La alegría va por pistas: Sorribes y Bucsa se quedan a las puertas de la final del dobles (1-6 y 2-6)
Las españolas perdieron en las semifinales frente a Mirra Andreeva y Diana Shnaider. Las rusas mantuvieron una alta intensidad frente a la que no no tuvieron nada que hacer
Sorribes y Bucsa pelearán por el bronce. (Reuters/Angelika Warmuth)
La alegría fue por pistas. Si Carlos Alcaraz rugió al conseguir el pase a la final en la Philippe Chatrier, Sara Sorribes y Cristina Bucsa no tuvieron la misma fortuna en la Suzanne Lenglen, en las semifinales del dobles femenino. Mirra Andreeva y Diana Shnaider se impusieron con un clara superioridad para dejar a las españoles fuera de la final (1-6 y 2-6).
De nada sirvieron las numerosas muestras de ánimo desde la grada. Había una superioridad que se respiraba en la pista y en la tribuna de prensa, pero no entre los aficionados. Gritaron "sí se puede", pero ante semejante dosis de ferocidad hubo poco que hacer. El mérito de las rusas fue neutralizar las armas de las españolas.
El primer set fue especialmente duro, con bolas que rozaban el punto, pero a las que siempre llegaban las adversarias. Había superheroínas en la pista de tenis, porque no bastaban las derechas normales, tampoco los globos. Cualquier estrategia se encontraba con un muro enfrente. La resignación de Sorribes y Bucsa era evidente.
Por más que Sara tapara bien la red y que Cristina corriera en el fondo, las rusas siempre encontraban algún resquicio. Había que correr riesgos, y no es que los espacios fueran enormes. Pero ellas siempre daban con la forma de que las españolas estuvieran incómodas. Era competir contra locomotoras.
Sorribes y Busca conversan durante el partido. (Reuters/Marcelo del Pozo)
El varapalo del primer set
El 6-1 del primer set fue un duro varapalo que sea veía difícilmente remediable, más todavía con el inicio del segundo. En el primer juego, las rusas lograron un break que les allanó el camino a la final, si es que no lo estaba ya. La brisa presente fue la misma con la que se despidieron Cristina y Sara de la final.
Pero ese primer break fue replicado con otro. Y con un gesto de rabia por parte de ambas tenistas españolas. Necesitaban un juego como ese para recuperar la confianza; para que las rusas no parecían extraterrestres en una pista de tenis. En definitiva, para cerciorarse de que había todavía partido en París.
Aquel break, sin embargo, fue un simple espejismo. Las españolas no ganaron ningún juego más en el segundo set y despidieron de la final con una derrota aplastante, de las que cuesta recuperarse. Pero deben hacerlo, porque todavía tienen opción de medalla al jugar el duelo por el bronce. Y para ello necesitarán la mejor cabeza posible.
La alegría fue por pistas. Si Carlos Alcaraz rugió al conseguir el pase a la final en la Philippe Chatrier, Sara Sorribes y Cristina Bucsa no tuvieron la misma fortuna en la Suzanne Lenglen, en las semifinales del dobles femenino. Mirra Andreeva y Diana Shnaider se impusieron con un clara superioridad para dejar a las españoles fuera de la final (1-6 y 2-6).