Buenas noticias: a pesar de Marc Márquez, la vida no sigue igual en MotoGP

Buenas noticias para el Mundial de Motociclismo y para los aficionados: la vida no sigue igual en MotoGP… a pesar de que las últimas actuaciones de Marc Márquez. Bien es cierto que el piloto de Repsol Honda lideró dos de los tres días de entrenamientos oficiales en Sepang batiendo el récord oficioso de la pista, pero un año después las cosas han cambiado. El campeón sigue marcando la diferencia respecto a sus rivales, pero éstos son capaces de aguantar el ritmo que impone sobre su nueva Honda y el piloto de Cervera lo sabe. Yamaha es el equipo que está llamado a plantar cara a Marc Márquez y por lo visto en Malasia, la marca del diapasón y sus pilotos llegan con los deberes hechos. Con detalles por pulir, este Mundial promete.

“Los neumáticos no me dan ninguna confianza en la entrada, ni en medio de la curva ni en aceleración. Son desastrosos y peligrosos”. “Nuestra moto ha mejorado mucho durante el último año y yo me siento en buena forma física y mental”. Estas dos frases tienen a un mismo autor: Jorge Lorenzo. La diferencia entre una y otra es evidente, no en vano fueron pronunciadas con un año de distancia. La primera de ellas evidenciaba el talón de Aquiles frente a Yamaha en 2014: las suspensiones de la M1 no se adaptaban a los neumáticos de Bridgestone y perdían agarre lateral en su paso por curva. Las consecuencias fueron visibles, sobre todo, en la primera parte de la temporada pasada.

La segunda de las sentencias llega doce meses después, tiempo en el que tanto Yamaha como Jorge Lorenzo han cambiado. Tanto que el mallorquín, en la última jornada de Sepang, se quedó a 0.757 de un Márquez que ya siente el aliento de sus rivales: “En 2014 Jorge estaba más lejos y Rossi cerca, como este año. Ahora están todos muy cerca de mí, como en la segunda parte del Mundial pasado. Y yo estoy, más o menos, igual”. Efectivamente, la nueva Yamaha ha ganado ritmo y ha mejorado notablemente el agarre, algo por lo que Jorge Lorenzo se quejó notablemente el año pasado. Todo apunta a que el Mundial que arranca dentro de mes y medio nada tendrá que ver con el que vimos el año pasado, al menos en cuestión de dominio absoluto por parte de Márquez. Y eso que Yamaha tiene cabos que rematar.

En los primeros test de 2015, Jorge Lorenzo ha señalado un punto a mejorar: su moto todavía tiene problemas de frenada. Sin olvidar la entrada a curva y el agarre trasero cuando salen de la misma. Problemas para los que Yamaha ha diseñado una versión mejorada del escape recortado. ¿El objetivo? Suavidad en la entrega de potencia y, por lo tanto, en curva. Además, la marca del diapasón lleva más de un año trabajando en un sistema de reducción sin embrague. Mejoras de las que no sólo se benefician Lorenzo y Rossi, también un Mundial que parece que estará más equilibrado y que deleitará con más batallas. Y es que como apuntó Lin Jarvis a este medio: “El aficionado lo que quiere ver es pelea, no un dominio absoluto”. A partir del 29 marzo la tendrá.

Así están las cosas en el box de Yamaha, donde Valentino apuntó otra de las cuestiones a las que deben hacer frente: “Los pilotos oficiales de Honda son siempre un poco más rápidos que nosotros en la vuelta rápida y en ritmo de carrera”. Pedrosa y Márquez son el otro problema. Y más aún si tenemos en cuenta que los dos pilotos de Repsol Honda encabezaron la clasificación final de los primeros entrenamientos con más de medio segundo de ventaja sobre el rival más cercano. La cosa no acaba aquí. Apunten este crono: 1:58.867. Lo firmó Marc el último día que rodaron en Sepang y no fue un tiempo más; batió el récord no oficial del trazado que había establecido él mismo un año antes (1:59.533). Le ayudó la pista pues tenía las mejores condiciones, momento en el que se produce el llamado ‘time attack’ (todos los pilotos aprovechan para hacer su mejor vuelta).

Si así se las gasta en los entrenamientos, ¿qué podemos esperar de Márquez cuando llegue la hora de la verdad? Con los tiempos de Sepang sobre la mesa, se puede apreciar la evolución del campeón desde su llegada a MotoGP: 2:00.636 en 2013, 1:59.533 el año pasado y 1:58.867 en los de esta pretemporada. Una línea progresiva que se ve reforzada con las palabras del piloto de Repsol Honda: “Con la moto nueva estamos ya al nivel del 2014 y hay mucho margen de mejora”. Es decir, Marc está tan enchufado como cuando se convirtió en el bicampeón más joven de la historia y todavía puede perfeccionar lo que ya tiene (por ejemplo, la RC213V ha ganado en la entrada a curva, pero ha perdido algo en la salida). Y a pesar de las expectativas que pueda generar lo que está por llegar cuando Márquez arranque su Honda, la vida en MotoGP no sigue igual. La mejor noticia para todos.