"Me revisaron todo". La indignación del boxeador venezolano con el COI por quitarle la camiseta

La crisis política en Venezuela, con las denuncias y sospechas de fraude electoral en las elecciones presidenciales, tienen consecuencias en los Juegos Olímpicos. La Junta Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional (COI) decidió prohibir a Jesús Cova, boxeador venezolano, competir con la bandera de su país en el combate contra el tailandés Bunjong Sinsiri. Una decisión que indignó y denunció el púgil venezolano por cómo se produjeron los hechos antes del combate y durante el mismo por la decisión unánime de darle la pelea por perdida.

Jesús Cova tuvo que quitarse la camiseta de su país, en la que lucía el escudo, mientras que el tailandés sí la pudo lucir en el combate. El venezolano no entendía la prohibición y explicó que no había ningún motivo de reivindicación política en su vestimenta. Era la habitual de otros combates. El COI se lo impidió y tuvo que competir con una camiseta roja, con el único logo de la marca Adidas.

Al boxeador venezolano le explicaron que incumplía las reglas del uniforme. En concreto, la Regla 50 de la Carta Olímpica, que no permite ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte de los emplazamientos olímpicos.

Jesús Cova mostró su enojo y no se calló por unos hechos que califica de incomprensibles y pudieron afectarle a su concentración: "Antes de entrar en el ring me quitaron el uniforme que traía las letras de Venezuela por equis circunstancias que no comprendo. Es la primera vez, en todas las competiciones que he ido, que me quitan el uniforme porque tenía la bandera de Venezuela en una esquina".

El venezolano dio más detalles y explicó que se sintió acosado hasta por los servicios médicos del COI: "Me revisaron todo. Y me refiero a todo. Sentí que se detallaron mucho conmigo".

La denuncia de Jesús Cova es que el COI se sobrepasó e hizo diferencias al permitir a su rival competir con el uniforme de su país. En el ring también se sintió injustamente calificado. Era su debut en los Juegos Olímpicos y perdió en la categoría de 63,5 kilogramos en los tres asaltos por un arbitraje que considera parcial y la decisión unánime de los cinco jueces.

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Tras el combate no ocultó su enfado y frustración. "Sentí que lo hice, porque marqué los puntos todo el tiempo. Pensé que lancé los mejores golpes. El árbitro no le llamó la atención al rival cuando me abrazaba. Se trata de que si tú me abrazas más de tres veces en el combate, deberían bajarle un punto. Nunca le bajó un punto al contrario. Siempre estuvo cuidándolo". El árbitro fue el azerbaiyán Emil Gurbanaliyev. El púgil tailandés no ocultó, con gestos de sorpresa, el resultado final de una victoria en un combate apretado.