos. El sanmarinense sufrió un impacto brutal que, por momentos, hizo temer por su vida, aunque los médicos de atención inmediata de la competición consiguieron estabilizar al piloto para que pudiese ser trasladado en óptimas condiciones al centro médico Dokkyo Hospital de Mibu en Japón.

El médico italiano Michele Zasa, director de la clínica médica que asiste al mundial de motociclismo, aseguraba este domingo que el estado del piloto era “crítico, pero estable” y pedía paciencia en su recuperación. "Es una situación crítica, pero hay varios grados dentro de una situación así y está en buenas manos. Hace falta tener paciencia. En estos momentos, se encuentra en coma inducido, no está entubado y sus constantes vitales son estables, pero tenemos que estar muy alerta con la hemorragia intracraneal que sufre para evaluar dentro de las próximas 24 ó 48 horas si es necesaria una intervención". Ahora toca esperar a ver su evolución. Las próximas horas serán claves.