"No venía a disfrutar, venía a darlo todo; me espera una bronca conmigo mismo"
Miguel Ángel López no sabía explicar por qué no le habían marchado las piernas. Álvaro Martín, de 22 años, se mostró muy enfadado por no haber conseguido un puesto de finalista
De todas las sensaciones que experimenta un deportista en los Juegos Olímpicos, quizá una de las más duras sea no saber por qué en el momento más importante del año, en la carrera, el concurso o el partido que llevas preparando meses o incluso años, las cosas no salen. La preparación ha sido buena, las condiciones de la competición también lo son, el ánimo está alto y eres uno de los favoritos, pero se pone el cronómetro en marcha, das el primer paso y ves que no, que hoy no es tu día, que tus piernas no te responden como suelen hacerlo, como hicieron hace un año en Pekín, cuando te proclamaste campeón del mundo. Este viernes, en Río de Janeiro, Miguel Ángel López no se encontró y acabó undécimo, lejos de la que hubiera sido la sexta medalla olímpica española.
"Cuando ves que las sensaciones no son buenas, que vas muy forzado... En los primeros kilómetros hay que estar en cabeza relativamente cómodo, y yo no iba", explicó tras la carrera López, más contrariado que cabreado. No sabía qué le había pasado, y probablemente no lo sepa nunca con exactitud. "No sé explicarte. Las sensaciones no son buenas y el cuerpo no tira. Das todo, pero no. Es duro ver que no vas y saber que no vas a poder luchar", continuó.
Mal desde el principio
El murciano se dio cuenta desde el primer kilómetro que los 19 restantes se le iban a hacer muy largos. Salió en cabeza, pero pronto se refugió en la parte trasera del grupo. En el kilómetro 5, confesó, ya sabía que por más que lo intentará no iba a conseguir estar con los mejores. "Han acelerado un poquito y yo no respondía como quería", dijo. Cuando la carrera se rompió, pasado el kilómetro 12, él ya no estaba ni cerca de los primeros puestos.
"No lo he visto en ningún momento en el grupo cacebero delante del todo", dijo el extremeño Álvaro Martín, que aguantó más kilómetros que su compañero en cabeza. Hasta la mitad de la prueba sus opciones estaban intactas, pero en el tramo decisivo comenzó a hundirse hasta acabar en el puesto 22º. "En la primera parte me he encontrado muy bien, pero a partir del kilómetro 13 me he empezado a encontrar fatal", explicó Martín, con las ideas más claras que Miguel Ángel López. "Y además no he sabido competir bien, porque aun quedándome atrás no he sido capaz de mantener un ritmo para no perder posiciones y al final me he desfondado. Muy mal, la verdad".
"Estoy destrozado, decepcionado. Ha sido una muy mala actuación. Aunque tenga 22 años y se pueda decir que soy joven, venía de ser tercero de la Copa del Mundo, tenía una responsabilidad", dijo. "Yo no vengo aquí a disfrutar, vengo a darlo todo. Incluso siendo semifinalista habríamos fallado porque el objetivo era ser finalista y no lo he cumplido", afirmó tajante. "Me espera una buena bronca conmigo mismo".
"Levantaremos la cabeza"
Ni uno ni otro, ni tampoco Fernando Arcilla, que terminó en el puesto 55º, tuvieron su día. López hizo un esfuerzo final para acercarse a los puestos de diploma, pero no llegó. Acabó a un 1:14 del chino Zhan Wang, segundo el año pasado en el Mundial de Pekín. China hizo doblete gracias al segundo puesto de Zelin Cai. Cerró el podio el australiano Dane Bird-Smith.
Miguel Ángel López no tiene tiempo darle muchas vueltas a los 20 km, pues en una semana tiene la carrera de 50 km. "A ver si me recupero,si suelto toda la rabia. Los voy a hacer, pero logicamente me hubiera gustado hacerlos de otra forma, sobre todo por las sensaciones", comentó. Martín, por su parte, ya piensa en el Mundial de Londres 2017, donde quiere luchar por la quinta o sexta plaza. "Levantaremos la cabeza, no nos queda otra", dijo.
De todas las sensaciones que experimenta un deportista en los Juegos Olímpicos, quizá una de las más duras sea no saber por qué en el momento más importante del año, en la carrera, el concurso o el partido que llevas preparando meses o incluso años, las cosas no salen. La preparación ha sido buena, las condiciones de la competición también lo son, el ánimo está alto y eres uno de los favoritos, pero se pone el cronómetro en marcha, das el primer paso y ves que no, que hoy no es tu día, que tus piernas no te responden como suelen hacerlo, como hicieron hace un año en Pekín, cuando te proclamaste campeón del mundo. Este viernes, en Río de Janeiro, Miguel Ángel López no se encontró y acabó undécimo, lejos de la que hubiera sido la sexta medalla olímpica española.