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Qué dicen los récords de natación de las diferencias entre hombres y mujeres
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mismas pruebas, diferentes tiempos

Qué dicen los récords de natación de las diferencias entre hombres y mujeres

Las plusmarcas mundiales evidencian las diferencias físicas entre ambos sexos. La mayor capacidad torácica de los hombres les permite una mayor ventaja en las pruebas cortas

Foto: Los estadounidenses Michael Phelps y Katie Ledecky aspiran a ser las grandes estrellas de la natación en Río. (Usa Today Sports)
Los estadounidenses Michael Phelps y Katie Ledecky aspiran a ser las grandes estrellas de la natación en Río. (Usa Today Sports)

Aunque la distancia en la piscina olímpica sea la misma, los tiempos de hombres y mujeres no tienen nada que ver. Los récords del mundo de natación previos a los Juegos Olímpicos de Río -ya se han batido tres en apenas un día- evidencian las diferencias físicas entre ambos sexos y dan una idea de por qué en determinadas pruebas olímpicas las mujeres se acercan más a los cronómetros de los hombres que en otras.

Foto: Phelps ha ganado 22 medallas olímpicas (Erich Schlegel/USA TODAY Sports)

Partiendo de la base de que los nadadores obtienen mejores tiempos que las mujeres en todas las pruebas, las diferencias entre sexos se acortan a medida que aumenta la distancia a nadar. Así, los 50 metros libres es la prueba donde el récord del mundo femenino está más lejos porcentualmente del masculino, más de un 13%. En cambio, en la prueba de mayor distancia en piscina olímpica -los 1.500 metros libres- esta diferencia se acorta hasta un 6%. El único estilo donde no se sigue esta tendencia es la mariposa.

La explicación a este patrón se halla en las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres. Mientras la mayor capacidad torácica de los hombres les da un plus de consumo de oxígeno sobre las mujeres, lo que les permite ir más rápidos en las pruebas cortas donde prima la velocidad y el uso intensivo de energía y oxígeno, este factor no influye tanto en las distancias largas en las que la resistencia sustituye a la velocidad como el factor más importante.

La evolución de los récords del mundo a lo largo del tiempo también muestra el dominio por países a lo largo de la historia del deporte. Aunque en el caso de la natación cobra un papel relevante un elemento externo: los 'bañadores mágicos' que se generalizaron a finales de la década pasada y que fueron prohibidos en 2010 por la Federación Internacional de Natación (FINA).

50 metros libres

Las pruebas cortas, las más explosivas, fueron las principales beneficiadas por la irrupción de los 'bañadores mágicos'. Hasta diez plusmarcas mundiales se registraron en los 50 metros libres entre 2008 y 2009, años de esplendor de estos tejidos que permitían una mayor flotabilidad. La FINA prohibió un año más tarde estos bañadores ante las dudas de ‘dopaje tecnológico’, pero no hizo lo propio con los récords del mundo. “Los bañadores ya no valen, así que los tiempos que hicimos deberían anularse”, consideró en su momento el brasileño Cesar Cielo, vigente plusmarquista mundial de los 50 y 100 metros libres. En los últimos campeonatos del mundo de Kazán en 2015, los ganadores en la distancia corta nadaron entre tres y cuatro décimas más lentos que los récords mundiales.

1.500 metros libres

Con tan solo 19 años, Katie Ledecky se presenta en Río como una de las posibles sensaciones de los Juegos. La estadounidense es la actual plusmarquista mundial de los 400, 800 y 1.500 metros libres. En esta última prueba, que no es olímpica entre las mujeres, Ledecky ha mejorado el crono en cinco ocasiones en los últimos tres años, rebajándolo en casi 20 segundos respecto al 15:42.54 que marcó su compatriota Kate Ziegler en 2007. En la categoría masculina, el chino Sun Yang se quedó a las puertas de bajar del 14:31 en Londres 2012. ¿Lo conseguirá en Río?

100 metros mariposa

Además de los 50 metros, los 100 y los 200 metros han sido las distancias donde los ‘bañadores mágicos’ han obtenido mejor rendimiento. Michael Phelps bajó en Roma en 2009 de los 50 segundos en los 100 metros mariposa, el segundo estilo más rápido por detrás del libre. En mujeres, la vigente campeona del mundo, la sueca Sarah Sjöström, rebajó en más de tres décimas el pasado año el anterior récord de la estadounidense Dana Vollmer.

100 metros espalda

Al igual que en los 50 metros libres, las plusmarcas mundiales de los 100 metros espalda cosechadas gracias a los ‘bañadores mágicos’ no han sido mejoradas desde su prohibición en 2010 por parte de la FINA. En la prueba masculina, el penúltimo plusmarquista fue el español Aschwin Wildeboer, con 52.38. Una semana más tarde, el estadounidense Aaron Peirsol rebajaría el crono de los 52 segundos por primera vez. En mujeres, la australiana Emily Seebohm se quedó en la final de los mundiales de Kazán a 14 centésimas del vigente récord de la británica Gemma Spofforth.

100 metros braza

Los ‘bañadores mágicos’ no tuvieron tanto efecto en el estilo más lento de natación, lo que ha significado nuevos récords del mundo durante los últimos años. En hombres, Adam Peaty bajó de los 58 segundos hace un año, marca superada ya en casi cuatro décimas (57.55) en la primera jornada de Río 2016 por el propio nadador británico. Mientras, en la categoría femenina la lituana Ruta Meilutyte marcó la vigente plusmarca en los mundiales de Barcelona 2013. Ambos participarán en los Juegos Olímpicos de Río.

200 metros estilos

Los nadadores estadounidenses han dominado esta prueba –la más completa de la natación al tener que nadar en los cuatro estilos- en los últimos trece años, desde que en 2003 Michael Phelps se convirtiera en el primer hombre en bajar del minuto y 58 segundos y mejorara de esta forma un récord del mundo que databa de 1994. Desde entonces, el nadador de Baltimore rebajaría otras siete veces más la plusmarca mundial, hasta la irrupción de su compatriota Ryan Lochte, autor de los dos últimos récords del mundo. La próxima mejor marca de todos los tiempos ya se situará por debajo del minuto y 54 segundos. En cuanto a las mujeres, el estratosférico récord de la estadounidense Ariana Kukors de 2009 -lo rebajó en más de dos segundos- fue mejorado en los mundiales de Kazán de 2015 por solo tres centésimas por la húngara Katinka Hosszú.

Aunque la distancia en la piscina olímpica sea la misma, los tiempos de hombres y mujeres no tienen nada que ver. Los récords del mundo de natación previos a los Juegos Olímpicos de Río -ya se han batido tres en apenas un día- evidencian las diferencias físicas entre ambos sexos y dan una idea de por qué en determinadas pruebas olímpicas las mujeres se acercan más a los cronómetros de los hombres que en otras.

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