"Esto es para ti, papá": Rudy Fernández cumple la promesa que le hace ser una leyenda mundial

La Selección española de baloncesto estará en los Juegos Olímpicos. El combinado español tuvo que sufrir de lo lindo en el Preolímpico de Valencia para conseguir estar este verano en París, un equipo en claro cambio generacional, pero que sigue ofreciendo grandes prestaciones para hacer soñar a España. Eso sí, ahora deberá demostrar, una vez más, de qué pasta está hecho este equipo, al caer en el grupo de la muerte... pero con Rudy Fernández dispuesto a cumplir su misión.

Rudy Fernández siempre fue un jugador diferente. Desde que debutara con el Joventut en ACB en 2002 de la mano del mítico Manel Comas, el jugador balear ha sido capaz de demostrar todo el potencial que atesoraba. Rápido de piernas, inteligente en el robo, experto en la anticipación, con muelles en sus piernas tanto en ataque como en defensa y con enorme mano en el lanzamiento exterior, Rudy no solo ha ido mejorando sus prestaciones, sino que les ha sumado la experiencia.

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El Confidencial

Aquel niño que soñaba con ser como su hermana Marta, ya se ha convertido en una leyenda del baloncesto mundial. Tanto en sus primeros años en España, como durante su paso por la NBA, como en su regreso de la mano del Real Madrid, amén de en la Selección, Rudy Fernández siempre ha podido ser definido por una misma palabra: compromiso. Uno de esos jugadores que siempre quieres tener en tu equipo y que aportan cuando los compañeros más lo necesitan.

Después de ganar a Líbano y Angola, España fue capaz de derrotar a Finlandia en semifinales, para meterse en la gran final: si la Selección quería estar en los Juegos, necesitaba derrotar a la peligrosa Bahamas en el último partido. La misión no iba a ser fácil, pero nadie dijo que fuera sencillo. Y Rudy tenía un sueño: no solo se quería convertir en el primer jugador de la historia del baloncesto en participar en seis JJOO, sino que tenía una promesa que cumplir.

Tras 39 minutos de pelea, agonía y lucha, España ya sabía que estaría en los Juegos y que su último minuto del partido ante Bahamas solo era para disfrutar. Sergio Scariolo, siempre atento a estos detalles, quitó del campo a Rudy -con 9 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias- para recibir una cerrada ovación del público. Tras sentarse, toalla en mano, el jugador mallorquín comenzó a llorar de alegría. Pero, ¿qué escondían esas emocionantes lágrimas?

Pues, ni más ni menos, que una promesa que le había hecho a su padre antes de fallecer. Nada más conocer el verano pasado que el Real Madrid le renovaba por una temporada más, Rudy explicaba lo importante que era ese gesto para él: "Estoy muy agradecido al Real Madrid por darme un año más y poder cumplir uno de los sueños de mi padre, que era que acabase mi carrera en una olimpiada". Pero tocaría trabajar para ello.

Tras no conseguir la clasificación directa en el Mundial, a España le tocaría trabajar duro este verano para conseguir meterse en el torneo olímpico. Y, con un brillante desempeño en Valencia, la Selección ha conseguido certificar su presencia en París 2024. "¡Seguimos, familia! ¡Esto es para ti, papá! Gracias", afirmaba al término del partido. Rudy Fernández hará historia tras jugar sus sextos Juegos... y, de paso, cumplirá, la promesa que le hizo a su padre.