Alemania es la llave para que todos dependan de Márquez... y él, de nadie

Con el verano en plena ebullición, es tiempo de descanso. El Mundial de Motociclismo no es ajeno a ello y tras este fin de semana colgará el cartel de “cerrado por vacaciones” hasta el próximo 10 de agosto. Alemania será la encargada de poner el broche a la primera parte del Mundial, que llega a su ecuador con un nombre destacando por encima del resto: Marc Márquez. En Sachsenring los factores parecen estar a favor del líder absoluto. En esta ocasión no se trata de un trazado nuevo como en Argentina, ni el circuito en el que Rossi domina o la cita en la que la lluvia aparece como un invitado esperado y no deseado. El piloto de Repsol Honda se mueve con comodidad en Alemania, tanto que en sus últimas cuatro visitas se ha subido al peldaño más alto del podio en las tres categorías. ¿La fiabilidad germana será un arma de doble filo para Márquez?

En su calendario particular, Marc tiene marcadas de forma especial algunas citas por ser complicadas para Honda o para su forma de pilotar. No es el caso de Sachsenring aunque el de este fin de semana no será un gran premio más. El Mundial alcanza su ecuador y el triunfo iría más allá de los 25 puntos. Si Márquez firma la novena victoria de la temporada, después de unas merecidas vacaciones, todos dependerían de un fallo suyo para optar al título y él,de nadie para revalidarlo, algo que ocurriría en MotorLand Aragón. Es decir, cuatro citas antes del final de la temporada. Además, si hace pleno, estaría a un triunfo de igualar la racha que protagonizó Giacomo Agostini en 1968 y 1969 en la extinta categoría de 500cc.

Revisando la hoja de ruta de Márquez, apostar por una victoria sería lo más lógico y más teniendo en cuenta las actuaciones de Marc en Alemania. En Sachsenring sólo sabe ganar. Así lo demuestran sus cuatro victorias consecutivas: la primera llegó en 2010 cuando formaba parte de 125cc, la segunda y la tercera llegaron en su etapa de Moto2 y la última, el año pasado. “Hice una buena carrera, pero tenemos que recordar que ni Dani ni Jorge corrieron. Tengo ganas de competir con ellos, especialmente porque Pedrosa es muy fuerte aquí”, comentaba el líder. Lo cierto es que su compañero de equipo ostenta el récord de la pista desde 2011; las seis victorias firmadas en Sachsenring le convierten en uno de los favoritos.

“Es un trazado bonito, pero bastante especial porque es muy pequeño. Parece que la Honda se adapta bien a este circuito, así que intentaremos aprovechar al máximo esta ventaja”, así habla Márquez de su siguiente reto. Los factores parecen estar a su favor, algo que se puede convertir en un arma de doble filo si la palabra confianza se cuela en el vocabulario del líder. Una posibilidad que no parece probable si se tiene en cuenta el recuerdo que el piloto de Repsol Honda guarda de las sensaciones que tuvo en Sachsenring el año pasado: “Fue la primera carrera donde sentí realmente presión de verdad. Tanto Dani como Jorge estaban lesionados y todo el mundo me estaba observando. No podía fallar, tenía que coger los 25 puntos. Lo pude manejar bastante bien y disfrutar más de la victoria”. Entonces no era el rival a batir, no tenía la posibilidad de batir a los históricos del motociclismo ni de conquistar el título de una forma tan contundente y rápida. Ahora sí, pero Marc Márquez se ha cansado de demostrar que no existe rival para él.