Es noticia
El fuego olímpico se apaga pero antes gimnasia, basket y la sagrada maratón
  1. Deportes
  2. Juegos Olímpicos
se celebra la ceremonia de clausura

El fuego olímpico se apaga pero antes gimnasia, basket y la sagrada maratón

Hoy es el último día de los Juegos Olímpicos de Río. Tokio está a la vuelta de la esquina, son solo cuatro años en los que los deportistas tienen que empezar otra vez de cero. Valdrá la pena esperar

Foto: El equipo español de gimnasia rítmica (Reuters)
El equipo español de gimnasia rítmica (Reuters)

Esto ya termina. Como en 'Fiesta', la canción de Joan Manuel Serrat, vuelven los quehaceres cotidianos y las experiencias se quedan en la memoria. Lo que no se ha vivido ya de Río pasará a la columna de cosas que no se hicieron. Los deportistas abren una nueva página en el dietario. Tienen por delante mundiales, europeos, mítines, cientos de miles de entrenamientos... hasta la próxima, que es en Tokio y volverá a ser un festín de 15 días de incesante actividad, con reparto incansable de medallas, diplomas, alegrías y lamentos. El epílogo siempre es el domingo, día sagrado, ceremonioso. No solo porque hay un acto concreto dedicado a eso, también porque el resto del día, en el deporte, también se busca el significado y la tradición. Solo hay que ver cómo empieza.

Maratón

Foto: Ruth Beitia, en una competición reciente (Reuters)

Cuenta la leyenda que Filípides en el año 490 antes de Cristo... la historia se puede encontrar en cualquier libro o en cualquier página web y no merece la pena repetir lo ya mil veces contado. Sirva el mito para recordar que el maratón no es una prueba más, y si la colocan el domingo es porque tiene algo de liturgia reverencial. Es la carrera de los 42 kilómetros y los 195 metros, La de Zatopek, BIkila, Spiridon Louis... Los españoles Carles Castillejo y Jesús España tratarán de hacer un buen papel en un papel que ya desde hace años tiene sabor africano. La pena añadida es que el maratón se hará en el sambódromo y no terminará en el estadio olímpico, como marcan los cánones. Un desastre. Empieza la función a las 14.30

Gimnasia rímtica

Foto: El equipo español de gimnasia rítmica en Río (Mike Blake/REUTERS)

35.749. La nota con la que cerró el sábado la clasificación España es la mejor de todas las participantes. Alerta de posible medalla. La selección ya tiene en el recuerdo un oro olímpico, fue en Atlanta 1996. El equipo actual es bueno, muy bueno, ha tenido medallas internacionales en este ciclo olímpico. Y ahora busca una guinda para el pastel. Es difícil, muy difícil, el oro. Es cierto, parten con la mejor nota, pero tanto Rusia como Bielorrusia cuentan con mejores perspectivas, o así era al menos antes de que empezase la competición. Si todo les sale perfecto pueden estar por encima, pero España, con lo que se ha visto, tiene motivos para sonreír. A las 16.00 empieza la competición.

Baloncesto

Foto: Los jugadores españoles celebran una canasta en el partido contra Francia (Jim Young/Reuters)
TE PUEDE INTERESAR
La España que gana es la España que se divierte (y la que defiende)
Darío Ojeda. Río de Janeiro

Jugar por el bronce, pregúntenle a Rafa Nadal, es una tensión diferente a la que tiene la final. Porque en el peor de los casos en la final dejas de escuchar tu himno y te dan una medalla de plata, pero en este partido aún se dirime la diferencia entre éxito y fracaso. España está en este partido porque, en esta ocasión, no fue capaz de calcular sus fuerzas y evitar el cruce con los Estados Unidos antes de ella. Es lo mismo, Australia será el rival para que la generación de oro se retire del olimpismo con tres oros. Una carrera que ha merecido la pena vivir. A las 16.30 está la respuesta.

Ceremonia de clausura

"Declaro los Juegos de la XXXI Olimpiada clausurados y de acuerdo a la tradición convoco a la juventud del mundo a reunirse dentro de cuatro años en Tokio". Thomas Bach dirá las palabras clave, las que marcan que Río ya no es el centro del mundo, solo una más. La liturgia dice que los abanderados de la clausura -Bragado en España, Biles en Estados Unidos, por poner dos ejemplos- llevan la bandera, pero que los atletas no se distinguen ya por país, salen todos juntos al estadio. Les contemplan la bandera brasileña, la japonesa y, por supuesto, la griega, siempre con un lugar específico en todo este guateque. Parlamentos, más parlamentos, juegos de luz y color, más parlamentos. Y, al final, se apaga el fuego eterno tan solo para volver a prenderse cuatro años después.

Esto ya termina. Como en 'Fiesta', la canción de Joan Manuel Serrat, vuelven los quehaceres cotidianos y las experiencias se quedan en la memoria. Lo que no se ha vivido ya de Río pasará a la columna de cosas que no se hicieron. Los deportistas abren una nueva página en el dietario. Tienen por delante mundiales, europeos, mítines, cientos de miles de entrenamientos... hasta la próxima, que es en Tokio y volverá a ser un festín de 15 días de incesante actividad, con reparto incansable de medallas, diplomas, alegrías y lamentos. El epílogo siempre es el domingo, día sagrado, ceremonioso. No solo porque hay un acto concreto dedicado a eso, también porque el resto del día, en el deporte, también se busca el significado y la tradición. Solo hay que ver cómo empieza.

El redactor recomienda