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Innsbruck, la última ciudad en rechazarlos

Europa vota no a los Juegos Olímpicos

Innsbruck se cae de la carrera por organizar los Juegos Olímpicos de 2026 tras un referéndum. Antes sucedió lo mismo en Múnich, Cracovia y Hamburgo

Foto: Austria, con 218, es el tercer país que más medallas ha ganado en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. (Reuters)
Austria, con 218, es el tercer país que más medallas ha ganado en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. (Reuters)

Este pasado domingo, Austria no solo votó para elegir primer ministro, que será el conservador Sebastian Kurz si se cumplen las expectativas. Los habitantes de la región del Tirol, la tercera por extensión y la quinta por población, estaban llamados a las urnas para decidir sobre otro asunto: la candidatura de Innsbruck para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026. Y el resultado fue negativo: el no se impuso con el 53,35% de los votos, frente al 46,65% que votó a favor.

Según informa 'Efe', la idea de ampliar el referéndum a toda la región y no celebrarlo solo en Innsbruck tenía como objetivo debilitar a los opositores a la candidatura, pero el efecto fue el contrario. En la capital tirolesa, el sí ganó con un 67,41% de los votos, pero en las zonas rurales se impuso el no. En total votaron 313.681 ciudadanos (una participación del 58,43%), de los que 166.594 mostraron su rechazo a la candidatura.

"Fue un gran 'shock', pero eso es parte de la democracia directa, hay que aceptarlo", dijo el presidente del Comité Olímpico Austríaco, Karl Stoss, tras conocerse el resultado. Peter Schröcksnadel, presidente de la Federación Austríaca de Esquí, una de las más potentes del mundo (11 de las 17 medallas austríacas en Sochi 2014 fueron en ese deporte) reconoció que quizá "fue un error" elegir la misma fechas de las elecciones. "La imagen olímpica se ha deteriorado. A ello se ha añadido que las gente ya no confía en la política. Cuando una campaña electoral (como la de Austria) se desarrolla así (con escándalos), crece la falta de confianza", indicó.

El caso de Innsbruck, que ya acogió los Juegos de Invierno en 1964 y 1976, no es una excepción, sino que se ha convertido en la norma en los últimos años. En los últimos cuatro años, cuatro ciudades europeas han celebrado referendos para decidir si presentaban o mantenían su candidatura a acoger unos Juegos Olímpicos. Y en las cuatro ha ganado el no.

placeholder Innsbruck ya organizó los Juegos Olímpicos de Invierno en 1964 y 1976. (Imago)
Innsbruck ya organizó los Juegos Olímpicos de Invierno en 1964 y 1976. (Imago)

Votaciones en Múnich, Cracovia y Hamburgo

El primer caso fue el de Múnich (Alemania), que en 2011 perdió ante Pyeongchang (Corea del Sur) en la elección de la sede de 2018. Dos años después, la candidatura para los de 2022 ni siquiera llegó a formalizarse después de que los ciudadanos votaran en contra en un referéndum. El no ganó en Múnich (51,2%), Garmisch-Partenkirchen (51,6%), Berchtesgaden (54%) y Traunstein (59,7), las cuatro localidades bávaras que iban a acoger el evento. Un año después, otra ciudad se retiró de la carrera por acoger también los Juegos de 2022: Cracovia (Polonia). En este caso, la ciudad polaca ya había entrado en el proceso de selección. En una votación celebrada en mayo de 2014, el 69,72% de los participantes mostró su rechazo a la candidatura.

En 2015 llegó un nuevo rechazo, esa vez a los Juegos de Verano de 2024. Otra ciudad alemana, Hamburgo, se bajó del proceso de selección por decisión de sus ciudadanos. En un referendum celebrado en noviembre de ese año, el 51,6% de los votantes apostó por el no, a pesar de que unas semanas antes los sondeos daban al sí más de un 60% de apoyo. Curiosamente, el sí ganó con claridad en Kiel (65,6%), ciudad que iba a acoger las pruebas de vela.

*También se votó en otras tres ciudades (Garmisch-Partenkirchen, Berchtesgaden y Traunstein) y en las tres ganó el no.

**El referéndum se celebró en toda la región del Tirol. En Innsbruck ganó el sí con el 67,41%.

La carrera por los Juegos de 2024 ha sido con diferencia la más problemática para el COI. Otras dos ciudades abandonaron la carrera por ser sede. La primera fue Roma (Italia), cuya nueva alcaldesa retiró la candidatura en seotiembre de 2016. No hubo una votación específica, pero el programa la candidata del Movimiento 5 Estrellas, Virginia Raggi, había dejado claro durante la campaña su rechazo a los Juegos aduciendo su alto coste.

Unos meses después, en febrero de 2017, fue Budapest (Hungría) la que dijo que no. Tampoco hubo un referéndum, pero todo indica que si lo hubiera habido, el no habría ganado. Los opositores necesitaban 138.527 firmar para forzarlo y consiguieron 266.151, suficientes para que los responsables de la candidatura reconocieran su derrota. Hay más casos, como la falta de apoyo político para la candidatura de Oslo (Noruega) o Estocolmo (Suecia). Todos esos ejemplos demuestran que el COI tiene un problema: Europa no quiere los Juegos, al menos no el modelo actual de los Juegos, percibido como muy caro y foco de corrupción.

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El 13 de septiembre, el COI eligió a la vez las sedes de los Juegos Olímpicos de 2024 y 2028. (Reuters)

"Hay grandes movimientos del no, pocos del sí"

"No hemos tenido escasez de candidatos en Oriente, pero en Europa y Estados Unidos la crisis ha pegado de manera muy aguda y ha generado populismos de derechas, de izquierdas, de todo", explicó en abril de este año a este medio Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del COI. "No me meto con ellos y respeto muchísimo a todo el mundo. Pero hay grandes movimientos del no, muy pocos del sí. Y estos movimeinto están muy movilizados, y con muy poca gente son capaces de provocar decisiones muy drásticas".

La decisión del COI de elegir a la vez la sede los Juegos de 2024 (París) y 2028 (Los Ángeles) y de reformar el proceso de selección, reduciéndolo y abaratándolo, como anunció este mismo martes, es un intento de ganar tiempo para solucionar este problema. El movimiento olímpico está convencido de los beneficios del evento, o al menos eso proyecta de cara al exterior, pero hace tiempo que su mensaje no cala en la población europea.

Este pasado domingo, Austria no solo votó para elegir primer ministro, que será el conservador Sebastian Kurz si se cumplen las expectativas. Los habitantes de la región del Tirol, la tercera por extensión y la quinta por población, estaban llamados a las urnas para decidir sobre otro asunto: la candidatura de Innsbruck para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026. Y el resultado fue negativo: el no se impuso con el 53,35% de los votos, frente al 46,65% que votó a favor.

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