El riesgo que asumía Carolina Marín con su rodilla: "Hundida", sufre la rotura del cruzado
La deportista española, que soñaba con conseguir el segundo oro olímpico de su carrera, se quedó a las puertas de la final cuando tenía el partido ganado, al sufrir una grave lesión que puede ser el final definitivo de su carrera deportiva
"Me he roto, me he roto". Carolina Marín acababa de caer al suelo y ya era consciente de la gravedad de su lesión. La volantista española, gran candidata al oro olímpico, estaba firmando un partido de semifinales perfecto y acariciaba el pase a la gran final, donde podría pelear por su segundo oro olímpico. Pero en un golpe que, aparentemente no llevaba complicaciones, su rodilla derecha no aterrizó bien y su articulación no aguantó más.
Las lágrimas de rabia y la manera en la que se retorcía sobre la pista eran claro síntoma de que la lesión era grave. Si por algo se caracteriza la deportista es por ser una guerrera, una verdadera luchadora y, por tanto, una jugadora que nunca se rinde. Carolina estaba bordándolo, haciendo un bádminton de muchísimo nivel y desarmando a He Bing Jiao, que no encontraba soluciones ante su rival. Pero, cuando el cuerpo dice basta, poco más se puede hacer.
Tras aterrizar en Madrid este lunes, acudió al Centro médico-quirúrgico Olympia donde, atendida por el doctor Manuel Leyes -el mismo que ya la operó en 2021-, se le practicaron las primeras pruebas sobre su pierna derecha. Y los resultados fueron los peores, aquellos que la propia deportista ya conocía nada más caer al suelo de París en las semifinales: la rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, su tercera lesión grave en su carrera.
Desde el momento en el que aterrizó tras golpear esa derecha cruzada, Marín sabía que algo había pasado. En los últimos años, la española ya había sido intervenida de la rotura del ligamento cruzado de ambas rodillas. La primera, en 2019, la segunda, en 2021, que le dejaba sin los Juegos de Tokio. Tres años después, cuando quería dejar todo aquello en el olvido con una nueva presea olímpica, su rodilla se quebró y, con ello, sus esperanzas de lograr medalla.
Carolina Marín sabía de sobra el riesgo que asumía en los Juegos Olímpicos. Llegaba a la competición con el menisco de la rodilla derecha algo tocado y, en una competición tan exigente y con no demasiado tiempo para recuperar, siempre es necesario controlar los esfuerzos. Y, lo cierto, es que la española lo estaba haciendo, solventando sus partidos con buena nota y sin dar síntomas de cansancio. Es más, en semifinales, estaba asfixiando a su rival.
Gritos de mucha angustia y dolor de Carolina Marín. Nos tememos lo peor...#Paris2024 pic.twitter.com/ADQPUZ54gO
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 4, 2024
Tras ganar por 21 a 14 el primer set y cuando dominaba por 10 a 6 el segundo, esa rodilla derecha, la misma que se lesionó en 2019, no soportaba la caída lateral de la española. Los gritos de desesperación y las lágrimas confirmaban que su rodilla la dejaba sin poder seguir compitiendo. O, dicho de otra manera, se quedaba sin final y tampoco no podrá pelear por el bronce en la pista. Un duro golpe para la española, que lo estaba bordando en su participación olímpica.
"Está hundida. Ha sido muy injusto y cruel. Cómo ha ido de menos a más y la determinación con la que afrontaba la semifinal, es muy duro. En cuanto ha caído al suelo, me ha mirado y me ha dicho: 'Me he roto'. Es una sensación que conoce y, si ella me ha dicho eso, es que era cierto. Me ha dicho que no es justo y que no quería acabar su carrera así. Carolina, gane o pierda, se merecía acabar unos JJOO disputándolos", explicaba su técnico, Fernando Rivas.
Fernando Rivas, entrenador de @CarolinaMarin:
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 4, 2024
"Está hundida. Me ha mirado y me ha dicho: 'me he roto'"
"No quería acabar su carrera así"#Paris2024 pic.twitter.com/IGkX9DV6wq
A sus 31 años, es posible que esta haya sido la última cita olímpica de Carolina. Pero, además, las palabras de su entrenador abren la posibilidad de una realidad aún más dolorosa: con tres lesiones tan graves en ambas rodillas, queda por ver si la onubense está con fuerzas de volver a la competición. Cualquier deportista se merece decir adiós en la pista, mucho más una leyenda como es el caso de la española. Pero, a veces, la realidad es testaruda y se empeña en mostrar el camino.
Todavía queda por ver el alcance exacto de la lesión, pero todo apunta a una dolencia grave pues, de otra manera, la española no hubiera abandonado la pista cuando solo estaba a once puntos de meterse en la final y asegurarse una nueva medalla olímpica. Quién sabe si es el último partido de Carolina Marín, al menos, en unos Juegos Olímpicos, en una de las imágenes que se quedarán en la retina de los aficionados. Una lesión que provocó que se escuchara el silencio en París.
"Me he roto, me he roto". Carolina Marín acababa de caer al suelo y ya era consciente de la gravedad de su lesión. La volantista española, gran candidata al oro olímpico, estaba firmando un partido de semifinales perfecto y acariciaba el pase a la gran final, donde podría pelear por su segundo oro olímpico. Pero en un golpe que, aparentemente no llevaba complicaciones, su rodilla derecha no aterrizó bien y su articulación no aguantó más.
- El momento más duro de Carolina Marín en París: una lesión que encogió el corazón a toda España P. C.
- "Toda España está contigo": reacciones a la lesión de Carolina Marín en los Juegos Olímpicos Roberto Ruiz Anderson
- "No, no": El gesto de guerrera de Carolina Marín antes de irse lesionada en los Juegos P. C.