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Tras 16 años sobre la moto, Àlex Rins considera que "somos aprendices siempre"
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CHARLÓ CON 'EL CONFIDENCIAL' EN BARCELONA

Tras 16 años sobre la moto, Àlex Rins considera que "somos aprendices siempre"

Antes del GP de Cataluña, Àlex Rins charlo con 'El Confidencial' sobre la temporada, sus rituales antes de subir a la moto o los 16 años que lleva pilotando

Foto: Àlex Rins durante el Gran Premio de Italia (Team Estrella Galicia).
Àlex Rins durante el Gran Premio de Italia (Team Estrella Galicia).

Segundo en Assen con dolor por las microfisuras que sufrió en tres dedos de su pie izquierdo. Àlex Rins (18) no dudó ni en Holanda ni en Montmeló: se subiría a la Honda sí o sí. La caída en que sufrió en la recta final de la sesión de calificación del GP de Cataluña no pudo con el inquieto piloto del Team Estrella Galicia 0,0. Estuvo en la parrilla de Moto3, pero un fallo mecánico le impidió acabar la carrera de Cataluña. Dos semanas después, se quitó el mal sabor de boca subiendo al podio del GP de Holanda en segunda posición. El Confidencial charló con el piloto de Barcelona antes de todos estos acontecimientos.

Comenzamos la charla repasando sus actuaciones esta temporada en Moto3: “Al principio empecé un poco lastrado. Era todo nuevo, la moto nueva y desengruparla cuesta. Ahora ya tenemos una moto competitiva y que es buena. Ya estamos a la altura de los demás”. Y es el propio Àlex el que da la clave para superar a las KTM, las motos que hasta Montmeló habían llevado el bastón de mando en la menor de las categorías: “Para superar a las KTM hay que intentar darlo todo en cada carrera. Yo recuerdo que la KTM es una moto que te permite más fallos, no ir tan al cien por cien, pero con la Honda has de ir siempre al máximo”.

El nombre de Àlex Rins está en todas las quinielas que hablan de los candidatos al título, pero él asegura que “ahora presión no tengo. Estoy tercero en el campeonato (tras Assen es cuarto en la tabla), voy pasito a pasito así que la presión la tienen los demás. Me siento muy cómodo tanto con la moto como con el equipo y es lo mejor”. Cumplirá 19 años el próximo mes de diciembre y lleva desde los tres subido a una moto, ¿estamos ante un joven veterano? Àlex nos contesta que “somos aprendices siempre. Por mucha experiencia que tengas en cada carrera y en cada momento de tu vida aprendes cosas nuevas”.

A pesar de su juventud ha vivido situaciones que le han hecho crecer y madurar a pasos agigantados. Una de ellos tuvo lugar el año pasado cuando el nombre del campeón de Moto3 no se desveló hasta el último instante del Mundial. Literal. “Era una situación nueva que nunca me había pasado: jugarme el título con tres pilotos en la última curva. Recuerdo que lo intenté, no puedo decir que no lo he intentado”, nos cuenta. Àlex Rins escribe los capítulos de su tercera campaña en el Mundial dentro de la menos de las categorías, pero de momento no se preocupa por el salto natural a Moto2 que llegará en un momento u otro: “Estamos en un punto de la temporada que con todo el trabajo que hay con Honda ni me planteo si daré el salto a Moto2, estoy un poco fuera de esto”.

Las motos marcan el ritmo de su vida aunque confiesa que entre carrera y carrera “sí que consigues desconectar un poco, pero, por ejemplo, con mis mecánicos me llevo muy bien y si un día no nos llamamos, al otro vamos a entrenar supermotard o motocross. Por completo nunca llegas a desconectar”. Y es que, el Team Estrella Galicia 0,0 es más que un equipo; se ha convertido en una auténtica familia para Àlex Rins y eso se nota sobre la pista: “Es bonito llevarse bien con tu gente. Creo que gracias a esto estamos aún más unidos y nos salen las cosas mejor. Cuando toca estar aquí y son momentos para estar concentrado e ir al máximo, se trabaja muy bien”.

Antes de acabar la conversación, le preguntamos al piloto barcelonés qué se necesita para ser piloto: locura o cordura. Àlex Rins cree que “un poquito de todo. Siempre hay que tener un punto de picardía para cuando vas detrás de un piloto y necesitas adelantarle en una curva, hacerlo. Y también hay que pensar mucho encima de la moto porque si no piensas y no sientes sobre ella, no vas rápido y no puedes hacer según qué cosas”. Eso sí, antes de subirse a la moto para acabar segundo en Assen y Francia o tercero en Jerez y Mugello cumple las “muchas manías que tengo antes de cada carrera. Antes de subirme a la moto me pongo el guante derecho primero y hago un pequeño estiramiento de isquios”. Rituales que, hasta el momento, le están funcionando.

Segundo en Assen con dolor por las microfisuras que sufrió en tres dedos de su pie izquierdo. Àlex Rins (18) no dudó ni en Holanda ni en Montmeló: se subiría a la Honda sí o sí. La caída en que sufrió en la recta final de la sesión de calificación del GP de Cataluña no pudo con el inquieto piloto del Team Estrella Galicia 0,0. Estuvo en la parrilla de Moto3, pero un fallo mecánico le impidió acabar la carrera de Cataluña. Dos semanas después, se quitó el mal sabor de boca subiendo al podio del GP de Holanda en segunda posición. El Confidencial charló con el piloto de Barcelona antes de todos estos acontecimientos.

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