Ander Mirambell: "¿JJOO en Cataluña? Hay que dejar la política a un lado y pensar en la sociedad"

"Si empezamos la casa por el tejado, mal vamos". Ander Mirambell no se muerde la lengua a la hora de hablar sobre los Juegos Olímpicos 2030 a los que aspiran Cataluña y Aragón. El piloto español de skeleton acumula en su currículo cuatro citas olímpicas, la última de ellas, Pekín 2022, lo que le convierte en una voz autorizada dentro de los deportes de invierno en nuestro país. El abanderado de la última delegación española, junto a la medallista Queralt Castellet, sonríe con cierto sarcasmo cuando se le pregunta por el debate que enfrenta a ambas comunidades autónomas respecto a la organización de los Juegos: Aragón apuesta por una candidatura conjunta, mientras Cataluña solo aspira a liderarla y a dejar la colaboración de los aragoneses en una aportación. "Tiene que ser un proyecto deportivo para la gente. Para la gente de Cataluña, de Aragón… para la gente de cualquier región. (…) Hay que dejar la política de lado. Ser un ciudadano y entender qué necesita la sociedad. Los políticos hablan de unos Juegos Olímpicos sin contar con la gente que sí ha estado en ellos", explica Mirambell.

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El deportista nacido en Manresa asegura que "el gran problema de esta candidatura no es a nivel de infraestructuras, que también, es a nivel deportivo", poniendo en foco en los problemas evidentes que los deportes de invierno tienen en España: "Solo hemos sido 14 deportistas españoles en Pekín. Tenemos ocho años por delante hasta 2030 y hay que ponerse las pilas". "Eso implica trabajar para la sociedad. Significa que niños que vivan en el Raval y que jamás han visto la nieve puedan acceder a ello, el material necesario, etc. ¿Cómo vamos a tener deportistas de élite en deportes de invierno si ni siquiera se puede practicar de manera popular? Hace falta tener una base para que salga gente buena en un periodo de tiempo muy poco. Eso es lo que nos debería preocupar, mucho más que si el apellido es Cataluña, Aragón o Pirineos", insiste el piloto de skeleton.

Para Mirambell, el espejo en el que mirarse está en Barcelona 92 y en "todo el legado que dejó, tanto a nivel local como al resto del país". "Si tenemos los Juegos Olímpicos de Invierno, nuestra candidatura va a ser un exponente importante a nivel global. Ofreceremos turismo deportivo, podremos albergar campeonatos de Europa, campeonatos del Mundo… ¿Qué sitio te puede ofrecer estar en la playa y otro de nieve a dos horas?", plantea. El deportista da un toque de atención a las esferas políticas pidiendo "transparencia y credibilidad". "¿Cómo se va a estar en contra si no se nos enseña el proyecto? Me cuesta mucho ver cómo se habla de los Juegos Olímpicos, ya sean los de Invierno 2030 en Cataluña como los de Madrid de verano. Invertir en deporte es invertir en salud, es una oportunidad para formar a chavales".

El catalán apuesta por un modelo que "esté enfocado a la gente". "No tenemos pistas de hielo, habrá que construir pistas que no sean desmontables para que el día de mañana pueda ser disfrutado por las próximas generaciones. ¿A nivel de infraestructuras ajenas al deporte qué hacemos? Yo soy de Manresa, he vivido muchos años ahí. Tardas una hora y 45 minutos, tenemos un tren que parece que va a cámara lenta", se queja Mirambell.

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Pero ¿cuál es la receta para potenciar los deportes de invierno en un país como España? "Cambiar la cultura del país, se necesita que el deporte se trabaje en todos sus hábitos: alto rendimiento, deporte y salud, deporte base… Tiene tantas ramas. Habría muchísimas iniciativas. Por ejemplo, por qué no ofrecer un bono para irte dos días al año a aprender a esquiar o potenciar el acceso a material deportivo de invierno asequible… Es un tema de querer y de ofrecer herramientas a la sociedad para que descubran los deportes de invierno. Y no todo es la nieve, también está el hielo. El curling es un lugar perfecto para que personas de 50 años con problemas de movilidad puedan disfrutar del deporte, como el que juega a la petanca. Hay que cambiar el chip, desde arriba hasta abajo".

El futuro del skeleton en España y una posible retirada

Con cuatro Juegos Olímpicos a sus espaldas, el pionero del skeleton en España no oculta que su carrera deportiva se encuentra en la recta de final, aunque todavía hay tiempo para lanzarse a 130 kilómetros por hora unas cuantas veces más: "He cumplido ya 39 años y me encuentro bastante bien. Primero tengo que sentarme con la Federación y ver qué tienen pensando para mí y qué recursos ofrecen. Si sigo, va a ser en unas condiciones". Mirambell pone el foco en su experiencia en Pekín, donde ha vivido "momentos durísimos". "Estaba solo y el fisioterapeuta vivía en una villa a hora y media. Cargaba 35 kilos de trineo, la maleta, la mochila, el casco… Lo más difícil era llegar a la pista. Quiero saber qué proyecto tienen para el skeleton, siempre voy a tratar de ayudar", explica.

"Después, tendré que hablar con la familia. Mi pareja, Irina Rodríguez [plata olímpica en natación sincronizada en Pekín 2008] también tiene su carrera profesional y sus sueños, como ser entrenadora en unos Juegos. A nivel económico tenemos que coordinarnos, a nivel logístico lo llevamos bastante bien y con un 'peque' incluido. Pero a nivel económico, vivimos en un país en el que ciertos deportes no están pagados", narra, antes de apuntar que "tengo muy claro que no me voy a arrastrar por los circuitos y que necesito una motivación. Una vez se cumplan esas dos condiciones, ya veremos".

El gran sueño de Ander no es que uno de sus pupilos consiga la primera medalla olímpica de España en skeleton: "Lo que viviré como una victoria propia es que la gente que la gente continúe este deporte. Es lo más importante, que no haya solo una Ana Torres Quevedo [la gran promesa española de la modalidad], que haya un Adriano, un Alberto, una Sofía… Esa sería mi gran medalla. Vivimos mucho de los resultados, pero hay mucho más allá".