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La derrapada más peligrosa de Héctor Barberá
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EL PILOTO ES CONDENADO A SEIS MESES DE CÁRCEL POR AGREDIR A SU PAREJA

La derrapada más peligrosa de Héctor Barberá

Hace tiempo que Héctor Barberá ha trasladado el vértigo de las carreras a su vida lejos de las pistas. Un viraje que al piloto de Dos

Foto: La derrapada más peligrosa de Héctor Barberá
La derrapada más peligrosa de Héctor Barberá

Hace tiempo que Héctor Barberá ha trasladado el vértigo de las carreras a su vida lejos de las pistas. Un viraje que al piloto de Dos Aguas (Valencia, 2/11/1986) ha terminado por escapársele de las manos. Frustrado en el Mundial de MotosGP -en cuatro años ni siquiera ha arañado un pódium-, su nombre ha salido en los 'papales' ligado a la polémica y poco o nada a sus éxitos deportivos, si por ello aceptamos alguna de sus 'poles'. Mal asunto para un corredor que en 2009 fue subcampeón en 250 cc y dio el salto a la elite de las motos dispuesto a ganarse un puesto entre los grandes de este deporte. Ahora ya sabe que todo era una quimera.

La última y más truculenta de sus ‘andanzas’ fuera de los circuitos es la agresión a su pareja el pasado fin de semana en Jerez por la que ayer fue condenado por el Juzgado de Violencia de Género de Jerez de la Frontera (Cádiz) a seis meses de prisión dados sus antecedentes. El piloto, sin embargo, podrá conmutar la pena con trabajos sociales. Un mal menor que no oculta la gravedad de los hechos, por más que el juez dictaminara que fue una agresión mutua y su entorno se encargara de recalcarlo para exculpar al piloto. La supuesta novia de Barberá, en cualquier caso, también fue condenada a cinco meses por el juez.

La lamentable agresión de Jerez, donde Barberá había disputado el Gran Premio de España, no es más que un nuevo episodio de una vida disoluta y llena de excesos. Como el que le llevó en las Navidades de 2011 a ser imputado por un delito contra la seguridad vial –de ahí sus antecedentes en la condena de ayer- tras ser sorprendido conduciendo el vehículo de un amigo con una tasa del alcohol tres veces superior a la permitida.

Héctor Barberá, entonces, alegó que había tomado una sola copa en el cumpleaños de un amigo cuando la Policía le pidió explicaciones por conducir ebrio y a gran velocidad por el centro de Valencia a las 3.45 de la madrugada del día 8 de enero de 2012. El alcoholímetro desmintió la treta del piloto.  

'Barberix' y el lobo 'callejero'

Dentro de las pistas tampoco ha sido un santo Barberá. Sonada fue su enemistad con el ya desaparecido Marco Simoncelli y con Mattia Pasini. El reciente pique de Márquez y Lorenzo se queda en un juego de niños comparado con el incidente entre Héctor y los dos pilotos italianos en el Gran Premio de San Marino en 2008. Barberá aquel día consiguió subir al cajón tras sacar literalmente de la pista al piloto italiano Mattia Pasini y cuerpear hasta en tres ocasiones con Simoncelli hasta dejarle fuera de la carrera.

Eran los tiempos en los que Héctor Barberá se sentía poderoso y se autodenominaba ‘Barberatix’ en honor a Asterix y Obélix. Una imagen que ha cambiado este mismo año por otra no menos agresiva como es la del lobo que luce en su casco. Alusiones a la fuerza y la voracidad que a la vista de los acontecimientos no ha sabido interpretar debidamente.

"Lo que ha pasado en Jerez no cuadra con su carácter", confiesa a El Confidencial alguien muy cercano al piloto. No dan crédito, pese a conocer su tendencia al exceso. Nada raro, por otro lado, en el ecosistema del Mundial de motos. El origen humilde, callejero y corto de estudios ha marcado la personalidad de Héctor Barberá, que presume de ser extrovertido y un poco pillo. Un nano de Dos Aguas que, sin embargo, nunca se ha metido en peleas pese a su gusto por salir de fiesta… hasta Jerez. La noche del lunes no la olvidará fácilmente un piloto que ha quedado marcado de por vida.

Hace tiempo que Héctor Barberá ha trasladado el vértigo de las carreras a su vida lejos de las pistas. Un viraje que al piloto de Dos Aguas (Valencia, 2/11/1986) ha terminado por escapársele de las manos. Frustrado en el Mundial de MotosGP -en cuatro años ni siquiera ha arañado un pódium-, su nombre ha salido en los 'papales' ligado a la polémica y poco o nada a sus éxitos deportivos, si por ello aceptamos alguna de sus 'poles'. Mal asunto para un corredor que en 2009 fue subcampeón en 250 cc y dio el salto a la elite de las motos dispuesto a ganarse un puesto entre los grandes de este deporte. Ahora ya sabe que todo era una quimera.