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La lesión de Pedrosa no le retirará, pero "la única solución es el quirófano"
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DE MOMENTO, HONDA NO REVELA SU SUSTITUTO

La lesión de Pedrosa no le retirará, pero "la única solución es el quirófano"

Dani Pedrosa se baja de la Honda de forma indefinida. El síndrome compartimental de su brazo derecho le obliga a ello. No todo son malas noticias: dicha lesión tiene solución y no debería retirarle

Foto: Dani Pedrosa, formando en la parrilla antes del GP de Qatar (Repsol Media)
Dani Pedrosa, formando en la parrilla antes del GP de Qatar (Repsol Media)

“Es evidente que así no puedo seguir corriendo porque no puedo dar lo mejor de mí”. Un jarro de agua fría para arrancar la temporada. Un sabor amargo se desprendía de la rueda de prensa sin preguntas de Dani Pedrosa. Los focos de Losail no fueron para Valentino Rossi, primero en ver la bandera a cuadros que ondeó en el desierto de Qatar. El protagonismo se centró en el catalán. El piloto de Repsol Honda pasó de rozar la pole en la primera cita del año a firmar un discreto sexto puesto. Las razones no hay que buscarlas en el box, sino en mayo de 2014, momento en el que Pedrosa pasó por el quirófano por última vez para intentar solucionar sus problemas en el antebrazo derecho. Era –y es, según las fuentes médicas consultadas por El Confidencial–la única solución, pero no ha funcionado.

Dani Pedrosa no se baja de la Honda de manera definitiva, pero sí hasta que encuentre una solución al problema que le hace sufrir “bastante”, como revelaba este domingo. La dolencia que afecta al catalán es muy común en los pilotos de motos porque usan mucho el antebrazo: se trata del síndrome compartimental. Las fuentes médicas consultadas por este diario explican que “el músculo se inflama hacia dentro, oprime los nervios y es cuando el brazo pierde fuerza y aparece el dolor”. Pedrosa no es el primero ni el último que ha sufrido dicho síndrome: Jorge Lorenzo o Nicky Hayden sabe de qué habla su compañero. La consecuencia más directa afecta al pilotaje: al perder fuerza, no puede frenar con seguridad (la cualidad por excelencia de la Honda) ni sujetarse a una moto que llega a alcanzar los 300 km/h.La lesión se agrava aún más porqueel problema sólo se nota en carrera.El piloto es capaz de dibujar las primeras vueltas con absoluta normalidad y es en el transcurso de la cita cuando aparece el dolor y la pérdida de fuerza.

“La única manera es intervenir”

Su rendimiento se ha visto lastrado en el último año por los dolores padecidos. La última vez que entró a un quirófano era la tercera que intentaba solucionar el problema. El calendario revelaba que era mayo de 2014;un año después, el antebrazo de Dani Pedrosa sigue igual y se ha evidenciado que la última intervención no ha servido para nada. El propio piloto contaba que “al acabar el año estuve viajando por todo el planeta probando con diferentes doctores para encontrar una solución. Casi ninguno me recomendó operar,sino mejorar el brazo con algunas técnicas”. A pesar de estas indicaciones y de los tres intentos fallidos, las fuentes médicas que atienden a El Confidencial confirman que “la única manera es intervenir; se abre de forma longitudinal para liberar la presión y evitar la muerte tisular, es decir, de los tejidos que se necrosan porque no se oxigenan”.

Existiría una última solución, más extrema, pero efectiva igualmente. Pasaría por “eliminar la fascia completamente”. ¿De qué hablamos? La fascia es “una tela muy resistente que cubre las estructuras, en este caso, la muscular. Separa los músculos para que no se rocen, ayudan a su movilidad y los protege. La fascia sustenta los músculos y la forma de los mismos”. Esta vía es la que siguió Nicky Hayden cuando se puso en manos del doctor Villamor, tal y como confirmó el propio galeno en el Diario AS y en Radio Marca. Sea como sea, las fuentes médicas consultadas coinciden en algo que invita al optimismo: “Partiendo de que cada caso es diferente, todos los síndromes compartimentales tienen remedio y no es una lesión que debiera retirar a Pedrosa”.

La quiniela de los sustitutos

Conviene hacer hincapié en que el piloto catalán se ha bajado de la Honda indefinidamente, pero no definitivamente: “El equipo sabía de esta situación y hemos llegado a un punto en el que tengo que intentar solucionar el problema. Intentaremos sacar lo máximopara encontrar una solución pronto, pero por ahora no tengo respuestas”. Y esto es, precisamente, lo que todo el mundo busca. No de Pedrosa, sino de Honda. Dani ha dejado una vacante que debería ser cubierta, aunque el equipo nohaya anunciado de forma oficial la baja. Y es que, según el reglamento, los equipos que forman parte de la parrilla de MotoGP están obligados a reemplazar a un piloto después de dos carreras ausente.

Las conjeturas, hipótesis y rumores se han desatado en la caravana mundialista. El primer nombre que apareció fue el de Casey Stoner, pero según surgió se desvaneció. Livio Suppo, jefe del equipo, recordó que el australiano “ya ha dicho muchas veces que nunca volverá a MotoGP. De todos modos, espero que encontremos una solución con Dani”. Descartado el que fuera piloto de Honda, en la diana surge la opción lógica que pasa por Hiroshi Aoyama, sin olvidar a los pilotos satélite de Honda: Cal Crutchlow y el debutante Jack Miller, que ha pasado de Moto3 a MotoGP saltándose la categoría intermedia. Hasta el momento, parece que Marc Márquez tendrá el box para él solo en Austin (12 de abril) y que el único interrogante que flota en el ambiente es el del nombre del sustituto temporal. A Pedrosa el paddock ya le espera de vuelta.

“Es evidente que así no puedo seguir corriendo porque no puedo dar lo mejor de mí”. Un jarro de agua fría para arrancar la temporada. Un sabor amargo se desprendía de la rueda de prensa sin preguntas de Dani Pedrosa. Los focos de Losail no fueron para Valentino Rossi, primero en ver la bandera a cuadros que ondeó en el desierto de Qatar. El protagonismo se centró en el catalán. El piloto de Repsol Honda pasó de rozar la pole en la primera cita del año a firmar un discreto sexto puesto. Las razones no hay que buscarlas en el box, sino en mayo de 2014, momento en el que Pedrosa pasó por el quirófano por última vez para intentar solucionar sus problemas en el antebrazo derecho. Era –y es, según las fuentes médicas consultadas por El Confidencial–la única solución, pero no ha funcionado.

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