Los equipos españoles y el atletismo forman un menú suculento para el día en Río

Empieza a agotarse el tiempo para saberse la lección. Los Juegos Olímpicos ya están en medio de su segunda semana, la última. Los cálculos de medalla, de España y del resto, empiezan a peligrar. No hay país que no necesite un último empujón para que las cuentas cuadren. Y eso es importante, a nadie gusta tener que explicar un fracaso, el rato largo en el que se buscan las excusas y se intenta justificar que las ilusiones dadas son irreales. Más aún si se tiene en cuenta que este examen no tiene recuperación hasta cuatro años más. Tarde. España no va bien, lleva seis medallas y las previsiones contaban 17, una cifra ambiciosa a la que difícilmente llegará. Tiene, en todo caso, espacio para ir subiendo. Y hoy mismo tiene varias pruebas para demostrar que no es el tercer mundo deportivo.

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Es uno de los lugares en los que los jefazos del deporte español tienen la mirada puesta, pues calculan que el agua se puede convertir en oro, plata o bronce a golpe de paladas. La primera jornada en las aguas tranquilasfue satisfactoria, pues tanto Teresa Portela, en K1200, como Marcus CooperWalz, en K1 1000, consiguieron entrar en sus respectivas finales. No lo tienen sencillo, no son favoritos, pero en las finales son solo ocho piraguas, nada está perdido. A lo largo de la semana habrá otros con posibilidades también. Un deporte bien trabajado.

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Españaha hecho una muy notable primera fase, ha conseguido ser primera en un grupo difícilisimo y, gracias a todo eso, le ha tocado de rival Serbia ¿Gracias a todo eso? En realidad Serbia fue campeona de Europa este año, del mundo el pasado, de la liga mundial el pasado y bronce en los pasados Juegos Olímpicos. Quizá el mejor historial reciente de todos los equipos. Es que en el waterpolo masculino la competencia es tremenda, todos los equipos están en un pañuelo y cada partido es una batalla campal. No se espera menos de este partido de cuartos de final, que dará el pase a la zona noble, la que reparte medallas. España está tan capacitada como cualquier otra, el nivel es altísimo.

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Más cuartos de final, en este caso de las Guerreras. Han sido irregulares, mezclando tardes brillantes con días de asueto. Esa irregularidad las llevó a ser terceras de grupo y, consecuentemente, a jugarse el cruce con un gran equipo como es Francia. La igualdad, en este caso, también es amplia. España ha demostrado que puede ganar a cualquiera, también a las galas. Es un equipo rocoso, que ha demostrado ser parte de la élite europea, pero en eso no se diferencian de las Guerreras, un equipo alegre, corajudo, siempre peleón y que se crece en los momentos importantes. Se espera un partidazo, el pronóstico es reservado.

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Españaha pasado a cuartos de final con una gran solvencia. Ganó todo lo ganable, pues lo de Estados Unidos no entra en esa categoría, es otro nivel. Ese es el lado bueno de las cosas, el malo, o el lógico, según como se mire, es que ahora todo empieza de cero. De nada sirve el brillo de la primera fase si no se refrenda cuando los partidos son a vida o muerte. El cruce es contra Turquía, pero realmente podría haber sido contra cualquiera. Porque en el otro grupo, más allá de Australia, el resto de equipos se mostraron a un nivel muy parejo. La teoría dice que España es superior. Queda solo demostrarlo. Si así ocurre la medalla estará más cerca.

Atletismo

Un español tiene buenas opciones de conseguir una medalla olímpica. Es, además, en la prueba reina del día, la última de todas. Los 110 metros vallas tienen un puñado de favoritos entre los que se encuentra Orlando Ortega, el cubano nacionalizado que acude a Río de Janeiro con una de las mejores marcas de todos los participantes. La prueba, de todos modos, no permite dar nada por seguro. Es una de las disciplinas más crueles del atletismo, pues cualquier desajuste, por mínimo que sea, termina con las aspiraciones del atleta. Más aún cuando se trata de unos Juegos Olímpicos y la idea es ir al límite ¿se puede hacer de otra manera en un evento tan importante? la presión, además, es grande, pues son muchos los nombres para solo tres medallas. También hay grandes pruebas internacionales en las que los españoles se limitarán a verlo desde casa. Como los 1.500, donde la favorita es la muy sospechosaGenzebe Dibaba. O el salto de altura masculino, que tiene a dos super clases como Bondarenko y Barshim