El TAS, campo de regatas de la vela española a menos de tres meses de Río

Tres embarcaciones españolas lucharán a partir de este martes, en Mebemblik (Países Bajos), por conseguir la clasificación para los Juegos de Río en la clase 49er. Se lo jugarán todo a una carta: la que consiga el mejor puesto representará en agosto a España en la bahía de Guanabara. Hasta ahí, nada raro: muchos deportes, no solo la vela, eligen así a sus representantes. El problema es que esta prueba ha tenido que ser planificada a última hora, después de meses de recursos e incluso una acusación de racismo a la junta directiva de la Real Federación Española de Vela (RFEV) por parte del presidente de la federación asturiana, Pascual Cabaño.

El viernes, Cabaño cargó contra la junta por retirar a los hermanos Federico y Arturo Alonso (argentinos de nacimiento, pero que llevan 20 años en España) la designación para representar a España en la clase 49. El abril, el Comité de Clases Olímpicas de la RFEV eligió a los Alonso para los Juegos, pero una reclamación de Diego Botín y Iago López, la otra pareja que optaba a la plaza, llevó a la RFEV a anular las pruebas que ya se habían disputado y a establecer otra para decidir qué embarcación de las dos es la elegida. Pero a ese recurso le siguió otro de los hermanos Carlos y Antón Paz, que pidieron ser incluidos en esa regata. Hace unos días, la federación les dio la razón, y ahora hay tres embarcaciones que se jugarán la plaza donde hace mes y medio había una que ya tenía el billete para Río.

Dos recursos al TAS

"Es una decisión injusta y fuera de lugar", afirma Federico Alonso en conversación telefónica desde los Países Bajos. Él y su hermano presentaron un recurso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en inglés) para intentar que la federación dé marcha atrás, pero mientras tendrán que competir para ganarse una plaza que creen que ya les pertenece.

Algo parecido sucede con Onán Barreiros y Juan Curbelo, regatistas de la clase 470, que también presentaron un recurso al TAS al no estar conformes con la decisión del Comité de Clases Olímpicas, que eligió Jordi Xammar y Joan Herp. No son las dos únicas clases en las que ha habido problemas; también en Nacra 17 hubo una reclamación. Los acontecimientos de los últimos meses han dañado la imagen de la vela, el deporte que más medallas olímpicas ha ganado para España.

El origen de todos los problemas está en la Guía Deportiva de Clases Olímpicas, que regula el proceso de selección para los Juegos. Ese documento de 14 páginas establece qué embarcaciones optan a la plaza olímpica y en base a qué criterios: las dos regatas de selección (y una de reserva) para cada clase, la puntuación y los mínimos de calidad. También incluye un criterio de excelencia deportiva, según el cual si una embarcación consigue medalla en un mundial que sirva como prueba de selección y la otra no acaba entre los ocho primeros, la primera consigue la plaza de manera automática.

Eso fue lo que sucedió en el Mundial de la clase 49er celebrado en Buenos Aires en noviembre, donde los Alonso consiguieron la medalla de bronce. En base a ese criterio, la selección parecía estar clara. Pero Botín y López recurrieron después del segundo Mundial alegando un defecto de forma en la Guía: había sido aprobada en diciembre, un mes después de la primera regata de selección, y no en octubre, cuando ya estaba disponible en la web federativa.

Una guía enrevesada y aprobada tarde

"Lo que había en octubre era un borrador", explica a este periódico Joaquín González Devesa, vicepresidente de la RFEV y presidente del Comité de Clases Olímpicas. "Ese reglamento no lo aprobó la comisión delegada de la federación hasta el 19 de diciembre. Cuando recurrieron, los asesores nos aconsejaron anular esas dos regatas". Devesa admite el error, pero lo achaca a la situación que atravesaba la federación, con una moción de censura que provocó un cambio en la presidencia. "Si la Comisión Delegada se hubiera reunido en octubre, no habría habido ningún problema y los hermanos Alonso serían los elegidos", reconoce.

