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"Lo he regalado": cuando ni el propio Jon Rahm sabe qué ha pasado para quedarse sin medalla
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UN METAL QUE TENÍA EN EL BOTE

"Lo he regalado": cuando ni el propio Jon Rahm sabe qué ha pasado para quedarse sin medalla

El golfista español, que llegaba primero con una gran tarjeta a la última jornada, se hundió en el momento decisivo para decir adiós a una medalla olímpica que ya casi acariciaba

Foto: Rahm, tras saber que no sería medalla olímpica. (Reuters/Lisa Leutner)
Rahm, tras saber que no sería medalla olímpica. (Reuters/Lisa Leutner)

La cara de Jon Rahm lo decía todo. El golfista español, que llegaba a la última jornada con todo a favor para lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, se hundió de manera inexplicable en la última vuelta en París. Un extraño bloqueo que ni el propio jugador de Barrika era capaz de explicar, más allá de un inesperado error en el hoyo 14 que le terminó condenando. Una lástima para el vasco, que no pudo lograr el ansiado metal por el que tanto peleó.

Después de tres rondas impresionantes, que permitieron a Rahm llegar primero con -14 golpes a la última jornada, los últimos ocho hoyos fueron para olvidar. Solo hay que echar un vistazo a su tarjeta para confirmarlo: llegaba al día decisivo con 4 golpes de ventaja sobre Scottie Scheffler, el ganador de la cita, quien terminó logrando una ventaja de otros 4 sobre el español. O, dicho de otra manera, el vasco acabó el campo con 8 golpes más que el campeón olímpico.

Su hundimiento fue evidente, con una tarjeta de 70 golpes, muchísimo peor que cualquiera de las realizadas en los tres días previos y que le habían puesto en clara disposición de ganar el oro olímpico. Sin embargo, con el paso de los hoyos, la jornada se fue complicando y Rahm empezaba a despedirse de ganar para pelear por la medalla. Pero, de manera inexplicable, se atascaba en el tramo final para acabar quinto y sin el premio del deseado metal.

Foto: El español, un ídolo de masas en Francia. (Reuters/Lisa Leutner)

El propio Rahm era incapaz de explicar qué había pasado, cómo había llegado su bloqueo y, sobre todo, cómo se había despedido de las medallas cuando lo tenía en el punto perfecto para lograr su sueño. Nada más acabar, atendía a los medios y se podía ver su decepción: triste, con dificultad para sumir lo sucedido y, sobre todo, sin una valoración clara de lo sucedido. Eso sí, sabía en qué lugar se le había escapado la medalla. En el maldito hoyo 14.

"Es difícil de explicar qué ha pasado. Estoy cabizbajo, dolorido y sé que muchos pensarán lo que ha pasado en los hoyos 11 y 12, pero el viento no lo puedo controlar, para mí, son fallos menores. Pero el 14 es un fallo grande, lo que hice no es lo ideal en un par 5. No puedo salir con doble bogey, lo he regalado. Me podía haber ido con medalla de los Juegos, pero duele no ganar esta semana por el orgullo de representar a España", explicaba el español

El dolor es mayúsculo para el español, que lo tenía todo para ser campeón olímpico. No solo había conseguido liderar la prueba después de las tres primeras jornadas sino que, a falta de solo ocho hoyos para acabar la competición, Rahm era líder con cuatro golpes de ventaja sobre el segundo. No solo perdió la monumental ventaja para quedarse sin el oro, sino que finalizó quinto y fuera del podio, en un duro hundimiento que será difícil de borrar de su mente.

Un golpe doloroso

Los Juegos Olímpicos atraían, y mucho, al español. Este deporte se convirtió en olímpico en los Juegos de París 1900 y, aunque repitió una edición más tarde, desapareció del calendario. No fue hasta Río 2016 cuando regresaría, con dos ediciones más hasta regresar a la capital francesa. O, dicho de otra manera, solo cuatro jugadores habían sido capaces de lograr el oro olímpico en golf. Rahm no quería desaprovechar la oportunidad de ser el quinto.

Antes del comienzo de la competición, el español lo tenía claro: "Para mí, conseguir una medalla olímpica es lo más importante que le puedes ofrecer a tu país. Tiene un enorme peso, a la altura de los majors en golf", explicaba Rahm. "Es emocionante vestir de nuevo el uniforme de España y el domingo llevaremos la camiseta roja", señalaba. Pero, cuando lo tenía todo a favor, se bloqueó y no encontró los resortes para lograr la medalla por la que tanto había peleado.

Jon Rahm quería dar una medalla de oro a España en París, soñando con cambiar la Chaqueta Verde de Augusta por la roja de París, pero no pudo ser. Durante tres días, luchó por ser el quinto deportista de la historia en conseguir el oro en el golf olímpico, algo por lo que no pudo pelear en Tokio tras sufrir covid. Pero, cuando mejor lo tenía, no pudo lograrlo. Un duro tropiezo para el español, al que se le escapó entre los dedos un metal que casi tenía en el cuello.

La cara de Jon Rahm lo decía todo. El golfista español, que llegaba a la última jornada con todo a favor para lograr la medalla de oro en los Juegos Olímpicos, se hundió de manera inexplicable en la última vuelta en París. Un extraño bloqueo que ni el propio jugador de Barrika era capaz de explicar, más allá de un inesperado error en el hoyo 14 que le terminó condenando. Una lástima para el vasco, que no pudo lograr el ansiado metal por el que tanto peleó.

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