Hubo una española feliz en la derrota de Alcaraz. Estos son los Juegos Olímpicos que no vemos
Noelia y Javi llegaron a última hora a París para presenciar una gran jornada de tenis. A pesar de la derrota de Alcaraz, ella se fue contenta a casa al conseguir una pelota firmada por él
La escalera estaba colapsada y apenas se podía acceder a la pista. Era una cancha de entrenamiento, nada de la Philippe Chatrier. Los gritos se escuchaban desde fuera y era lógico. Carlos Alcaraz realizó su sesión de activación previa a la final en la pista siete de Roland Garros y nadie se la quiso perder. Tampoco Noelia y Javi, que viajaron desde Elche a París para disfrutar de estos Juegos Olímpicos. Para ver la final de las finales en un templo del tenis.
El resultado fue doloroso, con esa derrota cargada de lágrimas. Pero Noelia se llevó el mejor recuerdo posible de esta experiencia: una de las pelotas firmadas que lanzó Alcaraz. "Ha rebotado en un señor y rápidamente la he podido coger", decía a El Confidencial. Dio saltos de alegría en la grada e inmediatamente cogió su teléfono.
"Mamá, mamá", decía en un perfecto valenciano mientras le contaba lo ocurrido. "Ahora te mando la foto". La conversación de Noelia se produjo mientras su novio, Javi, la mirada con una sonrisa. En la pista, Alcaraz se envolvió en una toalla al mismo tiempo que todos lo llamaban desde la grada y buscaban un autógrafo en la puerta de salida.
Javi tiene una cámara de carrete para aglutinar todos los recuerdos. Noelia, sin embargo, usa la de su teléfono para enviar la foto de la pelota firmada por todos los grupos de WhatsApp. El azar ha querido que estén en París en esta final, aunque llegar hasta aquí no haya sido una tarea fácil.
Una espera eterna
"Hemos estado dos años en lista de espera y descartamos por completo venir, porque no teníamos entradas", explica Noelia. Pero todo cambió en junio: "Me llegó un correo y vi que sacaron una última remesa. Ahí decidí a sacarlas, sin dudarlo".
Las entradas las sacó Noelia, sin que Javi supiera nada. Era la sorpresa perfecta de esta pareja que se conoció en la Universidad Miguel Hernández de Elche mientras estudiaban Periodismo. "Me ha regalado las entradas por mi cumpleaños. No he podido tener mejor regalo", dice Javi.
El regalo es perfecto porque Javi es un gran aficionado al tenis, deporte al que juega de forma "amateur". A la madre de Noelia también le gustan las raquetas y suele ver los torneos, igual que su hija. "Yo he visto partidos en directo en el Mutua Madrid Open". En Roland Garros, presenciaron tanto la final como el partido por el bronce del dobles femenino.
Un sueño pendiente
Ver el entrenamiento de Alcaraz no estaba en sus planes y, de hecho, se lo perdieron. "Llegamos cuando ya estaba sentado en la silla, recién acabado. Me he quedado de pie mientras lanzaba las pelotas, sin intención de que me cayera alguna. Es un gran recuerdo".
La pareja, ambos profesores de Lengua Valenciana, sueñan con estar en Wimbledon o en Roland Garros alguna vez. "Llevamos tres años intentando comprar entradas para ir a Londres, pero es imposible. No hay forma de conseguirlas". Mientras tanto, se conformarán con haber vivido una de las mejores finales que se recuerdan en unos Juegos Olímpicos. Y con el tesoro que se llevó Noelia a casa. Una pelota que la trasladará constantemente a París.
La escalera estaba colapsada y apenas se podía acceder a la pista. Era una cancha de entrenamiento, nada de la Philippe Chatrier. Los gritos se escuchaban desde fuera y era lógico. Carlos Alcaraz realizó su sesión de activación previa a la final en la pista siete de Roland Garros y nadie se la quiso perder. Tampoco Noelia y Javi, que viajaron desde Elche a París para disfrutar de estos Juegos Olímpicos. Para ver la final de las finales en un templo del tenis.
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