"Los deportistas no tenemos que saber si está aprobada; eso es problema de la federación", se queja Alonso. "Nosotros lo que tenemos que hacer es entrar en la web, descargarnos la guía y en base a eso competir". El asturiano cree que sus rivales por la plaza tenían que haber recurrido antes y no después de las regatas de selección. "A veces no se sabe perder", dice.

"La Guía está mal hecha y se aprobó tarde. Es tan enrevesada que ha habido problemas en la interpretación", asegura a El Confidencial Carlos Paz, que junto a su hermano Antón ganó la plaza olímpica para España en el Mundial de Santander. El gallego denuncia que nadie de la RFEV se puso en contacto con ellos y fueron los últimos en enterarse del recurso de Botín y López. Su reclamación posterior fue admitida, pero llegan a la regata de este semana sin apenas preparación. "Desde finales de febrero no hemos navegado juntos porque pensábamos que la clasificación estaba cerrada".

En el 470, Barreiros y Curbelo recriminan a la RFEV saltarse sus propias normas. Tras los dos regatas de clasificación, el Mundial de febrero y el Campeonato de Europa de abril, Xammar y Herp consiguieron una mejor puntuación, pero los dos regatistas canarios entienden que solo ellos cumplen con los mínimos de calidad: acabar entre los diez primeros países en ambas pruebas. "En la guía lo pone en negrita y aparte", apunta Barreiros.

González Devesa no cree que esos mínimos de calidad sean tan estrictos, y explica que tras la primera regata, ambas embarcaciones estaban tan igualadas que se les comunicó que se jugarían la plaza en la segunda. "Y estaban de acuerdo", dice. Barreiros y Curbelo lo han negado. "Ese acuerdo no es cierto y no firmamos nada (...) No entendemos cómo se quería cambiar las reglas del juego una vez iniciada la competición", dijeron hace unas semanas en rueda de prensa, en la que también sembraron dudas sobre todo el proceso: "La otra tripulación tiene un patrocinador potente como Movistar, que también patrocina al Consejo Superior de Deportes (CSD), y el cual, a su vez, es el mayor soporte de la RFEV. Si atamos cabos, no es muy difícil llegar a una conclusión". El CSD, por cierto, ha sido requerido en varias veces, pero entiende que no puede insmiscuirse en la selección que realiza una federación. "Es como si le decimos a Del Bosque que tiene que convocar a Torres", dice un protavoz.

"Me sabe mal por mi equipo y también por la otra tripulación, que no tiene culpa. Nostros estamos luchando siempre por lo que pone en la guía y por lo que nos hemos ganado en el agua", dice a este periódico Barreiros, que cree que la federación no ha sido clara. "La guía es muy difícil. Se han complicado demasiado la vida, y por eso vienen estos problemas", añade el regatista canario.

Todos los consultados para este texto, regatistas y dirigente federativo, coinciden en que la guía está mal. "Te aseguro que la próxima cambiará si seguimos nosotros", afirma González Devesa, que dice que cuando el actual equipo directivo llegó a la federación se lo encontraron "todo hecho". "Los problemas los hemos tenido con la excelencia y los mínimos de calidad. Eso debe demostrarse antes, no durante las regatas de clasificación", explica.

¿Cómo debería ser el proceso de selección? "Habría dos opciones", resume Paz. "Una sería la decisión técnica, que puede ser un poco más injusto, y la otra es hacer una sistema de clasificación en el que se clasifique el que gane, y no con tantas excepciones. A lo mejor aprobaron la guía tarde porque no se aclaraban con el sistema clasificatorio...".

"Faltan menos de 80 días y la clase 49er, que tiene opciones de medalla, aún no tiene representante", dice Federico Alonso, que esta semana no podrá contar con todo su material en Mebemblik porque ya lo había enviado a Río. Allí, el equipo olímpico ya está preparando los Juegos. Este mismo sábado algunos regatistas fueron atracados a punta de pistola. No es el mejor momento para la vela española.