"¿Ni una medalla? ¿En serio? Es una vergüenza. ¿Y quién asume ahora las responsabilidades?"
La indignación de Coral Bistuer por la sequía en taekwondo sirve para poner el foco en el gran problema del deporte español, que no importa a Sánchez y protege su superministro Blanco
El 1 de enero de 2023 entró en vigor la nueva Ley del Deporte, que, según el Gobierno de Sánchez, actualizaba la de 1990 y se ponía al día en materia de inclusión e igualdad, además de eliminar cualquier tipo de discriminación. Siendo esto importante, esta ley fue elaborada con criterios más políticos o ideológicos que de gestión deportiva. De ahí que no se realizaran unos cambios estructurales que los resultados de los recientes Juegos Olímpicos de París han vuelto a dejar en evidencia.
Prueba de que la nueva Ley del Deporte se hizo de cara a la galería es que tan solo un mes antes, el 29 de noviembre de 2022, el Consejo de Ministros aprobó una subvención de un millón de euros para "el desarrollo de un modelo actualizado del deporte español, que evalúe la situación real de todos los agentes implicados en el ecosistema deportivo y su comparación con los sistemas de referencia, e identifique áreas de mejora y palancas de cambio para su redefinición e implantación".
Fue el mismísimo Pedro Sánchez quien anunció la puesta en marcha de este millonario trabajo que, según dijo, acabaría con la elaboración de un documento de orientaciones generales y específicas, de carácter operativo y dirigido a la futura ejecución del modelo desarrollado. Documento que empezó a gestionar el presidente del Comité Olímpico Español (COE), pero del que no hay noticias. Y que, en todo caso, lo lógico hubiera sido hacer antes y no después de aprobar una ley que no ha solucionado el gran problema: el clientelismo federativo y lo que este sistema conlleva.
En materia deportiva, Sánchez suma cinco ministros: el efímero Máximo Huerta, el difunto José Guirao, José Manuel Rodríguez Uribes, Miquel Iceta y Pilar Alegría. Otros tantos presidentes del Consejo Superior de Deportes (CSD): María José Rienda, Irene Lozano, José Manuel Franco, Víctor Francos y el exministro Uribes—. Y cuatro directores generales: Mariano Soriano, Joaquín de Arístegui, Albert Soler y Fernando Molinero. La protección a su coetáneo Luis Rubiales lo resume todo.
La rotunda afirmación de Gómez Navarro
Ya lo dijo recientemente Javier Gómez Navarro, secretario de Estado para el Deporte durante los exitosos Juegos de Barcelona 92: "Sánchez no se ocupa en absoluto del deporte, le importa un carajo". Y no solo no se ocupa, sino que tampoco le preocupa. De ahí que haya dado tanto poder al presidente del COE, Alejandro Blanco, no en vano "hermano" del mencionado Rubiales, y adalid de ese clientelismo federativo al que aludíamos como cáncer del deporte español.
Blanco lleva en el COE desde 2005 y ha visto pasar 9 ministros de Deportes y 9 presidentes del CSD, hasta acabar ejerciendo él de superministro
Blanco, que lleva al frente del COE desde 2005, ha visto pasar a nueve ministros: los cinco citados de Sánchez, más dos de Zapatero, María Jesús Sansegundo y Mercedes Cabrera; y dos de Rajoy, José Ignacio Wert e Íñigo Méndez de Vigo. Así como nueve presidentes del CSD, los cinco anteriores, más Jaime Lissavetzky, Albert Soler, Miguel Cardenal y José Ramón Lete; y nada menos que 11 directores generales, los cuatro de la etapa actual, más Rafael Blanco, Manuel Fonseca, Albert Soler, Matilde García Duarte, Ana Muñoz, Óscar Graefenhain y Jaime González Castaño. Y así hasta convertirse en superministro de Deportes con un Uribes al que ha eclipsado.
Lo cierto es que España regresa de París con un medallero que dista del vaticinado por el propio Blanco, quien esperaba superar los 22 metales de Barcelona 92. Al final han sido 18, una más que en Atlanta 96, con los mismos oros (5) y menos platas (6-4) que bronces (6-9). Una medalla más que en Río y Tokio, pero una menos que en Atenas, Pekín y Londres. Y ello pese a contar con la mayor delegación de la historia (383 deportistas), récord de equipos (11) y participación en especialidades (31), y sin una potencia como Rusia.
El presidente del COE señala al CSD
"En España, la alta competición y la responsabilidad del deporte la tiene el CSD", se apresuró a comentar el presidente del COE al poco de acabar los Juegos de París. "En distintos países con éxito, el Gobierno legisla, da un dinero y lo controla, pero es su comité olímpico el que lo reparte. Es el caso de los que mejor rendimiento tienen, como son Italia, Alemania, los países nórdicos, Francia, Países Bajos, Corea, Japón... Estos países pueden planificar mejor porque no les afecta cuando hay muchos cambios de ministros, de secretarios de Estado, de gobierno...", añadió Alejandro Blanco sin ponerse colorado y a toro pasado.
