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Marc Márquez nunca tiene suficiente
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IGUALA LAS DOCE VICTORIAS DE MIKE DOOHAN

Marc Márquez nunca tiene suficiente

56 días después de su última victoria, Márquez volvió a ganar en Sepang. Su duodécimo triunfo le permite situarse a la altura de Doohan. Y todavía queda Valencia

Foto: Marc Márquez celebra, junto a su equipo, la victoria en Sepang (Repsol Media).
Marc Márquez celebra, junto a su equipo, la victoria en Sepang (Repsol Media).

Dos meses después, Marc Márquez ha vuelto a subirse a lo más alto del podio. Sí, han pasado un total de 56 días desde que el bicampeón saboreó el triunfo: sucedió el 31 de agosto en Silverstone. Su primera parte de la temporada ha sido tan excelsa que en la segunda, se ha podido permitir el lujo de ganar un par de citas y algunos errores para ser campeón del mundo. Levantó el título en Japón, a tres carreras del final, y desde entonces el objetivo es disfrutar. El problema es que esto no es suficiente para Marc Márquez. Nada ni nadie lo es. El piloto de Repsol Honda ha retomado la senda de la victoria en Sepang igualando al único piloto que firmó doce victorias en una sola temporada, Mike Doohan. Y por si esto fuera poco, suyo es el récord absoluto de poles en un mismo año: 12+1… por aquello de la superstición.

Las nueve primeras carreras de Marc Márquez no admiten adjetivos negativos. Impuso su ley circuito a circuito, curva a curva, rival a rival. Nada ni nadie fue capaz de parar al piloto de Cervera. Tanto que fue él mismo el que situó el listón en lo más alto mientras advertía que llegaría el día en el que no sería el primero que viera ondear la bandera de cuadros. Pocos le creyeron, pero no le faltaba razón. Y, además, las comparaciones son odiosas. El segundo acto del Mundial ha sido peor que el primero por mucho que haya llegado el título, éste ha sido una consecuencia directa de esas diez primera victorias consecutivas. Ser campeón le aceleró las pulsaciones y le llevó a protagonizar una mala racha si ésta se puede entender como una colección de caídas (Misano, Aragón y Phillip Island), las victorias de Indianápolis, Silverstone y Malasia y el segundo puesto en Japón.

Marc Márquez necesitaba volver al primer plano, el lugar habitual en el que se había movido hasta hace dos meses el bicampeón más joven de la historia. Tras la caída de Australia que le impidió acabar la prueba, el escenario propicio era Sepang. Los focos volvieron a centrarse en la figura del catalán por dos razones: es el piloto que más poles ha firmado en una sola temporada y ha igualado el número de victorias que Mike Doohan logró en 1997. Para conseguir lo primero ha tenido que ser el más rápido trece sábados mientras que para ponerse a la altura de alguien como el piloto australiano ha tenido que sumar doce triunfos, el último evocando al Marc de la primera parte de la temporada, aquel que ganaba sin apenas oposición.

Al Mundial todavía queda la última parada, Valencia. En Cheste puede convertirse en el ganador absoluto de MotoGP. Márquez no tiene suficiente con ser el bicampeón más joven de la historia. Le sabe a poco adjetivos como único porque lo que hace, lo hace por diversión y puro placer. Esta es la base para que el piloto de Repsol Honda esté reescribiendo la historia del motociclismo; su forma de pilotar, las barreras destrozadas, los hitos marcados o su precocidad ayudan a conseguirlo, sin duda alguna. Mike Doohan es el último con el que se ha cruzado en esta labor, pero antes igualó las diez victorias consecutivas del australiano y Giacomo Agostini. Antes había adelantado a Freddie Spencer convirtiéndose en el campeón más joven de la máxima categoría. Márquez tiene la costumbre de citarse con los mejores.

Acostumbrado a no dar importancia a las comparaciones o a los récords igualados y batidos, Marc se confesaba “contento por igualar el récord de Doohan” en una carrera que ha sido “de las más duras físicamente del año. Sabíamos que iba a ser así con el tiempo en Malasia, pero hacía mucho calor y nos ha costado a todos acabar. A mitad de la prueba se ha bajado el ritmo, porque creo que todos necesitábamos tomar un poco de aire”. A diferencia de los últimos grandes premios, Márquez sacó el orgullo por el trabajo bien hecho: “Estoy contento por cómo he gestionado la carrera porque la primera curva ha sido un lío. Después he podido remontar y cuando he llegado a la cabeza, me he mantenido allí, enfriando los neumáticos y los frenos. Después he empezado a atacar a falta de diez vueltas, marcando la diferencia cuando quedaban cinco”. Y esto precisamente, marcar la diferencia, es algo que puede volver a hacer en un par de semanas. Si lo consigue, será él contra sí mismo.

Dos meses después, Marc Márquez ha vuelto a subirse a lo más alto del podio. Sí, han pasado un total de 56 días desde que el bicampeón saboreó el triunfo: sucedió el 31 de agosto en Silverstone. Su primera parte de la temporada ha sido tan excelsa que en la segunda, se ha podido permitir el lujo de ganar un par de citas y algunos errores para ser campeón del mundo. Levantó el título en Japón, a tres carreras del final, y desde entonces el objetivo es disfrutar. El problema es que esto no es suficiente para Marc Márquez. Nada ni nadie lo es. El piloto de Repsol Honda ha retomado la senda de la victoria en Sepang igualando al único piloto que firmó doce victorias en una sola temporada, Mike Doohan. Y por si esto fuera poco, suyo es el récord absoluto de poles en un mismo año: 12+1… por aquello de la superstición.

Marc Márquez Malasia
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