Es noticia
De perderse Río a compartir el oro en Tokio: la escayola de Tamberi que viajó de Brasil a Japón
  1. Deportes
  2. Juegos Olímpicos
se quedó fuera de los JJOO de Brasil

De perderse Río a compartir el oro en Tokio: la escayola de Tamberi que viajó de Brasil a Japón

Gianmarco Tamperi y Mutaz Essa Barshim consiguieron las mismas marcas: llegaron a 2,37 sin un solo fallo, y ambos fallaron en 2,39. Podía seguir saltando, o compartir el oro

Foto: Gianmarco Tamberi celebra con su escayola el oro en Tokio 2020 (EFE)
Gianmarco Tamberi celebra con su escayola el oro en Tokio 2020 (EFE)

"¿Si no saltamos el oro es para los dos?". La pregunta del catarí Mutaz Essa Barshim al juez era clarísima. Y la respuesta del juez también lo fue. "Sí, puede [ocurrir esto]". Barshim miró a su compañero, el italiano Gianmarco Tamberi, competidor que consiguió exactamente sus mismas marcas: ambos llegaron a un 2,37 m. sin un solo fallo anterior, ambos fallaron en el 2,39. Si querían desempatar, había que seguir saltando. ¿Pero para qué, si los dos podían ser medallistas de oro olímpicos? Otro abrazo y absoluta emoción para las dos partes, una escena digna del espíritu olímpico.

Tamberi tenía mucho por lo que llorar: en 2016 se perdió los Juegos Olímpicos de Río por una grave lesión: el terrible diagnóstico fue una lesión del ligamento del tobillo izquierdo que lo obligaba a parar durante cuatro meses y a llevar, durante algún tiempo, una escayola en la pierna. Cuando se recuperó, nunca se desprendió del yeso: "Nunca lo tiré a la basura. Para mí fue y sigue siendo un símbolo, el símbolo de mi fortaleza, de mi voluntad de volver a intentarlo a pesar de la adversidad". Cuando Tamberi se lesionó pensó que se le caía el mundo encima. "Me pasé una semana llorando en la cama. Durante días pensaba que había perdido todo por lo que había trabajado, todos mis sueños", recuerda.

Pero, estando en el hospital, decidió cambiar de actitud. "Escribí [en el yeso] Camino a Tokio 2020", y a entrenar. "Luego el nuevo aplazamiento, fue otro golpe, con la incertidumbre de que tal vez nunca se jugarían estos Juegos Olímpicos... así que taché el 2020 y escribió el año 2021. "Siempre lo he tenido conmigo y quería traerlo a Tokio para demostrarme a mí mismo que estuve a la altura. Tuve mi oportunidad y ahora puedo decir que está bien, que mereció la pena pasar todo lo que pasé. Siempre he dicho que si lo conseguía iba a ser increíble, así que ahora que he coronado mi viaje no sé durante cuánto tiempo no podré dormir", explica, tal y como recoge la prensa italiana.

placeholder Tokyo 2020 Olympics - Athletics - Men's High Jump - Final- OLS - Olympic Stadium, Tokyo, Japan – August 1, 2021. Gianmarco Tamberi celebrates winning gold REUTERS Andrew Boyers
Tokyo 2020 Olympics - Athletics - Men's High Jump - Final- OLS - Olympic Stadium, Tokyo, Japan – August 1, 2021. Gianmarco Tamberi celebrates winning gold REUTERS Andrew Boyers

Una semana antes de la competición recordaba aquel momento compartiendo, en su perfil oficial de Instagram, una imagen de él mismo en tiempos de Río 2016, con la pierna aún lesionada. "Después de cinco años interminables... puedo simplemente decir que no veo la hora. Mi sueño olímpico", escribía. Lo que aún no sabía Tamberi era que una semana después iba a compartir la presea dorada con su compañero Barshim, haciendo realidad su sueño. En las últimas horas no ha dejado de subir imágenes en las que se le ve celebrando su medalla.

Incluso poco antes de la competición ya mostraba sus nervios en las redes sociales. "A las 12:00 en Italia. Las manos al cielo, el corazón latiendo con fuerza, todos quietos en el sofá... final olímpica. Un sueño que llevo años persiguiendo y que contigo a mi lado se está convirtiendo en realidad. No puedo esperar... por la hora de la función", escribía. La siguiente imagen, él envuelto en la bandera italiana llorando de emoción. La siguiente, otra, parecida, desde una perspectiva diferente pero del mismo momento. "Son las seis de la mañana y tengo miedo de dormirme... ¡No quiero despertarme de este sueño que se parece tanto a la realidad!".


"¿Si no saltamos el oro es para los dos?". La pregunta del catarí Mutaz Essa Barshim al juez era clarísima. Y la respuesta del juez también lo fue. "Sí, puede [ocurrir esto]". Barshim miró a su compañero, el italiano Gianmarco Tamberi, competidor que consiguió exactamente sus mismas marcas: ambos llegaron a un 2,37 m. sin un solo fallo anterior, ambos fallaron en el 2,39. Si querían desempatar, había que seguir saltando. ¿Pero para qué, si los dos podían ser medallistas de oro olímpicos? Otro abrazo y absoluta emoción para las dos partes, una escena digna del espíritu olímpico.

Juegos Olímpicos
El redactor recomienda