¡Las 'Guerreras del agua' son de oro! El malecón de Martina Terré hace eterna a España (11-9)

• ​España - Australia, en directo | Última hora, resultado y goles de la final de los Juegos Olímpicos de París de 2024

¡Lo han logrado, lo han logrado! Frótense los ojos si quieren, pero es tan real como la vida. Es el éxito que tanto ha esperado el waterpolo femenino. Es el oro olímpico que eleva a las Guerreras del Agua casi a una categoría divina. Es la medalla que faltaba, es el campeonato olímpico, el que fue acariciado en Londres y en Tokio. Atrás han quedado aquellas lágrimas, porque la Selección ha vencido a Australia en una trepidante final en La Défense Arena (11-9).

Es el éxito más anhelado, para el que han tenido que pasar por decepciones eternas, que casi ni tienen cura. Fue un duelo de igual a igual, aunque algunos dieran el oro por seguro. En este tipo de partidos no hay precedentes que valgan, dejen de confundirse. Las finales tienen numerosos paralelismos con los casos delictivos: todos los escenarios son posibles.

Recuerden su nombre, aunque es complicado que se les olvide porque seguro que lo escucharán mucho en los próximos años: Martina Terre. Hay portera para rato. Sus intervenciones fueron extraordinarias, casi encuadradas en la categoría de sobrehumanas. Dejar en el banquillo a Laura Ester no era moco de pavo. Otro acierto más de Miki Oca.

La portera se encargó de neutralizar cualquier avance de las australianas, petrificadas con cada una de sus paradas. Mientras Martina construía un malecón en la portería, sufría Ester en el banquillo. Por el partido. Y por su compañera, porque comprendía mejor que nadie la dificultad de mantener viva la ilusión del equipo.

Gran presencia española en París

Un equipo necesita a su portero cuando soplan los malos vientos. España empezó por debajo en el marcador, pero ahí emergió una cancerbera de primerísimo nivel, contrariada incluso en goles que llegaron en rechaces imparables, cuando los milagros ya habían alcanzado su cupo máximo.

Si Martina aniquiló el sueño australiano desde atrás, Bea Ortiz lo hizo en el ataque. Fueron tres goles que lanzaron a España en un partido para el recuerdo. En una jornada en la que París se asemejó a Barcelona. O a Madrid. O a Valencia. Qué de banderas, qué de españoles. Cómo no iban a ganar así.

La felicidad de Espar, Ester y Peña

Coincidiremos en que este oro lo merecía el seleccionador. Por liderar un equipo cargado de novatas hasta un triunfo que debe ser el combustible para el futuro. Porque hay un conjunto precoz, con ilusión por aniquilar los récords. Con ganas por llenar las vitrinas de casa de medallas, a poder ser de oro.

Y lo merecían Anni Espar, Laura Ester y Pili Peña, qué diablos. Porque para toda regeneración es fundamental la amalgama entre veteranos y noveles. Ellas han sido la inspiración para la nueva camada, cansadas de verla caer en finales en las que acariciaron el oro. Llevarlas a la gloria ha sido la mayor motivación.

El oro se acarició, como muchas otras medallas en estos Juegos Olímpicos, sin agarrarlo del todo. Pero este no se escapó, no podía repetirse otro sádico final, en un giro del destino que hubiera replicado a tantas tragedias vividas. Este sábado tocaba alegría. España se irá de fiesta por París.