"La alta competición y la responsabilidad del deporte la tiene el CSD", dice el presidente del COE, que vaticinó más de 22 medallas
"En España el sistema es el que es. Hay que agradecer la inversión del Gobierno y el programa Team España, que complementa a ADO (?) para los deportistas", siguió comentando el presidente del COE, sacudiéndose ese afán de protagonismo que acaparó durante los Juegos y señalando al CSD. "Obtener resultados no es cosa de un año o dos. Hay que tener una planificación específica a largo plazo y dotar a las federaciones de más recursos y programas especializados", sentenció.
"Lo más importante es definir el modelo y qué queremos del deporte a corto y medio plazo. Estamos muy alejados respecto a la inversión de otros países. Esto no es cosa de un año, sino de muchos. Pasados unos días, hemos de plantear qué queremos del deporte español y construir un modelo", insistió Blanco. Sí, el mismo que iba a encargarse del citado modelo de un millón de euros y que antes de viajar a París dijo que lo hacía "con sitio en la maleta para las más de 22 medallas que va a lograr el deporte español".
"Lo más importante es definir el modelo y qué queremos del deporte a corto y medio plazo", dice ahora quien iba a encargarse de hacerlo
Al final, le han faltado cuatro, aunque no hay que olvidar los 51 diplomas, que se dan de los puestos del 4º al 8º, con hasta 9 cuartos puestos, las llamadas medallas de chocolate. ¿Fracaso? Sirva el dato de que en 2023 el deporte español logró 63 medallas en campeonatos del mundo y de Europa, además de numerosos éxitos a nivel de clubes. Que cada uno lo juzgue, porque todo no es Blanco... o negro.
Coral Bistuer denuncia lo sucedido en taekwondo
Eso sí, si hay un deporte en el que claramente España ha naufragado, ese es el taekwondo. Casualmente el mejor —o peor— ejemplo de mala praxis por parte de su presidente, Jesús Castellanos, y, por consiguiente, de ese clientelismo de Blanco. "Los que no tienen culpa de nada son los deportistas", comenta Coral Bistuer.
"Desde Seúl 88 es la tercera vez que el taekwondo no trae ninguna medalla", recuerda la pionera en este otrora exitoso deporte en España
La madrileña, pionera en este deporte, en el que ganó tres títulos mundiales, un bronce en Seúl 88 y nada menos que el oro en Barcelona 92, tuvo la oportunidad de vivir recientemente una experiencia como directora de Deportes de la Comunidad de Madrid, que le ha confirmado todo lo que pensaba.
"¿Ni una medalla? ¿En serio? Es una vergüenza. Desde Seúl 1988 es la tercera vez que el taekwondo no trae ninguna medalla para España", comenta una indignada Coral, para a continuación lanzar las grandes preguntas: "¿Y ahora qué? ¿Quién asumirá las responsabilidades? Cuando hay medallas, los malos dirigentes, y el presidente de la Federación Española de Taekwondo (RFET) es el mejor representante, se apresuran a hacerse fotos con ellas. No hay cosa más patética. Pero, ahora que no pueden parapetarse en el resultado, toca responsabilizarse del fracaso del taekwondo español. ¿Habrá algún mea culpa? ¿Alguna dimisión? Ja, ja, ja".
"El problema está dentro y, por fin, Castellanos y su banda han conseguido lo que llevan años intentando: destrozar el taekwondo español"
"El problema son los malos dirigentes. Ni saben, ni quieren saber y, para no desentonar, se rodean de peones sin escrúpulos. El problema está dentro y, por fin, Jesús Castellanos y su banda han logrado lo que llevan años intentando: destrozar el taekwondo español. ¡Bravo, señor presidente! Ustedes sí que han logrado su objetivo. Pero, ¿y el resto del taekwondo? ¿Vamos a decir algo o, como casi siempre, seguiremos poniéndonos de perfil? París 2024 nos ha dejado sin medallas, pero nos ha dado la posibilidad de que el mundo vea hacia donde íbamos y, desgraciadamente, dónde nos han puesto. ¿Y ahora qué?", sentencia Coral Bistuer.
Cabe recordar que el aludido Jesús Castellanos, al frente del taekwondo desde 2005, llegó a ser retenido varias horas por la Policía Nacional en 2016. Según un informe de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), la RFET sería un organismo experto en camuflar facturas, arañar subvenciones públicas y asegurar a sus máximos responsables holgados sobresueldos irregulares en B. De hecho, la Fiscalía y el CSD piden 10 años de prisión y una multa de 1,5 millones de euros por presuntos delitos de fraude de subvenciones, falsedad documental y administración desleal.
Pero, aun así, Alejandro Blanco defiende y seguirá defendiendo a Castellanos. Por algo es el superministro de Deportes, quien da la sensación de que ni hace ni deja hacer y que lo único que le importa es estar en Los Ángeles 2028. Por cierto, ¿tendrá diseñado para entonces ese modelo del deporte español subvencionado con un millón de euros, el mismo que tanto reclamó nada más acabar París 2024?
El 1 de enero de 2023 entró en vigor la nueva Ley del Deporte, que, según el Gobierno de Sánchez, actualizaba la de 1990 y se ponía al día en materia de inclusión e igualdad, además de eliminar cualquier tipo de discriminación. Siendo esto importante, esta ley fue elaborada con criterios más políticos o ideológicos que de gestión deportiva. De ahí que no se realizaran unos cambios estructurales que los resultados de los recientes Juegos Olímpicos de París han vuelto a dejar en evidencia.
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