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Infiltrados en la banda que transforma la Philippe Chatrier de Roland Garros en una verbena española
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SEMIFINALES EN ROLAND GARROS

Infiltrados en la banda que transforma la Philippe Chatrier de Roland Garros en una verbena española

Alcaraz logró el pase a la final en el cuadro individual y aseguró otra medalla para España. Cristina Bucsa y Sara Sorribes perdieron y pelearán por el bronce en el dobles femenino

Foto: La banda de la Philippe Chatrier. (R.L.C.)
La banda de la Philippe Chatrier. (R.L.C.)

Eran las 12 y ya había familias españolas desplazadas a Roland Garros. Nadie quería perderse a Carlitos, pero no todos eran igual de afortunados. "Compramos las entradas hace meses, sin saber turno ni tenistas, y las tenemos para ver a Djokovic. A ver si encontramos a algún serbio que le pase a la inversa, porque queremos ver a Alcaraz", decía José, procedente del País Vasco junto a su mujer y a su hija.

El partido de Alcaraz fue ligero. En cuestión de 90 minutos, ya había vencido a Félix Auger-Aliassime, incapaz de neutralizarlo en este estado de forma (6-1 y 6-1). El duelo había sido una fiesta, con banda incluida. La música estuvo a favor de Carlitos, con una melodía favorable a los clásicos "olés" y a hacer la ola en la Philippe Chatrier.

La banda apenas tiene tiempo para tocar algo de música entre los partidos. "Solo cuando los tenistas cambian de campo", asegura Vincent Raymond, uno de los trompetistas, a El Confidencial. Lo suficiente para convertir Roland Garros en una verbena. Tienen su sitio habilitado al lado del DJ que hay en la pista, con sillas en las que esperan que llegue el momento de animar el ambiente.

El grupo se llama Paname y está especializado en eventos deportivos. Lo explica Raymond: "Tocamos en el rugby, en el baloncesto y en Roland Garros. Estamos acostumbrados a animar al público y a mejorar el ambiente en el deporte". En estos Juegos Olímpicos, ya lo han hecho en los Inválidos, en la Torre Eiffel, en Roland Garros y en el Stade de France.

placeholder Alcaraz celebra el pase a la final. (Europa Press)
Alcaraz celebra el pase a la final. (Europa Press)

La melodía del grupo

La experiencia les está encantando a pesar del enorme esfuerzo que les supone tocar todos los días. "No hemos parado, prácticamente. Somos cuatro equipos de siete personas y descansamos un día a la semana. Tenemos 300 números para animar el ambiente con música principalmente francesa, pero también del resto del mundo".

Están enamorados del ambiente de los aficionados españoles. Cada equipo cuenta con tres trompetistas, uno toca el trombón, dos se encargan de la percusión y otro toca el sousafón. El grupo de Vincent Raymond afrontaba su segundo día consecutivo en Roland Garros, aunque todavía le quedaban dos más. "Estaremos también el sábado y el domingo, en las respectivas finales que haya en la Chatrier".

El tenis vivió una alegría a medias en París. Aunque Alcaraz logró el pase a la final, Sara Sorribes y Cristina Bucsa perdieron ante Andreeva y Shnaider en semifinales (1-6 y 2-6) y pelearán por el bronce. Antes de abandonar la Suzanne Lenglen, le chocan la mano a un niño ubicado en uno de los laterales. La derrota ha sido contundente.

placeholder Sorribes y Busca, en pleno partido. (Europa Press)
Sorribes y Busca, en pleno partido. (Europa Press)

La impotencia de las españolas

"Han jugado muy bien, sólidas y con las cosas claras. Me leían muy bien las jugadas y no sabía cuándo se iban a cruzar", reconoció Bucsa al concluir el partido, con el partido por el bronce ya en mente. "Me ha animado ya en las escaleras. Seguimos teniendo nuestras opciones", confesó Sorribes.

A pesar del varapalo sufrido en las semifinales, están mentalizadas para lograr el bronce. "Visualizábamos el asalto al podio hace bastante", reconocía Cristina. "Me visualizo con el bronce, pero no quiero. Hay que ir momento a momento", explicaba Sara.

Foto: Alcaraz no se rinde. (EFE/Juanjo Martín)

Las checas Muchova y Noskova serán las rivales de Sorribes y Bucsa en el asalto por el bronce olímpico. "No las conocemos de nada", decía Cristina. "Nosotras pensamos en que queremos esa medalla y vamos a ir a por ella", sostuvo Sara.

Cristina y Sara salen por la puerta por la que entra la prensa. Bucsa se adelanta para recoger su mochila y para acercarle la suya a Sorribes, antes de andar por los alrededores de la Chatrier, camuflándose entre el público y pasando desapercibidas. Solo un aficionado para a Sorribes para sacarse una foto. Luego desaparecen por la puerta C33 para regresar a la villa olímpica. Hay mucha, muchísima diferencia mediática de lo que sucedió con Nadalcaraz. Pero se las espera de nuevo en Roland Garros para que aúpen a España al podio que tanto desean.

Eran las 12 y ya había familias españolas desplazadas a Roland Garros. Nadie quería perderse a Carlitos, pero no todos eran igual de afortunados. "Compramos las entradas hace meses, sin saber turno ni tenistas, y las tenemos para ver a Djokovic. A ver si encontramos a algún serbio que le pase a la inversa, porque queremos ver a Alcaraz", decía José, procedente del País Vasco junto a su mujer y a su hija.

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