Debut y récord para Marc Márquez

Se encerró en la oficina número 28 del trazado de Losail, la de equipo Repsol Honda, 45 minutos antes del inicio de la primera sesión de MotoGP. Siguió la rutina habitual antes de saltar a la pista, pero con una sensación inevitable de mariposas en el estómago porque se aproximaba la hora de disputar su primer entrenamiento en la categoría reina. Primero calentó el tren superior y luego el inferior, antes de empezar a vestirse para su estreno.

Una sensación de cierto nerviosismo le rodeaba, porque mientras él esperaba los últimos minutos antes de encaminarse hacia el box, Emilio Alzamora, su manager, y Santi Hernández, su jefe de mecánicos, apuraban un cigarrillo a las puertas de la oficina.

Concentrado en la parte izquierda de su box, con Santi Hernández sentado a su izquierda repasando juntos los últimos puntos antes de salir a la pista, Marc Márquez saboreaba los últimos instantes antes de que se abriera el pit lane. Estaba impaciente por empezar a dar gas y fue el segundo en salir a la pista, mientras Alzamora contemplaba desde una curva del trazado las evoluciones de su pupilo.

“Estaba nervioso y se me ha hecho extraña la primera vuelta, pero después ya todo ha ido normal”, confesó Márquez después de concluir su primera sesión de MotoGP en cuarta posición tras 18 vueltas y batir el récord de velocidad del circuito de Losail con 344,7 km/h. Una marca que había batido Dani Pedrosa al inicio de la sesión (344,4 km/h), pero que su compañero de equipo terminó pulverizando sin enterarse del logro que había conseguido.

“Al principio se me acumulaba un poquito la faena por los nervios, pero después me he dado cuenta de que al ser la pista tan ancha y rápida se me ha hecho más fácil que en Jerez. Lo que más me ha costado es coger la confianza suficiente con el tren delantero, porque no hay buen grip”, valoró rookie de MotoGP que, al igual que el resto de los pilotos, explicaron que había gran cantidad de polvo en la pista producto de las cercanas obras del Losail Iconic Stadium, donde se celebrará la ceremonia inaugural y de clausura del Mundial de fútbol en 2020.

“He ido tirando solo, porque me tengo que centrar en trabajar para la carrera. En esta pista, desde el primer entrenamiento hasta el último cambia mucho la puesta a punto porque el grip varía de un día a otro. Para adelantar tienes que ir con cuidado, porque hay algunas curvas que están muy sucias”, señaló después de convertirse en el piloto más rápido de Honda por detrás de las Yamaha de Jorge Lorenzo, Cal Crutchlow y Valentino Rossi. Con una sonrisa de oreja a oreja, porque esto no ha hecho nada más que empezar.