La delegación afgana no podrá ir a los Juegos Paralímpicos: "No hay modo de llegar a Tokio"

El portavoz del Comité Paralímpico Internacional, Craig Spence, ha confirmado este lunes que la delegación afgana no podrá viajar a Tokio para participar en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, que arrancan el próximo 24 de agosto en la capital de Japón. "Lamentablemente el Comité Paralímpico de Afganistán no podrá participar en los Juegos Paralímpicos", ha indicado, señalando la "situación actual en el país" como causa de la ausencia de los deportistas. "Todos los aeropuertos están cerrados y no hay modo de que puedan viajar a Tokio", ha señalado.

"Esperamos que el equipo y las autoridades estén sanos y salvos durante este difícil momento", ha declarado Spence, en declaraciones recogidas por la agencia AFC. Hace apenas una semana el Comité Paralímpico Internacional señalaba que, aun en tiempos "inciertos" para su país, los dos atletas se encontraban a punto de debutar en unos Paralímpicos, un sueño para ambos. Solo dos atletas paralímpicos iban a viajar a Tokio bajo la bandera afgana: los taekwondistas Zakia Khodadadi y Hossain Rasouli, quien perdió la mano izquierda a causa de la explosión de una mina.

"Es la primera vez que una atleta femenina representa a Afganistán en los Juegos, y estoy muy feliz", señalaba hace solo unos días Khodadadi, de 23 años. Preocupada por tener únicamente dos meses para prepararse los Juegos, la joven señalaba a su gran referente, Rohullah Nikpai que, con 21 años, consiguió la primera medalla olímpica para Afganistán en toda su historia. Lo hizo consiguiendo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín al vencer al español Juan Antonio Ramos en la modalidad de menos de 48 kilos.

Nikpai repitió su logro en Londres cuatro años después, donde se llevó otra medalla de bronce para Afganistán. "Recuerdo claramente ver cómo Nikpai ganaba medallas para el país. Me inspiré en él y decidí dedicarme al deporte y, afortunadamente, mi familia me apoyó", señaló entonces. "Solo quiero estar ahí con otros atletas del mundo y dar lo mejor de mí. Es una oportunidad para mí mostrar mi habilidad y estaré orgullosa de estar con todos esos deportistas", añadió. Su sueño se ha visto truncado debido a la situación en el país, crítica tras la toma de Kabul por parte de los talibanes.

Por su parte Rasouli, de 24 años, esperaba también debutar en Tokio. "Es un sueño participar en los Juegos, y quiero ganar una medalla para el país. Sé que otros atletas se habrán preparado muy bien pero haré todo lo posible para estar en buena posición", explicó, hace solo unos días. El jefe de la misión olímpica, Arian Sadiqi, subrayaba lo que podría significar la presencia de Afganistán en los Paralímpicos, especialmente a la hora de tener referentes del movimiento paralímpico, "independientemente de la situación" del país. "Se están preparando con recursos limitados", explicó.

"Debido a la situación en nuestro país la falta de financiación y apoyo por parte del Gobierno, y la pandemia del covid, no pudimos llevar a nuestros atletas paralímpicos a los eventos de clasificación. Sin embargo, ahora los dos tienen esa oportunidad", señaló. Afganistán debutó en los Juegos Paralímpicos de Atlanta 1996, y desde entonces ha participado en cada edición, salvo en la de Sidney 2000, aunque nunca ha conseguido una medalla olímpica. En Río 2016 solo pudieron llevar a un deportista, Mohammad Durani, en lanzamiento de jabalina.