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Llegar, remar y besar la plata: el secreto de Maialen Chourraut para ser una leyenda
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SUMA TRES MEDALLAS OLÍMPICAS

Llegar, remar y besar la plata: el secreto de Maialen Chourraut para ser una leyenda

La palista vasca ha hecho historia a sus 38 años tras lograr su tercera medalla olímpica, en un descenso cargado de energía, emoción y técnica para conseguir una plata histórica

Foto: Maialen Chourraut durante la final. (Getty)
Maialen Chourraut durante la final. (Getty)

Si echamos la vista atrás, la prueba de K1 se ha convertido en una fuente de alegría para España en los Juegos Olímpicos y todo es gracias a una sola mujer: Maialen Chourraut. La palista vasca es historia viva del deporte, al conseguir su tercera medalla en una cita olímpica con la plata lograda en Tokio. De hecho, no solo es la deportista más veterana de su especialidad en sumar una presea, sino que es la primera mujer que tiene los tres metales... y un ejemplo para nuestro deporte.

Pero esta medalla es más especial que las logradas en los anteriores Juegos. En primer lugar, por saber que acudía a la competición sin ser una de las más rápidas, por lo que era necesario saber aprovechar las oportunidades que tuviera; en segundo, por culpa de la distancia provocada por la pandemia, que le han obligado a tener que separarse de su hija y, lo que es más duro, que ninguno de los dos padres pueda estar con la menor, pues su marido, Xabi Etxaniz, es también su entrenador.

El K1 es una prueba en la que el fallo está a la orden del día. No solo vale con ser la más rápida, la más técnica o la que mejor entienda el agua, sino que es necesario no cometer errores para poder estar en lo más alto. Por esa razón, conseguir sumar tres medallas olímpicas consecutivas es algo al alcance solo de las elegidas. Pero ¿cuál es el secreto de Chourraut? Son dos, en realidad: sentir el agua y, lo más importante, saber que todo lo que está haciendo es por su hija pequeña.

Para Maialen Chourraut, la familia es algo innegociable. Durante muchos años, estuvo entrenándose en la Seu d'Urgell, pero todo cambió en 2013, cuando se quedó embarazada, como muchas otras deportistas, aprovechando el parón del ciclo olímpico. Cuando nació Ane, su hija, pronto descubrió que la distancia con su familia cada vez era más dolorosa y que el deporte la estaba apartando de algo fundamental en su vida. Era necesario buscar una solución lo antes posible.

No se separó de su hija desde el principio, hasta el punto de que incluso entrenó dos días antes de dar a luz. Llegaron más competiciones y los Juegos de Río 2016 y la pequeña viajó con sus padres, además de su cuidadora, encargada de sus atenciones durante los entrenamientos y los descensos. La construcción de un estadio de aguas bravas en Pau (Francia), le permitió regresar a su País Vasco natal..., pero la pandemia de covid-19 lo cambió todo en Tokio.

El virus ha impedido que los familiares puedan viajar y, por ende, es la primera vez que Maialen se separaba tantos días de su hija. Viajó algo más tarde a Japón para estirar lo máximo posible el tiempo con la pequeña... y no le ha salido mal: llegar, remar y besar la plata. Pero, tras ganar la medalla, ¿saben qué es lo primero que dijo? "Esto va por ti, Ane. Estoy deseando coger este miércoles el avión y volver a casa". Un ejemplo claro de lo que de verdad motiva y mueve a Maialen Chourraut.

Pero, además de la insuperable fuerza de la relación familiar, existe otro vínculo muy fuerte para la vasca: el agua. Así explica lo que siente cuando compite: "El slalom es muy puñetero, pero hay un momento en el que sigues el ritmo del agua, coges la corriente y lo sientes, sabes cuándo hay que meter la pala y vuelas. Y esa sensación es maravillosa". Y eso le ha vuelto a ocurrir en Tokio: quizá no era la más rápida, pero sintió la conexión con el agua y evitó los errores para lograr la plata.

El piragüismo ya es uno de los deportes olímpicos más exitosos del deporte español. Con la plata conseguida por Chourraut, ya suma 17 metales, a solo dos de la vela que, con 19, es el deporte que más medallas ha dado a España en la historia de los Juegos. Con 38 años, Maialen ha vuelto a hacer historia: cabeza fría, conexión absoluta con el agua y con su hija en el corazón, la palista vasca se ha convertido en leyenda en Tokio. Y todo gracias a una mujer que siempre creyó en sí misma.

Si echamos la vista atrás, la prueba de K1 se ha convertido en una fuente de alegría para España en los Juegos Olímpicos y todo es gracias a una sola mujer: Maialen Chourraut. La palista vasca es historia viva del deporte, al conseguir su tercera medalla en una cita olímpica con la plata lograda en Tokio. De hecho, no solo es la deportista más veterana de su especialidad en sumar una presea, sino que es la primera mujer que tiene los tres metales... y un ejemplo para nuestro deporte.

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